Para protegerse emocionalmente, es fundamental trazar límites claros, evitar conversaciones sensibles y recordar que el problema es del otro individuo. No se debe involucrarse en su conflicto ni intentar cambiar su comportamiento.
Para protegerse emocionalmente, es fundamental trazar límites claros, evitar conversaciones sensibles y recordar que el problema es del otro individuo. No se debe involucrarse en su conflicto ni intentar cambiar su comportamiento. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Salud emocional

¿Cómo lidiar con personas conflictivas? Siga estos consejos de una experta

Relacionarse con una persona conflictiva puede ser perjudicial para la salud mental. Puede llevar a quienes interactúan con ellos a sentirse humillados, afectar la autoestima y generar estrés crónico, ansiedad, depresión y problemas de sueño.

Redacción Semana
2 de octubre de 2023

Los conflictos son más comunes de lo que se cree. Y puede ser explicado como un “problema, cuestión o tema de discusión que lleva al enfrentamiento entre dos o más partes en busca de una solución”. En otras palabras, se puede entender como una situación en la que dos o más partes manifiestan diferencias frente a un problema.

En las relaciones humanas es muy común que el conflicto se presente en el plano intrapersonal o interpersonal. Por lo que muchas personas lidian a diario con ‘conflictos’ internos que muchas veces obedecen a patrones de comportamiento o perfiles de personalidad.

Para protegerse emocionalmente, es fundamental trazar límites claros, evitar conversaciones sensibles y recordar que el problema es del otro individuo. No se debe involucrarse en su conflicto ni intentar cambiar su comportamiento.
Para protegerse emocionalmente, es fundamental trazar límites claros, evitar conversaciones sensibles y recordar que el problema es del otro individuo. No se debe involucrarse en su conflicto ni intentar cambiar su comportamiento. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Según la médica psiquiatra Laura Villamil, diversas razones psicológicas y emocionales pueden llevar a algunas personas a buscar constantemente peleas o confrontaciones. Muchas de estas personas han crecido en entornos conflictivos, donde la resolución de conflictos se basa en la agresión verbal o física, lo que normaliza estas formas hostiles de solucionar problemas.

Dichos patrones se replican durante la adolescencia y la adultez, lo que deriva en individuos conflictivos que generan sufrimiento tanto para ellos mismos como para quienes los rodean.

¿Cómo identificar a una persona conflictiva?

Las personas que tienen una tendencia a buscar peleas o discutir constantemente muestran ciertos signos y comportamientos característicos. “Suelen culpar a otros por los problemas, tienen un pensamiento inflexible y tienden a discutir en exceso. Su baja tolerancia a la frustración se manifiesta en una rabia que proyectan hacia los demás; además, carecen de empatía o de culpa. Por ello, disfrutan de las peleas (parecen cómodos), son expertos en ofender y crean chismes destructivos”, explica la doctora Villamil.

En ese sentido, relacionarse con una persona conflictiva puede ser agotador y perjudicial para la salud mental. Puede llevar a sentirse humillado, afectar la autoestima y generar estrés crónico, ansiedad, depresión y problemas de sueño en quienes interactúan con ellos. En casos extremos, esta dinámica puede llevar a pensamientos suicidas debido a sentimientos de frustración, culpa e insuficiencia.

La doctora Villamil sugiere establecer límites claros, evitar el contacto con personas conflictivas o mantener conversaciones ligeras que no aborden temas personales o sensibles. Es fundamental comprender que el problema radica en la otra persona, no en uno mismo.

Relacionarse con una persona conflictiva puede ser agotador y perjudicial para la salud mental.
Relacionarse con una persona conflictiva puede ser agotador y perjudicial para la salud mental. | Foto: Getty Images/Tetra images RF

“Involucrarse en discusiones constantes con personas conflictivas puede generar culpa, estrés emocional y físico. Estas personas expertas en proyectar su rabia pueden causar malestar físico, como dolores de cabeza y musculares, así como síntomas gastrointestinales. Se recomienda no tomar las discusiones de manera personal y evitar caer en su juego emocional”, asegura la experta.

Afirma que si bien no existe una técnica única para mantener la calma frente a personas conflictivas, es crucial identificar si su comportamiento es repetitivo y establecer límites. No se debe intentar rehabilitar al otro, ya que estas conductas pueden tener raíces profundas en la infancia y ser influenciadas por factores genéticos y familiares.

“Para protegerse emocionalmente, es fundamental trazar límites claros, evitar conversaciones sensibles y recordar que el problema es del otro individuo. No debe involucrarse en su conflicto ni intentar cambiar su comportamiento”, agrega.

¿Qué hacer frente a una persona conflictiva?

La empatía y la comprensión son importantes, pero es más esencial comprender que las personas conflictivas reaccionan de acuerdo con su historia de vida. Por eso, hay que evitar confrontaciones y no tomar sus acciones de manera personal.

Si alguien está dispuesto a buscar ayuda para controlar su tendencia a pelear constantemente, se le puede sugerir que consulte a un psiquiatra. Esto puede contribuir a manejar su control de impulsos y abordar los problemas subyacentes que contribuyen a su comportamiento conflictivo, como patrones de crianza y vivencias pasadas.

La doctora asegura que es necesario ser cuidadoso. “Ignorar o no abordar el comportamiento conflictivo en una relación puede llevar a situaciones graves de violencia intrafamiliar y afectar significativamente la salud mental de las personas involucradas. Además, puede desencadenar episodios depresivos, problemas de autoestima y trastornos de ansiedad, lo que hace esencial tomar medidas para establecer límites y protegerse emocionalmente”, agrega la especialista.