El abogado Jaime Lombana y el detenido Enrique Pardo Hasche | Foto: SEMANA

EXPEDIENTE URIBE

Jaime Lombana, tras visitar a Enrique Pardo Hasche en prisión: "Me sentí usado"

El abogado fue mencionado por Enrique Pardo Hasche por una presunta reunión en prisión en la que habría coincidido, sin saberlo, con el también abogado Diego Cadena.

7 de septiembre de 2020

El abogado Jaime Lombana, abogado del exsenador Álvaro Uribe Vélez, rindió testimonio ante la Corte Suprema de Justicia el 6 de septiembre de 2019. Lo hizo ante el magistrado César Reyes, quien escuchó a las partes que dieron su testimonio con relación al proceso contra el expresidente por supuesta manipulación de testigos y soborno. 

Allí, fue consultado por la versión de Enrique Pardo Hasche, la persona compañera de celda de Juan Guillermo Monsalve y quien mencionó al abogado cuando rindió testimonio ante la Corte y que fue revelado por Vicky en SEMANA.

"Lo vi durante diez minutos en la sala de abogados en La Picota. Antes de eso no y después de eso no. Que yo sepa es el compañero sentimental de una hija de María Mercedes Williamson, de nombre Natalia Londoño Williamson. "Lo que hablamos fue que él podía presentar algún recurso jurídico que obligara a las directivas de la cárcel y de la EPS a hacerme la intervención quirúrgica porque la hernia estaba llegando…”, dijo Pardo Hasche. 

El compañero de Juan Guillermo Monsalve le dijo a la Corte Suprema que el día que llegó el abogado Diego Cadena a buscarlo a él y a Juan Guillermo Monsalve, coincidencialmente estaba el abogado Jaime Lombana. Reuniones que, según indicó, no guardaban relación. Por cuenta de esta reunión, el abogado Jaime Lombana fue consultado por el Alto Tribunal para conocer sus motivos de visitar al compañero de prisión de Monsalve. Tal cual lo dijo Pardo Hasche, la visita no duró más de 10 o 15 minutos y el motivo era el asunto de salud del detenido. 

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Así llegó Jaime Lombana a Enrique Pardo Hasche

Magistrado: ¿Doctor Lombana, usted en la actualidad es abogado defensor de alguno de los dos congresistas, vale decir, el representante a la Cámara Álvaro Hernán Prada o del senador Álvaro Uribe Vélez?
Lombana: Magistrado, del representante Álvaro Hernán Prada no lo he sido ni lo soy. Del senador Álvaro Uribe, lo he sido y lo soy y de su familia.

Magistrado: En los radicados que en indagación preliminar adelanta la Corte Suprema de Justicia relacionados con la presunta vinculación del hoy senador Álvaro Uribe Vélez, a grupos o promoción de grupos paramilitares durante la época en que él fue gobernador de Antioquia, en esa indagación preliminar que adelanta la corte usted es abogado de él.

Lombana: No que yo lo recuerde, magistrado.
Magistrado: En la indagación preliminar que adelanta la Corte en relación con la presunta manipulación de testigos dentro del radicado 52601 en indagación preliminar, que se adelanta contra el senador Álvaro Uribe Vélez, usted tiene algún tipo de representación judicial allí?

Lombana: Magistrado, yo no recuerdo los radicados de memoria, pero no tengo representación alguna en mi mente de haber ejercido la defensa del doctor Uribe en temas como el que usted me menciona de manipulación de testigos. Llevo muchas otras defensas, son decenas de procesos, magistrado, unos en la Corte, otros en la Comisión de Acusación, pero ninguno en relación con el tema que usted menciona.

Magistrado: ¿Usted conoce al señor Enrique Pardo Hasche?

Lombana: Magistrado sí, lo conocí por la siguiente razón: yo inicio una relación afectiva con Natalia Londoño Williamson para el año 2017, ella dentro de esa relación normalmente los fines de semana yo voy o iba mejor, más en esa época a su finca en Subachoque que se llama concretamente La Caballeriza, es un pequeño predio rural, y voy casualmente porque Natalia es mi novia, es mi pareja y porque a mí me gusta el campo, yo soy un hombre de provincia a pesar de vivir muchos años en Bogotá. Por esa razón, solía ir con más frecuencia en esa época aquí ahora a la finca los sábados o el domingo siempre iba y almorzaba, tengo un caballito en la finca de ellos y pues básicamente iba a llevarle la comida al caballo, a verlo y estar con la familia de Natalia, muchas veces en compañía de mi hijo.

En un sábado o domingo estábamos en la casa de Subachoque, recuerdo perfectamente la chimenea y María Mercedes Williamson, mamá de Natalia es decir mi suegra, me dice que su hermana está casada con un señor Pardo, Enrique Pardo, que es un tema absolutamente lamentable la historia de ellos y me comenta la situación de Enrique, pues es lamentable porque él lleva muchos años detenido, que su hermano ya había salido y yo le pregunto si el señor Pardo que él me estaba mencionando era hermano de Hilda María Pardo, ella me dice que sí, que claro, que era el hermano y yo magistrado le tengo un gran aprecio a la doctora Hilda María Pardo por varias razones, la primera porque ella es la vicepresidenta jurídica de Claro, antes Comcel y es una persona de mucha confianza del señor Carlos Slim, un industrial mexicano.

Yo suelo ser grato en mi trato social, que tengo muy poco, pero cuando es de alguien que me ha dado trabajo, trato de ser grato en mis maneras, yo le digo y le digo a ella, incluso doctor, siempre le digo doctora Hilda María o bueno, la saludaba porque últimamente después de este episodio al parecer le dio vergüenza y vi que miró para otro lado, eso fue concretamente en el aeropuerto de Santa Marta. Estaba yo con el profesor Luis Greco y me acuerdo cuando me la encontré y miró para otro lado, creo yo que en una actitud de vergüenza.

Mi suegra me dice que Enrique Pardo tiene una situación de salud, una hernia concretamente y que está tratando de que lo operaran o algo así, yo le contesté durísimo,  me parece María Mercedes, y ella me dice: ¿Jaime, tú podrías algún día ir a visitar a Enrique? y yo contesté, pues yo no sé si arrepentirme o no, pero le dije sí Maria Mercedes, porque me lo estaba diciendo mi suegra y Natalia también me decía que es mi tío, es el papá de mis primas hermanas y yo dije pues yo voy un día, yo para mis adentros decía voy y lo escucho, y miro qué puedo hacer pero voy, uno cumple con entrecomillas el favor que me está solicitando mi suegra y mi novia y de paso, pues debo ser sincero, influenció mucho ese respeto y esa gratitud que yo le tengo a la doctora Hilda María Pardo. Tal vez intentamos ir en unas tres o cuatro ocasiones antes de la fecha que finalmente fui a visitar a Enrique Pardo.
Magistrado: En esos tres o cuatro intentos, ¿fue al lugar de reclusión donde se encontraba Enrique Pardo?

Lombana: No señor magistrado, excúseme si me expresé mal, pero creo no haberlo hecho. Yo no fui nunca a visitar a Enrique Pardo sino una vez en mi vida y lo que dije fue que antes de esa fecha en la que finalmente fui, que fue en febrero de 2018, yo había dicho María Mercedes puedo tal día, normalmente le decía el domingo, creo que puedo ir el miércoles o el jueves sin ser preciso el día en que iba a ir, pero finalmente yo le escribí o hablaba no lo recuerdo, y le decía María Mercedes no puedo no alcanzo a ir, estoy lleno de cosas, no alcanzo a ir no me parecía muy grato pues ir hasta La Picota al tema, pero en alguna ocasión tenía que cumplirle el favor que me habían solicitado mi suegra y mi novia. Finalmente, que quede claro, nunca intenté ir a La Picota antes y puede revisar las entradas y se certificará que nunca más fui a La Picota, yo finalmente voy, yo no me acordaba la fecha yo le pregunté a María Mercedes, usted tiene cómo precisar la fecha, yo la verdad no me acuerdo, sé que fue en febrero de 2018, ella me dice que fue el 22 de febrero, pero yo no lo recuerdo y ahí ese día conozco por única vez, y es mi única visita al doctor Enrique Pardo o al señor Enrique Pardo y creo que fue una reunión de no más de 15 minutos.  

Magistrado: ¿Doctor Lombana, qué le transmitió a usted específicamente hablando pues María Mercedes ,su suegra, y su novia con relación al propósito de esa visita? ¿Cuál era la misión?

Lombana: Que Enrique Pardo tenía un problema de hernia que cada vez aumentaba y que se le empeoraba y que él necesitaba ser intervenido quirúrgicamente y que no tenía cómo obtener esa intervención quirúrgica, eso fue una parte o digamos el motivo principal que yo recuerdo que ellos me expusieron claramente.

Magistrado: ¿Ellas en alguna ocasión le expusieron o le referenciaron si en ese momento en que acuden a usted, Enrique Pardo estaba pendiente de alguna gestión judicial en relación con el tema de su estado de salud?

Lombana: No magistrado, no concretamente. Yo en realidad no preguntaba mucho porque no era mi tema, era un día domingo que uno justamente es el día en que no quiere que le hablen de procesos y ella me hablaba del tema de salud de Enrique Pardo, y yo le dije pues vamos un día y yo lo visito.

Magistrado: ¿Le mencionó o no si Pardo había iniciado o promovido alguna acción de tutela en relación con los mismos hechos que serían el objeto de su visita? 

Lombana: No lo recuerdo, magistrado.
Magistrado: ¿Usted no las indagó a ellas?

Lombana: Sí, yo dije pero él ha hecho el trámite y me dijeron es que no sé, ellas no podían concretar, María Mercedes, a pesar de ser abogada, no es muy digamos conocedora porque creo que no ha ejercido la profesión en toda su vida y Natalia menos, porque ella tiene un almacén de muebles y no entiende el tema jurídico para nada y yo le dije que iba y lo visitaba para escucharlo. 

Es más, magistrado, en algún momento unas semanas anteriores me habían planteado inclusive que Enrique estaba mirando con una abogada un trámite y yo escucho y miro sencillamente si están bien las cosas después de opinar verbalmente y vimos a la señora abogada, pero era un tema sobre yo diría que, no era sobre el tema físico sino el tema de los términos de libertad y lo que él llevaba ellos hablaba allá de muchos años de prisión y que el hermano ya había obtenido la libertad que si era posible revisar esas cuentas, yo claramente dije que no era muy bueno en revisar esas cuentas porque no soy bueno en esos temas de cálculos de publicidad y descuentos.

Magistrados: ¿Pero usted sabía doctor Lombana, de la situación jurídica en concreto de Enrique Pardo cuando le propusieron la visita?
Lombana: No.

Magistrado: ¿Usted sabía si estaba procesado o condenado?

Lombana: Yo sabía que tenía un problema grande con la familia del expresidente Pastrana, eso sí lo sabía, pero no sabía ningún detalle ni quién era la víctima. Sé que era la familia concretamente de doña Nora, eso fue lo que María Mercedes me dijo, y lo recuerdo porque María Mercedes Williamson es pariente de ellos, de los Puyana, entonces ella me decía que era una cosa tormentosa y durísima. Eso sí yo lo sabía.
Magistrado: ¿Su novia o su suegra visitaban a Enrique Pardo?

Lombana: Magistrado, María Mercedes me mencionó que ella durante todos esos años era la representante general de su hermana, es decir de la esposa de Enrique Pardo, que ella tenía un poder y que ella era la que digamos representaba a su hermana en ese trámite, que porque su hermana debido a esa situación de los Pardo y de Enrique, se había ido con sus hijas y ellos hablan de las niñas que entiendo que ya no son niñas, después de los años de prisión de Pardo, a los Estados Unidos; ella sí mencionaba que con alguna frecuencia, no sé cuál frecuencia, iba a visitar a Enrique, a llevarle comida y a visitarlo. Supe inclusive que mi cuñada Lina, en una ocasión había ido acompañar a su mamá a visitar a su tío Enrique.

Magistrado: ¿Ricardo Williamson, quién es?

Lombana: No sé, magistrado, supongo que es el hermano de Enrique, pero no lo sé.

Magistrado: ¿Pero no lo ha oído mencionar o no lo conoce?

Lombana: Pues sé que hay un hermano, no sé si haya sido ese el hermano que salió con anterioridad a Enrique, no lo conozco.
 
Magistrado: y tampoco...

Lombana: Ahhhhh Ricardo Williamson, pensé que Ricardo Pardo Williams, a Ricardo William Williamson no lo conozco, sé que es el hermano de María Mercedes, pero nunca lo he visto en mi vida, no lo he tratado y entiendo que entre ellos no hay una relación muy fluida, entre María Mercedes y Ricardo.

Magistrado: ¿Doctor Lombana, usted sabe si su suegra o su novia tuvieron algún tipo de comunicación o contacto con el abogado Cadena?

Lombana: Estoy completamente seguro de que ninguna, magistrado, porque para ambas este tema ha sido absolutamente difícil, engorroso, vergonzoso, no es fácil terminar ellas por visitar a un tío y ellas pues obviamente sienten una gran pena conmigo de haber terminado yo sin, pues acusado y señalado por el señor Guillén y el señor Cepeda, que son malquerientes, y pues algo que yo no tenía idea, ni ellas tenían idea de cuál era la real situación que se podía estar ahí cociendo.

Magistrado: ¿Usted sabe si su suegra o su novia o ambas le informaron, y en caso de haber sido así, a Enrique Pardo cuándo iría usted a La Picota?

Lombana: No tengo idea de cómo fue esa comunicación, cómo se da el hecho de concretar la visita, lo que yo sé es que le digo a María Mercedes: yo hoy puedo y literalmente magistrado a mí ya, como era la cuarta vez que no había podido ir, ya me dio vergüenza y dije tengo que hacer el esfuerzo de ir y recuerdo, por ejemplo, haberle dicho a mi conductor, dentro del carro, que era una pereza el plan de ir a cuenta de la suegra y me acuerdo porque él se reía, fui y entré a visitar y por eso estoy seguro que ella ni conoce a Cadena, y no sé cómo habrán coordinado que sí fuera, que sí supiera Pardo que yo iba a ir, pero el caso es que sí sabía que yo iba a ir. Y no sé si haya sido María Mercedes o el hermano de quien por boca de María Mercedes y de Natalia me dicen que el hermano también visita, es más, con más frecuencia a Enrique. El hermano de María Mercedes creo que se llama a Ricardo Williamson, yo no lo conozco y no lo he visto y lo identifico por Ricardo de referencia, magistrado, pero no porque sepas cómo se llama.

Magistrado: Finalmente: ¿qué tiempo transcurre entre el momento en que usted o ellas le solicitaron esa colaboración para con Pardo, qué tiempo transcurre entre ese momento y el momento en que finalmente usted puede asistir a la cárcel La Picota?

Lombana: Pues no lo puedo precisar con exactitud pero yo podría decir que pudo haber transcurrido un mes y medio o dos meses aproximadamente entre el momento que ella me comenta y el día que efectivamente voy.

Magistrado: Cuando efectivamente va, pues sabiendo y en su condición de abogado penalista y litigante, ¿cuál fue el procedimiento para que usted pudiera acceder a la entrevista si es que finalmente logró con Pardo?
Lombana: Magistrado, yo me pongo cita con María Mercedes allá en La Picota, ni siquiera fui con ella, llegamos en horas de la tarde, hice los trámites de rigor, yo no soy experto en la entrada a La Picota y por más que sea penalista pues no voy con frecuencia a las cárceles, ni a esa ni a ninguna y hago los trámites. Me acuerdo que había una cola fuerte de abogados, en varias filas pero en una específicamente me encontré a varios colegas y del que más me acuerdo porque quiero mucho y es mi amigo es a Miguel Córdoba. Él me preguntó en su acento a qué venía, porque creyó que yo iba a visitar clientes de InterBolsa, lo hice a un ladito y le dije vengo a visitar un pariente de la suegra, él se rio y seguimos en la fila. Esperamos un buen rato, ella me dijo que la visita sería en un vidrio…
Magistrado: Antes de eso doctor Lombana. ¿Usted sabía en qué patio estaba Pardo?
 
Lombana: No, magistrado. No tenía ni idea.

"Esto es una trampa. Me sentí usado"

El abogado Jaime Lombana aseguró que se sintió usado, pensando en que había caído en una trampa, cuando se dio cuenta de que Enrique Pardo Hasche lo había citado y la reunión coincidía con la presencia en esa prisión del abogado Diego Cadena y el testigo Juan Guillermo Monsalve. De hecho, sostuvo, tuvo problemas con su pareja porque, por hacer un favor, él terminó involucrado en ese capítulo. Además sostuvo, era la intención de Pardo Hasche señalarle la otra reunión. 

Lombana: Pardo me dice ‘mucho gusto’, concretamente le pregunto el tema, le digo: ‘Enrique cuénteme cómo es el tema de su hernia‘ y él empezó a decirme algo de la hernia y de un momento a otro, magistrado, nunca se me olvida y es la parte que me dejó a mí con un pésimo sabor, él me dice: ‘este patio que es de más peligrosidad, acá hay una gente muy peligrosa y de pronto me dice, por ejemplo-. ‘¿Usted sabe quién está allá?’ y me señaló. Y yo sin voltear a mirar, usted podrá ver el relojito del señor Monsalve, porque después de ver los medios de comunicación lo que veo es que el relojito estaba encaminado a grabarme a mí, durante todo el tiempo y eso lo mostró muy claramente Noticias Uno y yo ni alcanzo a voltear a mirar y le dije: ‘Señor Pardo: si usted me habla de algo que no es estrictamente del tema de su espalda yo me paro y me voy‘. Yo le juro a usted, magistrado, por mis 27 años de trabajo profesional, por mi hijo y por mis ancestros que esa es la verdad, el señor Pardo se sorprendió porque mi respuesta no fue cordial. Yo soy una persona de Santander y sé decir no y en ese momento magistrado yo dije: ‘Esto es una trampa, esto es una trampa‘, y me dije para mis adentros. El señor Pardo dijo dos o tres cosas más, me paré, me despedí y me fui.

Magistrado: ¿A qué hora ingresa más o menos después del trámite?

Lombana: Yo llegué a La Picota como a las dos y algo de la tarde, magistrado, yo pensaría que ingresamos por ahí a las casi, no sé, magistrado, cualquier hora que le dé es impreciso porque mi memoria no me da para determinarle las horas, pero el trámite duró fácilmente unos 40 o 45 minutos pensaría yo y ¿cuánto duro? yo en ese mesón estuve 10 minutos, máximo 15 minutos, no más magistrado, eso lo puede mirar muy fácilmente en el relojito de Monsalve, pero yo no duré más de 15 minutos porque yo iba tranquilo magistrado, a cumplir mi cita familiar y profesional y le quiero decir otra cosa, magistrado, yo mentalmente me hago autocompromiso de ayudar a personas, casualmente siempre que troto y paro en la iglesia de Santa Bibiana digo esta semana ‘voy a sacarle tiempito para ayudarle a personas‘ y fui con esa convicción, también ese día, de estar ayudándole a un tipo que quería o que necesitaba que lo operaran, y dije voy a ver qué puedo hacer. Yo sí recuerdo que le dije: usted ya tiene la solicitud o se le han contestado, pero yo noté también magistrado que Pardo, él no estaba interesado en conversar conmigo, yo noté eso, yo dije le hablo muy cordialmente 15 minutos y hablamos, y ellos hablaron también de su sobrina así y todo el tema y familiares que cómo iban y del hermano tal vez comentaron algo y eso fue todo, cuando él me dijo: ¿usted sabe quién está allá? Yo lo miré fijamente y le dije si usted me toca un tema distinto a lo que yo vine hablar, me paro y me voy y ahí me sentí muy mal, me sentí usado magistrado, me sentí usado.

Magistrado: ¿Usted cree que Pardo tenía otra intención, otro propósito al haber convocado a través de su suegra o su novia a ese centro de reclusión?

Lombana: No lo sé, magistrado, quisiera  pensar que no, pero no lo sé. Pero me sucedió otra cosa, magistrado, semanas después yo no puedo precisar cuántas, pero sí sé que era un sábado porque yo juego los sábados basquetbol con mi hijo, e iba a jugar, y me entró un WhatsApp de alguien que yo tampoco identificaba, el WhatsApp decía palabras más palabras menos, yo le aporté ese WhatsApp en una carta, si mal no lo recuerdo, al magistrado Barceló en su momento, y decía: doctor Lombana el señor dice que quiere hablar es con usted, palabras más palabras menos. Yo que ya había quedado con un pésimo sabor del día de la visita y ya me había sentido usado, yo salí de ahí y dije magistrado esto no es ningún dolor de espalda, esto no es nada y Pardo es muy raro, y decía que por qué yo no iba hablar con el señor Monsalve, yo contesté entre otras con la verdad, mire señora, ese caso es un caso que lleva al doctor Jaime Granados, con quien yo no tengo una buena relación, y yo no me meto en casos que no sean míos y menos en los que él lleva, ella contestó algo así como yo pienso lo mismo pero es que era muy importante. 

Magistrado: ¿Quién es ella?

Lombana: En ese momento yo no sabía quién escribía, después cuando surge el escándalo magistrado, este, y digo quién es esta señora porque yo me acordé que esa persona, y yo contesté por favor no me vuelva escribir nunca más, yo llamé al entonces asistente del presidente Uribe, el doctor Fabián y le digo: doctor Fabián.... Y entonces nunca más me volvió a escribir, magistrado, pero ese mensajito me entró póngale 2, 3, o 4 semanas después de esa visita, un sábado, eso sí sé que era un sábado porque recuerdo que yo estaba saliendo a ir a jugar basquetbol.

Magistrado: ¿Pero no pudo determinar quién era?

Lombana: Sí después cuando ya sale todo este escándalo público me dicen que es una señora Vicky, que era una especie de asistente de alguien del Centro Democrático, una señora Vicky que no sé el apellido no tengo el teléfono y nunca me he chateado con esa persona, salvo mensajes que pueden mandar personas que uno no sabe que pueden haber entrado mensajes a mi teléfono pero yo no tengo diálogo con esa señora.

Magistrado: ¿Cómo supo que era ella?

Lombana: Porque el doctor Fabián yo le pregunté y le conté y le dije: mire Fabián, yo me siento usado, esto es un montaje, esto no es ninguna casualidad, es un montaje del señor Pardo, del señor Monsalve usando al señor Pardo, tanto que a mí me pidieron después que fuera y yo dije a Dios gracias yo contesté lo que contesté y el contexto era real magistrado, yo tenía una relación absolutamente mucho más que qué distante, una enemistad personal con Jaime Granados al punto de que él me había hecho a mí arrestar tres días por unas medidas correccionales y yo salí de ahí y lo hice arrestar tres días para resumirle lo que era nuestra relación, magistrado.

Magistrado: ¿Por qué doctor Lombana usted acude al doctor Fabián o a Fabián que dice es miembro de la unidad de trabajo legislativo del senador Uribe para indagar acerca de ese mensaje?

Lombana: Magistrado, porque el doctor Fabián era el enlace en lo jurídico de mi oficina con la oficina del expresidente Uribe, es decir cada vez que tenemos diligencias en la Corte o cada vez que teníamos diligencia en la Comisión de Acusación, o cada vez que había que hacer un poder, todos esos trámites se hacían con el doctor Fabián y como yo no tenía diálogo alguno con Jaime Granados y yo tenía relación cordial con David, pero era distante porque yo consideraba a Jaime Granados, después de Armando Benedetti, mi segundo mayor enemigo, yo no iba a preguntarle: ¿oye Jaime tú qué opinas de esto?, jamás. Yo contesté que no me metía en procesos que no son míos y menos en los que lleva el doctor Jaime Granados.

Magistrado: ¿Esa persona le volvió a escribir?

Lombana: Nunca más, nunca más.

Magistrado: ¿Pero quedó registrado?

Lombana: Claro, magistrado. Yo creo que ese WhatsApp lo aporté, que me lo entregó Fabián porque yo no lo tenía, yo mandé a Jorge Espinosa, que es el investigador de mi oficina y le pedí el favor que investigara todo esto y le dije: hombre, Fabián, yo puedo asegurar que una señora me escribió y yo le respondí esto, él llamó a la señora y la señora o no sé si a la señora o a quien llamó pero el doctor Fabián me dijo: sí doctor Lombana, es verdad que está la copia de su WhatsApp.

Magistrado: ¿A la doctora Victoria Eugenia Jaramillo usted la conoce?

Lombana: Puede que la haya visto, magistrado, pero no la identificaría.

Magistrado: ¿Y el doctor Fabián, finalmente, cómo resolvió el asunto frente a su inquietud, qué le dijo?

Lombana: No magistrado, pues es que yo llamo a Fabián cuando ya era público el tema de Monsalve y un señor Diego Cadena, que yo no sabía que era abogado del presidente Uribe tampoco, para mí fue una sorpresa absoluta y puedo jurar que para el doctor David que manejaba el proceso. Nosotros no sabíamos que había un Diego Cadena, que también tenía poder de Álvaro Uribe, es más, magistrado, yo no sabía que Abelardo de la Espriella también tenía poder de Álvaro Uribe, es más, lo digo acá bajo la gravedad de juramento no me agradó, no me sentí cómodo y me sigo sintiendo bastante incómodo, magistrado.

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