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La paz en Colombia podrîa ser posible...

Semana
29 de agosto de 2012

En medio de una de las divisiones mas antagônicas entre la clase polîtica tradicional y emergente, de un contexto regional progresista y de ascenso en las luchas democrâticas y civilistas del paîs nacional, se abre otra vez, una agenda de paz con la insurgencia izquierdista.

Lecturas del momentus de los actores :
Mientras la burguesîa ilustrada ha venido entendiendo que, llegô el momento de sentarse nuevamente con la insurgencia, para alcanzar la paz( ante el fracaso estratégico del proyecto polîtico-militar de SEGURIDAD DEMOCRATICA, que terminô combinando todas las formas de guerra legal e ilegal sin ningûn pudor), también entiende que de continuar la guerra, llegado el caso, lo harîa de la mano del TRADICIONAL FUERO MILITAR y sin la ayuda de fuerzas paramilitares.

La burguesîa emergente sigue atrapada en la lôgica militar-paramilitar, de la derrota militar, para alcanzar la paz de la guerra. Necesitan hacerse al poder y al gobierno. otra vez, para permanecer en guerra permanente y evitar asî, responder por sus crîmenes. Dos visiones diferentes de como continuar con la constituciôn polîtica de 1886.

La insurgencia también puede estar entendiendo que, el contexto regional internacional les favorece ; ademâs que es la polîtica y no la guerra, la que puede estar creando un quiebre estratégico para acceder al gobierno y después al poder.

Maniobras tâcticas y pragmatismo de las partes :
Estas maniobras tâcticas de las partes, en donde el establecimiento por un lado, no obstante el respaldo de los Estados Unidos a través del PLAN PATRIOTA, no ha podido derrotar militarmente a la insurgencia y de otro lado, en donde la insurgencia no ha podido avanzar militarmente de la guerra de guerrillas a la guerra de posiciones, talvez les ha hecho entender que, es la hora de pasar de la guerra a la polîtica. De ahî saldrâ una verdadera estrategia de paz si, entienden el momento histôrico o una estrategia de guerra, sin son inferiores al mismo.

El pragmatismo se impone transitoriamente para acordar una agenda de diâlogo. La ideologîa volverâ posteriormente en las agendas respectivas, para definir las diferencias de proyecto polîtico y de modelo de gobierno. Es ahî en donde empezarân las dificultades.

Los peligros acecharân :
Ese escenario que apenas comienza, va a estar sembrado de peligros. Vendrân dîas de terror. El actual gobierno deberâ estar atento.

Qué pensar también en ese orden de ideas, de las acciones desesperadas de la insurgencia guerrillerista(la derecha de la izquierda). Talvez algunos seguirân pensando que, seguir escalando la guerra, los posicionarâ mejor en la mesa de diâlogo. Esto por cuanto hasta el momento, dialogarân en medio del conflicto civil y politico. La realidad es cruel.

Agendas diferentes y el papel de las mayorîas:
La agenda y sobre todo las negociaciones no van a ser fâciles. Son proyectos polîticos y modelos de gobierno diferentes. La clase polîtica tradicional se juega la continuidad en el poder y el gobierno y de otro lado, la insurgencia pretende entrar por la vîa de las negociaciones al gobierno, para después ir por el poder.

Mientras esa agenda empieza a cocinarse a fuego lento, las mayorîas nacionales no pueden ser ignoradas. Son ellas las que tendrân que unirse, organizarse, movilizarse, para ser actor de primera lînea y decisivo en los temas mâs cruciales. El pueblo es la lînea transversal por la cual tendrâ que avanzar ese proceso de paz.
Toda decisiôn definitiva para sentar las bases de otro paîs, tendrâ que pasar por la participaciôn popular. Las armas no podrân pasar ante la polîtica.

Otra vez la asamblea constituyente para ampliar la democracia :
Una asamblea nacional constituyente al final del proceso y, en donde a través de mecanismos de participaciôn popular, las diferencias antagônicas de proyecto de poder y de modelo de gobierno, sean votadas y/o decididas, por la participaciôn ciudadana. En otras palabras, es la ciudadanîa polîtica que al final, tendrâ que convalidar o no, lo resuelto por la constituyente. De la democracia representativa a la democracia directa.

Del estado social y democrâtico de derecho que, se habîa obtenido en materia de ciertos derechos civiles y polîticos(mecanismos de participaciôn popular, tutela, etc) y no de derechos sociales y econômicos(cambio de proyecto polîtico- econômico y sus consecuencias estructurales), con la constituciôn polîtica de 1991, pasamos con el desmonte transitorio de ella, al estado de derecho otra vez.

La politizaciôn de la fuerza pûblica alrededor del paîs polîtico y de la teorîa de la seguridad nacional continûa. Las consecuencias saltan a la vista. Cada dîa se evidencia que, lo que ha venido existiendo en materia de violaciones a derechos humanos y de derecho de gentes, obedece mâs a una polîtica de Estado que a un Estado de la Polîtica. Estas responden mâs a los intereses de las clases altas, que a los intereses de las mayorîas.

En materia de soberanîa nacional, seguimos haciendo parte del imperio de los Estados Unidos, en condiciones de desigualdad. Colombia hace parte de sus polîticas hegemônicas pero en condiciôn de vasayo. Las bases militares son la afrenta mâs sensible a nuestra soberanîa.

La apertura econômica de privatizaciones de sectores estratégicos y de la internacionalizaciôn con desventajas comparativas, continûa y continuarâ a través del PROYECTO POLITICO ECONOMICO NEOLIBERAL. La matriz de la constituciôn polîtica de 1886 estâ hoy mâs vigente que nunca.

Serîa importante que este proceso de paz tuviera un capîtulo relativo a la impunidad estratégica. Se hace necesario conocer la verdad histôrica y procesal de tanto crîmen de guerra y/o de lesa humanidad.
Colombia necesita saber ciertas verdades, entre otras, qué pasô con el crîmen de GAITAN AYALA, del exterminio de la Uniôn Patriôtica, del PROCESO 8000, y que a propôsito URIBE VELEZ, podrîa ayudar a develar, ya que los verdaderos responsables de la otra parte del establecimiento estân pasando de agache.

De frustrarse la construcciôn de otro paîs, alrededor de BOLIVAR y de SANTANDER, seguirâ la cruenta guerra. Guerra en lo polîtico y guerra en lo econômico.

Llueva, truene o relampaguee, que Colombia alcance la paz con justicia social…todo depende del pueblo en general.

Luis Manuel CARRERO GOMEZ