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Como un juego

La Universidad de Harvard eligió a Javier González como uno de los 30 agentes del cambio en América Latina.

13 de agosto de 2001

Cuando cuatro hombres se sientan frente a una mesa en el andén de una de sus casas para jugar dominó la mayoría de las personas piensan que se trata de un grupo de vagos. Javier González no. Para él esta imagen fue el punto de partida de uno de los experimentos pedagógicos más exitosos de Colombia y de algunos países de Centroamérica. González es un manizaleño dotado de una habilidad innata para descomplicar lo que los demás ven complicado. Estudió pedagogía y en 1960 se trasladó al municipio caldense de Anserma para trabajar como profesor en una escuela. Por las tardes, cuando terminaba la jornada, jugaba dominó con los adultos iletrados, quienes odiaban ir a clases pero siempre ganaban con facilidad las partidas. El se preguntaba cómo alguien que no sabía leer podía ser tan bueno en un juego que requiere tanta concentración.

Un día encontró la respuesta: “El dominó se aprende libremente, es un descubrimiento ligado al goce de saber, sin exámenes ni calificaciones, es una actividad que no causa temor”. A partir de ese momento comenzó a trabajar en el diseño de un método de aprendizaje de la lectoescritura y la matemática, similar a un juego, al que bautizó ‘abcdespañol’. Mientras enseñar a leer, escribir, sumar, restar, multiplicar y dividir le toma a un profesor de cualquier colegio tres años con este sistema una persona se demora máximo seis meses. La clave: el juego. Porque para ‘El Profe’, como lo llaman sus alumnos, “lo más serio del sistema educativo es el recreo”. Con este sistema González ha logrado alfabetizar a más de medio millón de adultos en Colombia y en otros seis países de la región.

El ‘abcdespañol’ funciona como una lotería, en la cual lo más importante es convertir el ojo en una cámara fotográfica. Los tableros y cartones con dibujos van del nivel 0 al 20 y tienen más de 2.500 combinaciones. A medida que los alumnos avanzan se eliminan los dibujos para que tengan capacidad de abstracción. Habilidades necesarias para los juegos de mesa, como la memoria, capacidad de inferir, capacidad de análisis y de síntesis, son las mismas que se requieren para aprender a leer y escribir. Así, jugar se convierte en una forma natural de organizar el conocimiento. Ha sido tanto el éxito que la deserción escolar ha bajado del 60 al 5 por ciento con este método.

El invento de este paisa para alfabetizar recolectores de café y cortadores de caña de azúcar en la zona cafetera le ha cambiado el sistema educativo a Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, República Dominicana y Panamá, que han bajado el índice de analfabetismo en un 20 por ciento. Este año se hizo la adaptación del método para las cuatro lenguas indígenas mayoritarias en esos países. Aunque el programa fue creado en principio para adultos, acaba de ser aprobado para aplicarlo a los niños de primer grado escolar dentro del Proyecto centroamericano para el mejoramiento de la calidad en el aprendizaje. Este programa, financiado por Taiwan, se espera haberlo implementado en todos los países centroamericanos para finales de este año.