Si su hijo(a) transita por el género

1. Infórmese y distinga entre la orientación sexual (hacia donde se dirige el deseo: homosexual, bisexual o heterosexual) y la identidad de género (que es la construcción personal: femenina o masculina). Son dos cosas diferentes, asegúrese de cuál es el caso de su hijo.

2. Investigue con profesionales de la salud sobre cómo realizar un tránsito seguro.

3. Tener un hijo en tránsito es asumir un nuevo nacimiento. Procure hacer el duelo de la antigua imagen de ese ser y recibir al nuevo hijo o hija.

4. Un hijo transgénero lo enfrentará a sus más íntimos miedos y prejuicios en relación con la sexualidad. Esté preparado para una transformación profunda de su vida, que lo hará un ser humano más abierto, compasivo y sensible.

5. Destierre el tema de la culpa. El tránsito por el género es una condición del ser humano, no una consecuencia de algo.

6. Busque apoyo espiritual si lo requiere, existen teologías y grupos de apoyo respetuosos con la diversidad.

7. Diríjase a su hijo con el nombre que él eligió y con el género con el que se identifica. Esto ayuda a interiorizar el cambio, denota respeto y amor y protege a su hijo de exponerlo a violencias.

8. Infórmese con argumentos para afrontar burlas y ataques. Recuerde que en Bogotá existe una política pública LGBTI que garantiza los derechos de las personas que hacen su tránsito de género.

9. Hable con su hijo sobre salud sexual en personas transgénero y sobre los avances jurídicos y legales que los cobijan.

10. Siga amando a su hijo o hija, es el mismo ser que usted educo. Su amor lo protegerá de la violencia, los prejuicios y lo hará más seguro de sí mismo.

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