Salud
¿Cómo mantener sanos los riñones? Estas son las recomendaciones de expertos
Los especialistas afirman que es importante el cuidado y detectar a tiempo los problemas renales.
Los Institutos Nacionales de Salud (NIH), que son parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, destacaron recientemente la función de los riñones en el cuerpo humano.
De acuerdo con la entidad, aunque estos órganos no son muy grandes, cumplen con una función importante, pues ayudan a mantener el equilibrio correcto de agua y otras sustancias en el cuerpo.
“Esta condición se conoce como insuficiencia renal. Marzo es el Mes Nacional del Riñón, el momento perfecto para aprender más sobre cómo mantener los riñones sanos y cómo detectar los problemas a tiempo”, explicaron los NIH.
Tendencias
De igual manera, tienen como función principal filtrar la sangre, pues cada uno contiene aproximadamente un millón de diminutos filtros que pueden procesar alrededor de 40 galones de líquido todos los días, lo suficiente como para llenar el tanque de agua caliente de una casa.
En el momento en que la sangre atraviesa el riñón, los filtros tamizan y retienen algunas sustancias que el cuerpo puede necesitar, como nutrientes y una gran parte del agua. Los desechos dañinos y los excesos de agua y nutrientes se canalizan hacia la vejiga, que se encuentra cerca, y son expulsados como orina.
Todos los seres humanos pierden parte de la función renal mientras van envejeciendo, y una persona puede sobrevivir incluso con solamente un riñón si dona el otro a un amigo o familiar.
No obstante, en el momento en que la función renal decae debido a una enfermedad renal subyacente, es preocupante, debido a que las toxinas y los excesos de agua pueden acumularse en la sangre.
Las toxinas y los excesos de agua pueden acumularse en la sangre. El descenso de la producción de hormonas puede causar otros problemas y aproximadamente 1 de cada 10 adultos en todo el país, o unos 20 millones de personas, tienen por lo menos algún indicio de daño renal.
“Existen diferentes tipos de enfermedad renal. La mayoría ataca a ambos riñones al mismo tiempo y daña los filtros pequeños, llamados nefronas, reduciendo su capacidad de filtración. Cuando el daño a las nefronas sucede rápidamente, a menudo debido a lesiones o envenenamiento, se denomina lesión renal aguda. Es más común, sin embargo, que las nefronas empeoren lentamente y en silencio, durante años o incluso décadas. Esto se conoce como enfermedad renal crónica”, aseguró la entidad.
“La mayoría de la gente no tiene síntomas, o muy pocos, hasta que la enfermedad renal crónica está muy avanzada”, dijo Andrew Narva, médico nefrólogo del NIH.
La enfermedad renal crónica puede afectar a personas de todas las razas, pero el riesgo es particularmente alto para los afroamericanos, quienes también tienden a tener tasas de diabetes y presión arterial altas, las dos principales causas de enfermedad renal. Otros factores de riesgo de enfermedad renal incluyen enfermedades cardiacas y antecedentes familiares de insuficiencia renal, que es una forma severa de la enfermedad.
“Si usted presente estos factores de riesgo de contraer una enfermedad renal, es importante que lo examinen. Por lo general, esto implica simples pruebas de laboratorio: una prueba de orina para determinar si existe daño renal alguno y un análisis de sangre para medir qué tan bien funcionan los riñones”, añadió Narva.
El análisis de orina comprueba la presencia de una proteína llamada albúmina, la cual normalmente no se detecta si los riñones están sanos. El análisis de sangre verifica su TFG, la tasa de filtración glomerular, que es una estimación de la capacidad de filtrado de sus riñones. Una tasa de filtración glomerular por debajo de 60 es un indicador de enfermedad renal crónica; una tasa de filtración glomerular por debajo de 15 se describe como insuficiencia renal.
“Les digo a mis pacientes que deberían conocer sus resultados. Generalmente no podemos curar la enfermedad renal crónica, pero si la detectamos a tiempo, podemos retrasar su progresión”, concluyó Jeffrey B. Kopp, experto nefrólogo.