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Las Farc arremetieron contra concejales en Puerto Rico Caquetá

Miércoles 25, 8:00 horas. Con los cuatro asesinados ayer, ya son nueve los concejales asesinados en Caquetá entre el 20 de mayo de 2004 y el 24 de mayo de 2005. Informe especial de Jorge Eliécer Quintero.

Jorge Eliécer Quintero Cuellar*
22 de mayo de 2005

A plena luz del día de ayer (2:45 de la tarde) y en plena sesión del Concejo Municipal de Puerto Rico Caquetá, un grupo de guerrilleros de las Farc que se movilizaban en una camioneta Toyota Land Cruser color vino tinto, protagonizaron el atentado más grande que se haya perpetrado contra los Concejales en el país.

Cuatro concejales y el secretario de esta corporación fueron asesinados a sangre y fuego (ver recuadro), a pesar de estar a solo 20 metros de la Estación de Policía de esta localidad y a menos de 15 minutos de una base militar del Batallón Cazadores de la Décimo Segunda Brigada del Ejercito.

Los ocho concejales que sobrevivieron -dos heridos graves y seis ilesos- no se explican cómo fue posible la incursión guerrillera.

"Yo estaba en la parte posterior del Concejo, ya íbamos a terminar la sesión cuando yo alcancé a ver una camioneta Land Cruser color vino tinto con los guerrilleros, que entraron rápidamente, mientras la camioneta daba la vuelta. Luego ellos salieron y la emprenden contra la garita de la Policía. Yo inmediatamente salté por la ventana y los guerrilleros se metieron al interior del Concejo. Yo logré escapar gracias a Dios de este terrible atentado". Así relató los primeros minutos del atentado el concejal Julio Casas Pachón, quien sobrevivió milagrosamente.

"Pedimos que nos apoye el Gobierno de alguna forma para sostener nuestros cargos y seguir adelante, aunque no tenemos establecido si vamos a continuar como concejales", agregó Casas.

Wilmer Lizcano, otro de los concejales que resultó ileso, saltó por una tapia de la parte posterior del Concejo Municipal, con su hijo Adrián Camilo de seis años. "Yo salve la vida mía y la de mi hijo porque desafortunadamente ese día se me dio por llevarlo. Yo escapé por la tapia, me tiré al otro lado", explicó. "No terminamos de entender cómo nos pasa esto a solo 20 metros de la Estación de Policía. Si pienso que hay falencias de seguridad, teníamos escolta que aunque reaccionaron no pudieron impedir esta masacre. Esto es muy triste y así es muy difícil trabajar".

El alcalde de esta localidad, Jorge Hernando Calderón, contó cómo se salvó milagrosamente. Diez minutos antes del atentado estuvo en el recinto del Concejo. Dijo que no piensa renunciar, que apoyará con más bríos la marcha por la paz que tenía programada el Concejo Municipal para este viernes, y que la Presidencia de la República tiene una política centralizada que no defiende a las zonas marginadas.

"Yo no he pensado en renunciar y los concejales aún no han tomado esa decisión, pero lo cierto es que así es muy difícil seguir trabajando, la Presidencia de la República tiene una política centralizada que no defiende a las zonas marginadas. Nunca había ocurrido un hecho de estas dimensiones y mucho menos al frente de la Policía", dijo el mandatario.

"El pueblo debe pronunciarse, inclusive el Concejo tenía programada el viernes una marcha por la paz que estábamos en el propósito de apoyar, pues ahora apoyaremos esta iniciativa con más valor y con más valentía, para demostrarle a los violentos que nosotros no queremos guerra, queremos es vivir en paz", agregó.

De los trece concejales con que contaba el municipio sólo quedan ocho, entre ellos dos heridos. Por ello el mandatario local, buscara alguna herramienta jurídica que le permita reorganizar la corporación y devolverle la institucionalidad y el control político al municipio. "Necesitamos crear alguna estrategia porque con este último atentado, nos quedamos sin Concejo", afirmó.

El comandante del Departamento de Policía Caquetá, coronel Gabriel Rodríguez Castro, explicó que los policías que reaccionaron se encontraban con armas de corto alcance y que la rápida y sorpresiva incursión guerrillera, realizada con armas de grueso calibre, no les dejó muchas opciones. "La arremetida por parte de los delincuentes de las Farc fue grande y sorpresiva. Por eso pudieron neutralizar la acción de la Policía con armamento largo, con ametralladoras y armas de apoyo", aseguró.

De este hecho resultaron dos guerrilleros heridos, también un policía, una periodista de un canal local y un adulto mayor que se encontraba en el parque principal del pueblo.

"Se reforzó la seguridad en el perímetro urbano, se declaró ley seca y obviamente se están realizando los registros y los patrullajes en el sector urbano", agregó Rodríguez Castro.

Los guerrilleros habrían huido en deslizadores que tenían preparados sobre el río Guayas.

* Puerto Rico Caquetá