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Comportamientos

Lo que debes hacer si tienes una mascota agresiva

Al igual que los humanos, los animales de compañía pueden llegar a desarrollar todo tipo de miedos e inseguridades que se pueden traducir a comportamientos agresivos.

Diego Alejandro Mora
20 de abril de 2017

Para el dueño de una mascota no siempre es tarea fácil el tratar de interpretar qué es lo que está sintiendo su animal, por la evidente barrera comunicacional que se presenta entre las especies.

Por tal motivo es importante que aprendas a reconocer las diferentes manifestaciones corporales y comportamentales que tu perro o gato te muestra en sus actividades cotidianas, con mayor urgencia si se trata de eventos donde predomine la agresividad y se vea comprometida la integridad de las personas o de los otros animales.

Lo primordial en este tipo de casos es acudir a una persona que sea experta en el manejo de animales de compañía, que seguramente va a tener más bases teóricas y prácticas y te podrá indicar cómo tratar los comportamientos errados de tu mascota.

Aprende esto: Un perro NO nace "potencialmente peligroso", se hace

Por tal motivo hemos consultado a Ana María Velasco, quien es Etóloga y entrenadora de mascotas de asistencia. Ella, desde su experiencia, explicó que un animal puede llegar a desarrollar tres tipos de agresividad:

Agresividad Ofensiva

Es cuando el animal se muestra muy dominante y adopta una postura que lo hace parecer más grande. Podrás identificar que tu mascota presenta este tipo de agresividad si notas que tiene las orejas paradas, muestra sus dientes de forma amenazante y levanta su cola a su punto más alto. También suelen erizarse y mirarte a los ojos fijamente, buscando retarte y demostrarte que atacará. Eventualmente lo hará.

Agresividad  defensiva

Este otro tipo se presenta cuando el animal trata de defenderse, porque tiene miedo o inseguridades. Es cuando tu mascota adopta una posición agachada, para verse más pequeño, con las orejas hacia atrás, muestra los dientes y tiene la cola entre sus patas. Estos perros o gatos no deberían atacar a las personas si estas no se acercan a su “zona crítica”.

Agresividad por protección de recurso

Esta se hace evidente cuando el animal trata de proteger algo o alguien que él cree propios o que efectivamente le pertenece, como cuando tratas de retirarle su alimento o un juguete y este se torna violento y trata de agredirte.

¿Tú puedes provocar comportamientos agresivos en tus mascotas?

En muchas de las ocasiones en las que una mascota llega a desarrollar agresividad se pueden encontrar antecedentes que están relacionados con los errores que cometen los amos o personas cercanas a los animales, que dejaron como resultado un recuerdo negativo que propicia este tipo de actuar en el individuo.

Velasco nos comentó que, por ejemplo, cuando a tu casa llega una persona con atuendos extraños como cascos, gorras o uniformes y tu perro o gato no están previamente familiarizados, los más probable es que se presenten comportamientos que afecten la convivencia, pues tu mascota en ese momento intentará preservar su integridad.

Estas situaciones son más propensas a presentarse cuando hay una evidente falta de socialización o cuando no fueron corregidas correctamente cuando se presentaron en el pasado.

“Si tu manipulas al perro o al gato cuando no está acostumbrado a que lo manipulen, esto puede detonar una agresividad. Del mismo modo, al momento de dar un medicamento estás invadiendo su espacio y si él está asustado, se va a presentar este comportamiento”, aseguró Ana María

¿Debes acercarte a una mascota agresiva?

Ana María te recomienda lo siguiente:

“Lo mejor es que no te acerques, que dejes que el animal se tranquilice y que vuelva a tener seguridad, porque, si se trata de agresividad defensiva, el animal puede sentir en su mente que su vida está pendiendo de un hilo, entonces él se defiende con todo lo que tiene. O ataca, o muere”.

Cuando se presenta la agresividad ofensiva, lo mejor es que retrocedas y acudas a un persona experta para que esta sortee de forma adecuada la situación. Esto, ya que en dichos episodios el animal no dudará en atacarte por más que te mantengas lejos de él y tu integridad se mantendrá en peligro así no tengas intención de acercarte.

¿Qué puedes hacer?

-No mirar directamente a los ojos

-No invadir su espacio

-Mantener una distancia prudente entre tú y el animal

-No manipular a la mascota agresiva

-Puedes castrar al macho si no presenta una agresividad ofensiva

-Si tienes una hembra agresiva, recomienda Ana, lo mejor es no esterilizarla, pues tras este procedimiento se pierden hormonas que naturalmente llegan a controlar este tipo de comportamientos.

Lo más importante es que busques siempre la ayuda de una persona especializada, pues en algunos casos la agresividad se da como consecuencia de enfermedades físicas, como problemas de tiroides o neurológicos.

Recuerda que los entrenadores y los etólogos son una fuente importante de información para que logres entender por qué tu mascota está presentando comportamientos agresivos y son ellos los que te pueden decir cómo contrarrestar esos episodios.

Bueno saberlo: Los gatos son amorosos y  disfrutan estar con sus dueños ¡No más fama de frívolos!

Fotografía: 123 RF

¿Qué no debes hacer?

La etóloga recomiendo jamás someter al animal, pues se va a generar una reacción violenta de su parte, ya que estará buscando defenderse y pondrías en peligro tu corporalidad y la de las otras personas.

El uso del bozal es bastante efectivo en estos casos, siempre y cuando tengas presente que un perro no debe permanecer  periodos de tiempo extensos con este elemento, pues eventualmente se estaría incurriendo en un maltrato al no dejarlo comer ni tomar agua.