JUAN CARLOS SANCLEMENTE

El trabajo comercial en tiempos difíciles

Amenazas como la que estamos viviendo ahora ciertamente crean interrupciones y trastornos, pero se pueden utilizar estrategias efectivas y seguir cumpliendo con el logro de los objetivos empresariales, por lo menos en varios sectores económicos.

Juan Carlos Sanclemente Téllez, Juan Carlos Sanclemente Téllez
4 de abril de 2020

Toda esta coyuntura crea oportunidades de explorar nuevas modalidades de trabajar que probablemente generarán beneficios en el largo plazo. 

Una gran parte de la fuerza productiva de numerosas empresas se encuentra en este momento laborando desde sus hogares debido a la emergencia que lamentablemente atravesamos a nivel mundial y es muy importante desarrollar políticas claras y flexibles que empoderen a los empleados pero que al mismo tiempo se valore la confianza y el compromiso de todos, el apoyo a los colaboradores es decisivo.   

Como consecuencia de la dificultad actual, esa flexibilidad que deben exhibir las organizaciones se ha visto acentuada y se ha llegado a comprobar mediante estudios que tiene incidencias positivas en el rendimiento de los negocios. 

Desafortunadamente esto no ocurre en relación con todo tipo de trabajadores en los diversos sectores de la economía de un país pues muchos de estos requieren la presencia de sus empleados, y qué no decir, como sucede en nuestro país, del caso de aquellos que desarrollan actividades independientes o incluso informales y/o que obligatoriamente se ven obligados a salir a la calle a buscar su sustento.

Pero bueno, aquellos que tienen esa valiosa oportunidad de “teletrabajar” y sus respectivos jefes, encontrarán esta circunstancia como muy provechosa para implementar novedosas políticas laborales que sean de utilidad común.

No obstante, la forma de hacerlo, los modos de comunicarse y la dinámica en que interactúan los equipos, sufren modificaciones con esta emergencia y adicionalmente las personas están evidenciando incertidumbre, ansiedad y vulnerabilidad respecto a la situación por lo que todo este nuevo “modus operandi” se convierte en un gran reto desde varias perspectivas.

En aras de garantizar efectividad en la nueva manera de trabajar desde la casa de millones de seres en todo el mundo, han surgido innumerables estrategias propuestas por un sinnúmero de variados autores, y lograr que los equipos sigan colaborando realmente y que los negocios no pierdan su impulso:

  • Es necesario que todos entiendan los objetivos que se persiguen con la modalidad de trabajo al igual que su rol en el desempeño. Corresponde a las compañías aclarar una y otra vez estos aspectos y la responsabilidad de cada uno en los resultados en su conjunto por lo que se impone una muy buena comunicación. Los sujetos pueden pertenecer a distintos grupos o proyectos y también se presenta el caso de un incremento inesperado de actividades a realizar lo que compromete las capacidades individuales.
  • Los jefes o líderes deben enfatizar no tanto en las tareas sino en las personas y en las “interacciones” que pueden llevar a cabo con sus dirigidos. Tener en mente sin distinción a todos los miembros y programar reuniones virtuales periódicas y que estas incluyan temas personales aparte de los profesionales promoviendo la camaradería “humanizando” la comunicación mutua.
  • Comprender los “nuevos” entornos de trabajo de los colaboradores (las condiciones en casa, las distracciones, las situaciones individuales, etc.). Es importante entender el contexto de cada uno al igual que sus limitaciones pues todos están enfrentando un desafío muy significativo, lo cual podría llevar a considerar elasticidad en los horarios de las reuniones y no realizar suposiciones de ninguna índole respecto a los deberes y al grado de compromiso de los individuos.

Ahora bien, en el campo comercial, especialmente en los negocios B2B (de empresa a empresa), he venido insistiendo en varias de mis columnas en que las tecnologías de automatización y digitalización pueden ofrecer importantes beneficios de productividad que no debemos ignorar y sobre todo en el uso de distintas herramientas en la función de ventas y en su proceso fundamental al igual que en la de marketing

Ciertas ocupaciones se automatizarán completamente, en otras lo harán tan solo algunas de sus tareas y en el caso de los directivos de marketing y ventas, por ejemplo, se hace evidente el  gran reto que tienen hoy en día: dotar a su personal de las habilidades y competencias que les sean más útiles para ir abordando los cambios incesantes en el orden económico, tanto de mercado como de industria, pero también la presencia de eventos impredecibles e incontrolables como el que lastimosamente enfrentamos en este instante y que imponen inéditas formas de actuar.    

¿Podría llegarse a considerar el teletrabajo en este terreno comercial? ¿De qué instrumentos específicos dispone un vendedor, un gerente de ventas, en una situación como la presente, o en ese escenario laboral del “futuro” que se avizora, para seguir atendiendo su profesión de manera conveniente y efectiva? Estos serán temas que tocaré en unas próximas columnas.