TENDENCIA

Amaos los unos a los otros

La convicción de que es posible enamorarse de dos personas al mismo tiempo es la base del poliamor, una tendencia que crece en varios países y que en Estados Unidos ya tiene más de medio millón de adeptos.

15 de agosto de 2009

Terisa Greenan es una cineasta y actriz de 41 años que empezó una relación con Scott hace 12. Luego, Scott conoció a Larry y lo invitó a que se uniera a la pareja. Recientemente, Terisa añadió al grupo a Matt, esposo de Vera y padre de un niño. Y ahora Vera sale con Larry. Aunque no todos viven en la misma casa, comparten como una familia tradicional, se encuentran con frecuencia e incluso tienen relaciones entre ellos. Todos se aman y todos lo saben: se trata del poliamor.

Este estilo de vida está teniendo acogida en miles de personas alrededor del mundo, que no creen en la idea de la media naranja, según la cual una sola persona es capaz de satisfacer las necesidades afectivas de la otra. Según Polyamory Society, una organización sin ánimo de lucro con sede en Washington, Estados Unidos, “ se trata de una filosofía y práctica ética, no posesiva, honesta y responsable, que enfatiza la elección consciente de cuantas parejas uno desee”. En el portal web Poliamoría.com lo definen como una relación íntima entre varias personas a la vez, en la que cada uno de los involucrados tiene pleno consentimiento de lo que pasa.

Aunque el amor entre varias personas no es algo de estos días, e incluso desde finales de los años 60 hubo un auge del amor libre pregonado por los hippies, el tema se ha formalizado más y algunos han definido el poliamor como el nuevo romanticismo. Hoy día sólo en Estados Unidos se cuentan más de 500.000 adeptos, llamados poliamorosos. En Facebook hay registrados 136 grupos con esta palabra y existen movimientos consolidados en países con una fuerte influencia católica, como España y México.
 
A diferencia de los swinger, en los que la relación se basa únicamente en una satisfacción sexual, en el poliamor las parejas establecen compromisos y lazos emocionales más profundos. También difiere de otras formas de vínculos colectivos como la poligamia, que se refiere a una persona con varios compañeros, en donde los integrantes no tienen relaciones entre sí. Además, en la mayoría de modelos de poligamia existentes el hombre es quien disfruta de varias esposas, mientras que en el poliamor por lo general es la mujer el centro de la relación.

Aun así, el poliamor también tiene una amplia gama de formas de relacionarse: algunos están casados y conviven en el mismo sitio sin dormir juntos, otros se encuentran ocasionalmente y hay quienes ni siquiera conocen a las parejas de su compañero, pero saben de su existencia. También hay grupos donde todos los miembros tienen relaciones sexuales de forma simultánea, y otros en los que el sexo está restringido a los miembros específicos del grupo.

Las críticas a este modelo no se han hecho esperar. Uno de los cuestionamientos es que es imposible enamorarse de dos personas a la vez. Para Ernesto Martín, experto en sicología clínica en familia de la Universidad de la Sabana, “difuminar el amor entre varios puede ser ambiguo, y lo que ocurre es que se confunde con sentimientos como la costumbre o la amistad”. Otros piensan que al tener más de una pareja el amor disminuye.

No obstante, para Yves-Alexandre Thalmann, sicólogo y autor del libro Las Virtudes del Poliamor, “El amor no puede ser concebido como una cantidad, sino como una cualidad del ser humano. Una madre que tiene varios hijos no ama más a uno que a otro”. Lo mismo piensa Janet Hardy, coautora del libro The Ethical Slut: a practical guide to polyamory, quien compara el amor como “un músculo que mientras más se usa, más fuerte y más flexible se vuelve”. Para Nancy Prada, filósofa con maestría en Género, el amor no es una torta que se puede partir en varios pedazos, y afirma que, por el contrario, lo que hay es una “expansión de la capacidad de amar”.

Nancy Prada es quizá la persona que más ha difundido el tema del poliamor en el país a través de su blog Sexo de Sofía. Hace más de dos años decidió explorar otras formas de relación. Actualmente tiene una relación poliamorosa con una persona que conoció en Europa ?“Estaba inconforme con las relaciones monógamas y decidí buscar otras alternativas. Además, tenía una preocupación académica por explorar el tema”.
Según Juan Luis Álvarez-Gayou, director del Instituto Mexicano de Sexología, lo interesante con este tipo de fenómenos es que ponen sobre el tapete la crisis del modelo de pareja actual. “La monogamia tiene una razón de carácter económico. Hay una preocupación por crear un hogar, tener hijos y asegurar una herencia. Pero la emancipación de la mujer le ha permitido decidir sobre sus relaciones amorosas, proponer uniones más equitativas, en donde la mujer ya no depende del hombre”, dijo Álvarez-Gayou a SEMANA.

Los defensores del poliamor acuden a las estadísticas para demostrar que de cada dos matrimonios, uno termina en el divorcio. “El 50 por ciento de la gente confiesa haber engañado por lo menos una vez a su pareja. El amor monógamo es una bella utopía, en la que muchos creen pero pocos ponen en práctica”, le dijo Thalmann a SEMANA.

No obstante, para Martín estas nuevas formas no son más que una moda, y el hecho de que existan separaciones no significa que la unión entre dos personas esté en peligro. “La convivencia marital tiene dificultades que son propias por la complejidad del ser humano. La clave está en cómo enfrentarlas y resolverlas. Además, si esto ocurre entre dos personas, en organizaciones más numerosas los conflictos pueden ser más crónicos y difíciles de manejar”. Para Martín, el modelo de familia tradicional es más sencillo y funcional dentro de la forma de organización social actual.

Los poliamorosos son conscientes de que las condiciones y la estructura actual de la sociedad hace más difícil llevar una relación múltiple. Uno de los obstáculos es la carencia de normas legales que permitan la unión entre varias personas. La situación es peor si hay hijos de por medio, ya que no es posible legalmente que un niño tenga tres padres. “Estas personas enfrentan una serie de riesgos en la vida diaria como perder el puesto en caso de que en la empresa donde trabaje no acepte este tipo de prácticas, perder la custodia de los hijos o ser rechazado por su familia y amigos”, dijo a SEMANA Elisabeth Sheff, sicóloga de la Universidad Estatal de Georgia. Según ella, esto se debe a una serie de prejuicios que persisten en la sociedad sustentados en el cristianismo, que ve con malos ojos la unión entre más de dos personas. Nancy Prada admite que amar a varios no es un proceso fácil. Por eso cree que antes de empezar una relación poliamorosa, es necesario “cambiar la idea de la pareja como una posesión y estar dispuesto a brindar amor”

El sicólogo y sexólogo José Manuel González considera que aún es temprano para catalogar el poliamor como el modelo ideal. “No se trata de decir que un modelo es mejor que otro. Lo interesante es saber que existe una nueva opción, que la idea del matrimonio está evolucionando y que se está atacando el machismo. Lo grave es que en Colombia, y especialmente en la Costa, la mujer aún es vista como una propiedad del hombre, que no puede ser prestada”, dice. Por eso considera que en el país el poliamor logrará su aceptación dentro de 200 años.