Ajo (Getty)
El ajo contiene alicina, una sustancia con propiedades antiinflamatorias y depurativas que ayudan a manejar la hipercolesterolemia. (Getty) | Foto: Getty Images

SALUD

Ajo: tres formas de consumirlo para bajar el colesterol elevado

El ajo también puede contribuir en la disminución de la presión arterial alta.

1 de diciembre de 2021

El ajo es un alimento de la cocina mediterránea con numerosas bondades para la salud, entre las que se destaca su contribución en la disminución del colesterol alto de la sangre. Al respecto, la Fundación Española del Corazón reseña un estudio realizado por investigadores del Instituto de Toxicología de la Universidad de Shandong (China), quienes llevaron acabo un metaanálisis que analizó 26 trabajos previos que evaluaban los efectos del ajo sobre los niveles de colesterol.

“En general, el ajo fue superior al placebo en la reducción de colesterol sérico total (CT) y triglicéridos (TG). Los resultados apuntan que los efectos del ajo fueron más marcados en personas con un tratamiento a largo plazo. El ajo en polvo y el extracto de ajo envejecido fueron más eficaces en la reducción de los niveles séricos de CT, mientras que el aceite de ajo resultó más efectivo en la reducción de los niveles séricos de TG. Sin embargo, el ajo pareció no producir efectos significativos en los niveles de lípidos, incluyendo el colesterol HDL y LDL”, reseña la entidad española.

Añade que los investigadores concluyeron que el ajo tendría la capacidad de reducir tanto los niveles del colesterol total como los de los triglicéridos en el torrente sanguíneo, así como también afirman que una terapia con ajo “podría ser beneficiosa en pacientes con riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares”.

MedlinePlus, un servicio de información en línea provisto por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, destaca que entre los diferentes beneficios que podría tener el ajo para la salud cardiovascular se encuentran la disminución de la presión arterial alta y la reducción del endurecimiento de las arterias (arterioesclerosis).

En ese sentido, la revista sobre buenos hábitos y cuidados para la salud, Mejor con Salud, reseña tres formas de consumir ajo para bajar el colesterol alto y los triglicéridos, descritas a continuación:

Ajo con aceite de oliva

El portal explica que la alicina, una sustancia con propiedades antiinflamatorias y depurativas que ayudan a manejar la hipercolesterolemia y los niveles altos de triglicéridos, presente en el ajo, se junta con los ácidos grasos esenciales del aceite de oliva para enfrentar el colesterol alto. Se trata de dos alimentos que ayudan a limpiar las paredes arteriales, controlan la inflamación y evitan que se oxiden los lípidos presentes en el torrente sanguíneo, reseña Mejor con Salud.

Diez dientes de ajo y 100 gramos de aceite de oliva extra virgen son los ingredientes que se necesitan para la preparación de este remedio casero. El portal explica que se deben triturar todos los dientes de ajo para mezclarlos con el aceite de oliva en un frasco de vidrio con cierre hermético. Esta preparación se deja macerando durante la noche y al día siguiente se ingiere una cucharada. Mejor con Salud recomienda ingerir una cucharada de este remedio en ayunas a diario.

Ajo y jugo de limón

Las propiedades del ajo se suman a las características antiinflamatorias y desintoxicantes que posee el limón para ayudar a regular el colesterol y los triglicéridos en la sangre. Solo se necesitan un diente de ajo y cuatro cucharadas de zumo de limón. Su preparación es muy sencilla: solo se debe triturar el ajo y se mezcla con el zumo de limón. Mejor con Salud recomienda consumirlo en ayunas a diario.

Ajo y cebolla

Para prepararlo se deben verter el agua, los ajos y la cebolla debidamente cortados en trozos para llevarlos hasta el punto de ebullición y dejarlo cocinando durante 15 minutos y retirarlo del fuego. Surtido el proceso en mención, se añade el zumo de limón, se deja enfriar y estará listo para su consumo. Mejor con Salud recomienda tomar un vaso en ayunas y luego repetir las tomas entre dos y tres veces a lo largo de la jornada.