El poder y el encanto de las diásporas

La diáspora es el conjunto de personas que comparten un mismo origen nacional o étnico y están dispersos. La relación entre la diáspora y sus países de origen envuelve una amplia combinación de dimensiones y sentimientos. Cuando las personas emigran, muchos de quienes se quedan perciben eso como una pérdida para el país, para otros significa nuevas oportunidades o posibilidades de sobrevivencia.

Las redes de inmigrantes son y han sido una fuente importante de poder económico y político tanto en los países de origen como en los lugares donde se han establecido; y algunos países se benefician más que otros de su diáspora.

Tan solo en el año 2017, el Banco Mundial calculó que US$466 billones fueron enviados como remesas hacia países de renta media y renta baja. En el reporte publicado en el año 2018 por la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), se estima que 3,3% de la población actual en el mundo nació en país diferente a su país de origen (225 millones de personas); pero en países como Cuba, El Salvador o Nicaragua, más del 10% de la población vive fuera del país.

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Recientemente, numerosos países están dando mayor importancia a sus diásporas debido a las contribuciones económicas, sociales, culturales y políticas; pero también existen temores de su participación desde el extranjero en actividades criminales, política, e incluso en terrorismo. Pese a esto, el entendimiento y la teorización de las diásporas y el diasporismo es relativamente nuevo, aunque se haya documentado la diáspora de los judíos del periodo entre los siglos VIII y el VI antes de la era cristiana.

En países como Estados Unidos, el origen nacional o de los ancestros es una dimensión importante de la identidad social. Aunque en el caso de los países africanos, o de países como Irlanda o Italia, los flujos de migración iniciaron hace más de un siglo (debido a las comunidades étnicas, el mantener la identidad dual del país receptor y de origen es común.

Con frecuencia, las identidades duales como African American, Irish American o Italian American, Indian American, Vietnamise American o Chinese American tienen connotaciones profundas, debido a que fueron grupos de inmigrantes que en su mayoría llegaron al país en condiciones precarias, considerándose en desigualdad de condiciones y, por ende, en un difícil proceso de integración económica y social el apoyo de sus connacionales o de quienes compartían características derivadas de su origen étnico o nacional fue importante para la adaptación local, pero también para mantener vigentes los vínculos materiales, culturales, familiares, sociales, políticos y espirituales.  Algunos sociólogos especializados en migración internacional hablan del importante rol de “paisanaje” (de paisanos) en la decisión de emigrar y también en el proceso de ser asimilados buscando una adaptación. 

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Según un artículo en Harvard Business Review, de los investigadores Nirmalya Kumar y Jan-Benedict E.M. Steenkamp, la diáspora puede ser clasificada en cuatro categorías: (i) los asimiladores, o quienes adoptan rápidamente las costumbres y prácticas del país donde se establecen; (ii) marginales, quienes perciben que la sociedad los ha marginado de posibilidades económicas o de educación y por ende se ven forzados a dejar su país de origen, llegando a un país extranjero en condiciones precarias; (iii) afirmadores étnicos, quienes mantienen unas fuertes relaciones con su país y cultura de origen, y mantienen una estrecha relación con su etnicidad, en muchos casos este grupo construye y mantiene su identidad original como mecanismo de preservación para disminuir las presiones de ser marginados; y (iv) los biculturales, que son personas con buenos niveles de educación que mantienen sentido de pertenencia tanto con su país de origen como con el país anfitrión.

Para las empresas de países emergentes y en vía de desarrollo con procesos de expansión internacional, apoyarse en la diáspora de su país origen en los mercados objetivos puede resultar beneficioso y contribuir a acelerar el proceso de expansión internacional, especialmente cuando se hace una estrategia de entrada, de marketing y de apalancamiento centrada en un grupo con características específicas de inmigrantes del mismo país de origen que la empresa en proceso de expansión y consolidación internacional (especialmente con los grupos diáspora clasificados como biculturales y los afirmadores étnicos). 

Diáspora libanesa

Líbano es un país con alrededor de 4 millones de habitantes y se calcula que la diáspora libanesa excede los 8 millones. Después de la guerra civil en el Líbano, muchos libaneses que se fueron han regresado recientemente a su país natal. Retornar al país del origen no es necesariamente una decisión fácil, el proceso de reintegración social y económica supone un proceso de adaptación que requiere de recursos psicológicos y económicos, y conexiones sociales, religiosas y en muchos casos políticas. Con frecuencia, el interés y la decisión de regresar está ligada a recuperar lazos familiares, conectarse con la cultura, con la identidad ligada al origen nacional y de contribuir al desarrollo del país.

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La diáspora libanesa incluye celebres y reconocidos personajes como nuestra famosa Shakira; Gloria Stefan; los actores Keanu Reeves y Salma Hayek; el filósofo escritor, poeta y pintor  Khalid Gibran (1833-1931) autor de obras como “El Profeta”, “El loco”, “El reino de la imaginación” entre muchos otros, Nassin Nicholas Taleb, autor del libro y de la teoría de los “cisnes negros” 

Diáspora venezolana

La diáspora venezolana en Colombia es masiva, diversa y compleja, y es el país en donde actualmente existen más venezolanos (fuera de Venezuela), seguido por Estados Unidos, España y Panamá. Por un lado, incluye un alto número de personas que se encuentran en precarias condiciones económicas y sociales, muchos de ellos aún en situación de irregularidad legal. Pero por el otro lado, grandes inversionistas y exitosos empresarios Venezolanos que emigraron a Colombia están haciendo importantes negocios y contribuyen al desarrollo económico y social de Colombia.

La emigración de venezolanos ha aumentado de manera drástica desde el 2016, e incluso se han reportado abusos de funcionarios del gobierno comerciando pasaportes para facilitar el movimiento internacional de los venezolanos.

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