La opinión pública recibió bien el acuerdo entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Farc sobre un cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo. En la primera encuesta realizada después de la firma –en un mediático encuentro entre Santos y el líder de las Farc, Timoleón Jiménez, y con amplia participación de la comunidad internacional– seis de cada diez colombianos consideraron la noticia positiva para el país. El hecho cambió la visión sobre el futuro, pues el optimismo se disparó 20 puntos y llegó a un 43 por ciento, una de las cifras más altas desde la llegada de Santos al poder.También la imagen del presidente mejoró. Subió siete puntos al pasar de 25 a 32 por ciento, lo cual es consecuente con otros indicadores sobre su desempeño: la satisfacción con el trabajo del primer mandatario se trepó del 22 al 30 por ciento y el porcentaje de quienes consideran que está cumpliendo sus promesas de campaña creció de 22 al 28 por ciento. La aprobación sobre el manejo de la paz ascendió de 30 a 44 por ciento. En la pregunta sobre la intención de voto en el plebiscito, si llega a realizarse, el Sí a los acuerdos alcanza un 36 por ciento y el No llega a un 25 por ciento.La encuesta, en general, muestra el cambio de unas tendencias que venían muy desfavorables para el gobierno y para el proceso de paz. A comienzos del presente año se habían alcanzado altos índices de pesimismo y bajas calificaciones para la gestión presidencial. La firma Ipsos, para la gran alianza de RCN Televisión y Radio, La F.m. y SEMANA, llevó a cabo el trabajo de campo tan pronto se conoció el acuerdo para finalizar el conflicto.Las cifras que arroja la investigación se parecen, en cuanto al optimismo en el país y confianza en el proceso de paz, a las que registró otra encuesta de la misma serie –Colombia Opina– llevada a cabo en octubre pasado. Esta recogió el impacto del primer encuentro entre Santos y Timochenko y, en ese momento, del acuerdo al que llegaron las delegaciones en La Habana sobre el diseño de un sistema de justicia transicional. Las cifras de entonces sobre los diálogos fueron de 52 por ciento por el optimismo y 46 por el pesimismo, y, las de ahora, de 52 y 47 respectivamente. Casi idénticas. Y en los periodos previos a ambos momentos la línea del pesimismo se había trepado a niveles cercanos al 70 por ciento y las de optimismo habían caído a las vecindades del 30 por ciento.Vea también: La imagen se Santos se desplomaEn consecuencia, de comparar las dos coyunturas surge la hipótesis de que la opinión pública reacciona favorablemente a los avances concretos del proceso de paz y castiga los momentos de dilación o de crisis. En términos generales, la actitud de los colombianos no está prefijada, sino que tiene capacidad de reacción frente a los acontecimientos.La encuesta corrobora, también, la relación directa entre la percepción de la gente sobre el presidente Santos y la percepción acerca de las negociaciones de La Habana. Después de una luna de miel al comienzo de su primer cuatrienio, Santos se ha localizado en niveles de imagen positiva del orden de 40 por ciento. Dentro de ese rango ha tenido caídas a causa del primer paro agrario en septiembre de 2013, de la crisis en el proceso de paz a raíz del asesinato de 11 soldados en el Cauca en abril de 2015, y de la crisis en la Policía en abril de este año. En cambio, sus puntos altos casi siempre han tenido que ver con buenos momentos del proceso de paz: su primer anuncio en septiembre de 2012 y los acuerdos alcanzados sobre justicia transicional en septiembre de 2013 y sobre el fin de la guerra el mes pasado. A diferencia de su antecesor, Álvaro Uribe, a quien protege una especie de teflón que disminuye las variaciones de su imagen, Santos es vulnerable a los cambios y, sobre todo, a los eventos relacionados con el proceso de paz.La asociación entre Santos y la paz es de tal magnitud, que en un plebiscito sobre lo pactado entre el gobierno y la guerrilla, el 67 por ciento de quienes tienen una imagen favorable de Santos están de acuerdo con el Sí, así como el 57 por ciento de quienes tienen una percepción negativa de Uribe.La encuesta indica, sin embargo, que el apoyo a la paz es más amplio que los sentimientos favorables hacia Santos. La imagen positiva del primer mandatario creció en siete puntos, mucho menos que el incremento en el optimismo sobre la marcha del país, que es de más de 20. A pesar de su recuperación y del cambio de tendencia, el presidente sigue aún en uno de los puntos más bajos de sus seis años de gobierno.De hecho, el optimismo moderado registrado por la encuesta está acompañado por una división de la opinión pública en torno a algunos de los aspectos fundamentales del proceso. A pesar del incremento en la evaluación general, algunas preguntas que ha incluido la serie Colombia Opina desde que se inició el proceso no sufrieron ninguna modificación apreciable. En particular, el rechazo de los colombianos a que los guerrilleros desmovilizados no vayan a la cárcel y puedan participar en política y aspirar a cargos de elección popular.Sobre aspectos concretos de la coyuntura, la encuesta ratifica que la opinión pública está dividida y es escéptica, sobre todo, frente a las Farc. Un 39 por ciento se identifica con la alternativa que habla de una visión pragmática para acoger los acuerdos como un paso hacia la paz, por más imperfectos que sean. Y un 58 por ciento con la de interpretar que ha habido grandes concesiones para la guerrilla, que producirán una mayor impunidad. Y a la pregunta sobre las declaraciones del presidente Santos acerca de un posible incremento de la guerra urbana si gana el No en el plebiscito, un 57 por ciento las consideró una amenaza, y un 37 las vio como una información sobre las consecuencias de un rechazo a los acuerdos.Los cambios en la opinión pública en relación con los acuerdos también se sintieron en las percepciones sobre las Farc. La imagen positiva de Timoleón Jiménez, aunque sigue muy baja, se triplicó: pasó de 4 a 13 por ciento (con un 75 por ciento negativo) lo que significa un incremento de 9. esto indica que la opinión está atenta a sus actos y que está dispuesta a premiar los gestos de paz. En cambio, casi seis de cada diez colombianos no cree que la guerrilla cumplirá los acuerdos (frente a un 37 por ciento que piensa lo mismo del gobierno) y un 80 por ciento afirma que no tiene confianza en que las Farc entregarán todas las armas.El estudio arroja conclusiones valiosas sobre la manera como las campañas por el Sí y por el No podrán diseñar sus estrategias. En la esquina del Sí se observa que hay mucho que ganar con la idea general de la paz. Un 86 por ciento piensa que el fin de la guerra es importante para su vida personal (solo un 4 por ciento considera lo contrario) y la idea de que se convoque un plebiscito goza de simpatías amplias, del orden de 84 por ciento.Pero también hay luces de alerta para quienes diseñen la campaña por el Sí. Según Javier Restrepo, de la firma Ipsos, “van a tener que trabajar duro ya que la encuesta tiene varios resultados que sugieren que la tarea no va a ser fácil”. Entre ellas, la falta de credibilidad sobre las intenciones de la guerrilla, a pesar de que los mecanismos de verificación tripartitos –encabezados por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas– tienen buen recibo.Los partidarios del Sí también deberán tener en cuenta que, si bien tienen mayoría, su margen de 11 puntos permaneció casi intacto después del pacto del fin de la guerra: solo creció en 3 por ciento. Una posible explicación, según Javier Restrepo, es que la paz tiene acogida pero no está entre las principales preocupaciones de la gente. Estas, más bien, tienen que ver con la situación económica, lo que ya se había detectado en la encuesta anterior, en marzo. Lo económico (si se agregan el desempleo, la crisis económica y el costo de vida) hoy pesa más que la inseguridad ciudadana y que la violencia. Al fin y al cabo, mientras la economía se desacelera y el ritmo de la inflación aumenta, las consecuencias del conflicto armado han disminuido desde que las Farc pusieron en marcha un cese al fuego unilateral y el gobierno respondió con medidas de desescalamiento como la suspensión de bombardeos.Y si en al campo del Sí buscarán mensajes de tipo general, en el del No tendrán que diseñar consignas más concretas sobre las repercusiones inmediatas de la desmovilización de la guerrilla. La idea de que el proceso de paz implica impunidad y de que cabría un mejor diseño, tiene acogida. Y el expresidente Álvaro Uribe sigue siendo el personaje con más alta imagen: 53 por ciento, muy por encima del 32 de Santos, aunque también ha acumulado una negativa de 43, que también figura entre las más altas: el exmandatario polariza a la opinión pública. Falta ver si su partido, Centro Democrático, finalmente decide participar en la campaña por el No o abstenerse, como plantean algunos de sus miembros. En la actualidad un grupo amplio de ciudadanos dice que no votará –36 por ciento– pero esa cifra puede disminuir cuando se sepa con certeza si va a haber plebiscito, y cuando arranquen en forma las campañas.Las percepciones sobre el gobierno, la oposición y el proceso de paz presentan diferencias significativas por regiones. En las zonas central (Antioquia y Eje Cafetero) –donde el uribismo es muy sólido–, en la suroriental (Tolima, Meta y Huila) –una de las más golpeadas por la guerra– y en Bogotá hay sentimientos más críticos frente al presidente Santos, su gobierno y el proceso de paz. En cambio, cuentan con mayor apoyo en las costas y en los santanderes.También hay diferencias por género, pues a la paz le va mejor entre los hombres que en las mujeres, y por estratos. De hecho, las estadísticas favorecen más al gobierno y a sus esfuerzos de negociar el fin del conflicto en los altos que en los bajos. Llama la atención que la noticia sobre el acuerdo que le pone fin a la guerra tuvo casi 30 puntos más de conocimiento en los grupos de ingresos altos que en los bajos. Surge la hipótesis de que, a mayor información, más apoyo.La encuesta incluyó una pregunta sobre quién puede ser el presidente con mejor capacidad para desarrollar los acuerdos de La Habana. Comparten el primer lugar el vicepresidente Germán Vargas y el exalcalde Gustavo Petro, dos opciones radicales en cada extremo del espectro, seguidos por Sergio Fajardo, Humberto de la Calle y Óscar Iván Zuluaga, en un segundo paquete, y por Marta Lucía Ramírez y Alejandro Ordóñez, un poco más atrás. Con apenas un 1 por ciento figuran Simón Gaviria, Carlos Holmes Trujillo y Timochenko. Más que una medición de intención de voto para unas elecciones aún lejanas y cuyos candidatos todavía no están definidos, la fotografía refleja el impacto político del acuerdo suscrito por el gobierno y las Farc sobre cese al fuego.Y el resultado, en síntesis, es que las posiciones más definidas se benefician con el incremento moderado del optimismo y con las divisiones que subsisten sobre aspectos concretos del proceso de paz. Sobre esos ejes se plantearán las campañas por el Sí y por el No –si la Corte Constitucional le da luz verde al plebiscito–, en las que, en el punto de partida, se favorecen las alternativas más vehementes. La competencia electoral va a estar para alquilar balcón.Ficha técnica:Persona natural o jurídica que la realizó: Ipsos Napoleón Franco, inscrito ante el Consejo Nacional Electoral. • Encomendada y financiado por: Alianza de Medios, RCN Radio, RCN Televisión, La F.m. y revista SEMANA. • Grupo objetivo: población general, hombres y mujeres, mayores de 18, de estratos sociales 1 al 6, residentes habituales de las áreas urbanas de 13 municipios en Colombia, seleccionadas aleatoriamente entre las 28 poblaciones con más de 200.000 habitantes el país, de modo que se trata de una muestra representativa del 67 por ciento de la población urbana adulta. • Tamaño de la muestra: 1.000 encuestas para el total nacional. Toda la muestra ponderada por nivel socioeconómico, género y rangos de edad, con base en información del Censo Dane 2005 con proyecciones de población 2016. • Técnica de recolección de datos: mezcla de entrevista personal y telefónica en hogares. Se realizaron entrevistas telefónicas únicamente en estratos 4, 5 y 6 de algunas de las ciudades, mientras que las entrevistas presenciales fueron en estratos 1, 2 y 3 de todas las ciudades, y para estratos 4 al 6 en algunas de ellas (según penetración telefónica y cantidad de hogares en estos estratos). • Margen de error observado: para el total de la muestra, 3,1 por ciento con 95 por ciento de confianza para fenómenos de ocurrencia del 50 por ciento. • Entidades por las que se indagó: el gobierno nacional, la Corte Suprema de Justicia, la Procuraduría, la Contraloría, el Congreso de la República, la Corte Constitucional, el Partido Liberal, el Partido Conservador, el Partido Cambio Radical, el Polo Democrático Alternativo, el Partido de la U, el Partido Verde/Alianza Verde, el partido Centro Democrático, la Iglesia católica, las Fuerzas Militares de Colombia, la Policía Nacional, ul grupo guerrillero ELN, los grupos paramilitares, los medios de comunicación, las bacrim, o nuevas bandas criminales, el grupo guerrillero las Farc y los empresarios de Colombia. • Fecha de realización del trabajo de campo: del 25 al 28 de junio de 2016. • Tema o temas a los que se refiere: seguimiento a la opinión de los colombianos sobre el rumbo del país, el gobierno del presidente Santos y otros temas de opinión de actualidad nacional. • Preguntas que se realizaron: ver cuestionario anexo. • Tipo de la muestra: muestreo estratificado, multietápico, primera etapa selección de municipios, segunda etapa selección de secciones cartográficas, tercera etapa selección de manzanas a visitar (en cada conglomerado se seleccionan los hogares a entrevistar). Para las entrevistas telefónicas, muestreo aleatorio a partir de bases de datos propiedad de Ipsos-Napoleón Franco. El método de selección del entrevistado en el hogar, es la persona presente en el hogar y residente habitual del mismo, mayor de 18 años, próxima a cumplir años. • Personajes por los que se indagó: Alejandro Ordóñez, Álvaro Uribe, Barack Obama, Carlos Holmes Trujillo, Edgardo Maya, Enrique Peñalosa, Germán Vargas Lleras, Gustavo Petro, Humberto de la Calle Lombana, Iván Duque, Jorge Eduardo Rojas, Jorge Fernando Perdomo, Jorge Hernando Nieto, Jorge Londoño, Juan Fernando Cristo, Juan Manuel Santos, los ministros y principales funcionarios del presidente, los comandantes de las Fuerzas Militares de Colombia, Luis Carlos Villegas, María Ángela Holguín, Marta Lucía Ramírez, Mauricio Cárdenas, Nicolás Maduro, Óscar Iván Zuluaga, Rafael Correa, Rafael Pardo, Rodrigo Londoño Echeverri, alias Timochenko, Sergio Fajardo, Simón Gaviria. • Área / cubrimiento: Armenia, Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Cali, Ibagué, Itagüí, Medellín, Montería, Pasto, Santa Marta, Soacha y Tuluá • Ponderación: muestra ponderada por región, NSE, edad y género con las proyecciones del Dane a 2016.