Mujer con deseo de orinar
Los expertos en salud explican múltiples causas. | Foto: Getty Images

Vida Moderna

Atención, mujeres: estas son las posibles causas de la necesidad de orinar tan seguido

El personal médico de la Mayo Clinic explica que hay una amplia cantidad de causas.

Redacción Vida Moderna
4 de enero de 2024

Mujeres, ¿les ha pasado que estando en una reunión familiar, departiendo con amigos o simplemente en las labores diarias necesitan ir frecuentemente al baño? Y esto les genera malestar, mal genio y hasta vergüenza con los presentes.

Por eso, encontrar la causa se vuelve una tarea urgente y titánica. Como preámbulo de una respuesta, expertos señalan que orinar constantemente puede derivar de enfermedades que afectan las vías urinarias en cualquier nivel.

“La vía urinaria comprende los riñones, las vías que conectan estos con la vejiga (uréteres), la vejiga y el conducto a través del cual fluye la orina hasta salir de nuestro cuerpo (uretra)”, explica la Mayo Clinic.

Con ese contexto, detallan que hay factores que pueden estar involucrados con la micción frecuente.

  1. Infección, enfermedad, lesión o irritación de la vejiga.
  2. Afecciones que aumentan la producción de orina.
  3. Cambios en los músculos, nervios u otros tejidos que afectan la función de la vejiga.
  4. Ciertos tratamientos oncológicos.
  5. Medicamentos o bebidas que aumentan la producción de orina.

Además, asocian cinco síntomas que pueden presentar las mujeres. “Dolor o molestias al orinar, necesidad urgente de orinar, dificultad para orinar, pérdida de control de la vejiga y orina de color atípico”.

También exponen que hay alrededor de 20 enfermedades, afecciones u otras causas específicas de la micción frecuente.

Mencionan, entre las más comunes y entendibles, el consumo excesivo de líquidos totales, alcohol o cafeína, la cistitis intersticial, la incontinencia urinaria o el embarazo

Además del prolapso vaginal anterior (cistocele), la hiperplasia prostática benigna, cálculos en la vejiga, los cambios en la función renal. Asimismo, se relacionan la diabetes insípida, la diabetes tipo uno y tipo dos, los trastornos de ansiedad, la infección renal (pielonefritis), la vejiga hiperactiva, el tratamiento con radiación que afecta a la pelvis o a la parte inferior del abdomen la estenosis uretral (estrechamiento de la uretra), la infección de las vías urinarias y la vaginitis.

¿Qué pasa cuando un hombre siente ganas de orinar con frecuencia?

La necesidad de ir frecuentemente al baño para orinar puede llegar a ser una costumbre que muchos identifican con las mujeres, sin embargo, esta puede ser una señal de varios padecimientos tanto en hombres como en la población femenina.

Algunos de estos diagnósticos pueden llegar a desembocar en daños irreversibles para el cuerpo humano, por lo que no es detalle para pasar por alto.

El portal de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, Medline Plus, explica que el proceso de la orina comienza con la filtración de desechos y exceso de agua que se produce en los riñones, la sangre sería la encargada de transportar los desechos hasta el mencionado órgano en el que, ya transformado, se dirige la orina a la vejiga y se almacena este líquido hasta que se deposita en el baño.

A reglón seguido, recalca que “la vejiga se expande cuando está llena y se hace más pequeña cuando está vacía. Si su sistema urinario funciona normalmente, su vejiga puede almacenar hasta 16 onzas (177 cc o dos tazas) de orina cómodamente por entre dos a cinco horas”, así entonces, el proceso normal es que una persona en promedio esté orinando cada dos horas. Si esto se produce con más frecuencia de lo mencionado, y si se acompaña con otros síntomas, como dolor, pérdida de control de la vejiga, un color atípico, poca cantidad de líquido, entre otros, puede ser una señal de irregularidades en el organismo.

Entre los problemas más frecuentes y no necesariamente graves relacionados con la necesidad de orinar frecuentemente se encuentran las infecciones, las lesiones en la vejiga, cambios en los músculos, nervios u otros tejidos que afecten el sistema; el consumo de medicamentos o bebidas que aumentan la producción de orina; incluso también se puede dar por algunos tratamientos oncológicos, según explica la organización estadounidense Mayo Clinic.