E C O N O M I A

Unidos contra los riesgos de la mundialización

La OMC, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial son considerados por los que hoy protestan contra la mundialización como los máximos responsables del declive del poder político de los Estados...

5 de junio de 2000

La OMC, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial son considerados por los que hoy protestan contra la mundialización como los máximos responsables del declive del poder político de los Estados y las instituciones democráticas en favor de los intereses de los grandes grupos de presión económicos y financieros. De ahí que veamos desde sindicatos y ecologistas norteamericanos hasta minorías étnicas del mundo entero o campesinos franceses dirigir sus protestas contra estas tres instituciones. La Ronda del Milenio, que fracasó en Seattle el pasado diciembre, debía dar un nuevo paso en la liberalización de las inversiones y el comercio mundial hacia un sistema en el que todo el mundo se regiría por las mismas reglas económicas. El sector agrícola es uno de los que genera más fricción entre Estados Unidos y Europa, con sonadas batallas como la guerra del plátano o de la carne con hormonas. La liberalización que pide Estados Unidos significaría una explotación industrial del campo por el gran capital ante la que sucumbiría el campesino medio. Es una explotación que para poder ser a gran escala se basa, además, en el uso de hormonas o la extensión de los transgénicos, a lo que se oponen no sólo una opinión pública europea más sensibilizada por los temas de salud y calidad, sino también los ecologistas estadounidenses. Los sindicatos de EE UU se oponen a su vez a una liberalización de las inversiones que permite a las empresas trasladarse de un país a otro en busca de mano de obra barata. Exigen el establecimiento previo de unas reglas que aseguren salarios dignos mínimos en todos los países.