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Salario mínimo, sigue el víacrucis.

Central obrera propone usar el incremento en el salario mínimo como reactivador de la economía. Empresarios en contra, basados en estudios económicos.

10 de diciembre de 2008

El salario mínimo debería ser usado como herramienta para reactivar la economía. Así lo estima Tarsicio Mora Godoy, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).  El dirigente sindical sostiene que  un aumento salarial superior al de la inflación incrementaría el consumo y con ello el crecimiento nacional.

 

El movimiento sindical pidió subir el salario mínimo legal en 14% y el subsidio de transporte en el 20%, a partir del 1 de enero de 2009, en el marco de la negociación salarial de fin de año. Los empresarios plantearon un incremento de 6,5% por ciento.

¿Pero tiene razón Mora en la conveniencia de subir el consumo por la vía de un mayor salario mínimo? Los estudios económicos recientes muestran que el empleo formal no calificado puede caer 25% si el salario mínimo aumenta en 100%. Si se acogiera la propuesta de aumento del salario de las centrales obreras de 14%, el empleo formal no calificado caería en 3,5%, esto es, cerca de 700.000 personas perderían su puesto.

El problema del desempleo es más serio para los grupos de trabajadores no calificados, tal vez el grupo más pobre entre los formales. Los mismos estudios muestran que el empleo calificado no se modifica con los aumentos del mínimo.

Con todo, a primera vista, la cuenta de Tarsicio Mora podría parecer atractiva para aumentar el consumo. Si se considera que cerca de 2,4 millones de empleados formales ganan alrededor del salario mínimo, se tiene que aún descontando nuevos desempleados que dejaría el aumento, quedarían 1,7 millones de personas que recibirían el aumento.

Sin embargo, este cálculo tiene dos problemas. De un lado, que obstáculo de mediano plazo de Colombia no es de falta de consumo. Por el contrario, los aumentos de consumo tienden a descarrilar al aparato productivo de su senda de crecimiento, porque afecta la balanza de pagos y la estabilidad financiera.

“El país no necesita remedios de corto plazo que dañen el desempeño en el largo plazo. Hay que pensar en fórmulas que sean buenas también para el mediano plazo”, le dijo a Dinero.com un economista laboral conocedor del problema. 

El otro problema estaría en pensar que un aumento en el consumo, que afectaría la inflación no sería contrarrestado por el Banco de la República. Si la autoridad monetaria fuera débil, usaría cualquier excusa para dejar subir la inflación. El aumento del mínimo sería una disculpa perfecta.

No obstante si, como se sabe, la autoridad monetaria es fuerte, saldrá a contener los brotes de inflación que se generen con el aumento de consumo del grupo de personas que reciben el incremento de salario.

 

Así visto, la subida del mínimo no tendría el efecto que pronostica Mora, al menos no en la proporción que espera.

El presidente de la Andi Luis Carlos Villegas, dijo que para el año entrante es imposible que se pueda convenir un incremento real, es decir por encima de la inflación, para el salario mínimo.

 

Los industriales dicen que debido a la situación económica del país y la baja productividad laboral que se enfrenta actualmente, es muy difícil llegar a un ajuste salarial superior al costo de vida.

Entre enero y noviembre del 2008, la inflación se ubicó en 7,20% y en los últimos doce meses marcó un 7,73%.

Para evitar remesas

Otro argumento en favor del aumento del mínimo por encima de la inflación está, según el presidente de la CUT, en que eso limita las utilidades de las empresas extranjeras que en este momento están haciendo giros enormes a sus casas matrices para conjurar los problemas de recesón en los países desarrollados. 

 

“No queremos que nos saquen toda la sangre y se la lleven al exterior”, puntualiza el líder sindical. 

Pero además de el incremento de salarios, para Tarsicio Mora, no hay una política de empleo que incentive la economía, hace un llamado para que se invierta más en lo social. “En Europa la mayoría de los gobiernos es incentivar la economía domestica, ¿por qué aquí no?”, cuestiona.