El consumo de aloe vera ayuda en el proceso para bajar de peso. Foto GettyImages.
La sábila es una planta que produce dos sustancias que se usan en productos para el cuidado de la piel y el cuerpo. | Foto: Foto Gettyimages

VIDA MODERNA

Crema de sábila casera: así se puede preparar para el cuidado de la piel y reducir arrugas

Las arrugas, una parte natural del envejecimiento, son más prominentes en la piel expuesta al sol, como la cara, el cuello, las manos y los antebrazos.

11 de noviembre de 2021

La piel es el órgano más grande del cuerpo y el cuidado de esta hace parte de la rutina de muchas personas en el mundo, especialmente en las mujeres, pues con el pasar de los años los cambios más comunes aparecen a medida que se envejece, pero un buen cuidado de la piel podría prevenir el envejecimiento prematuro.

Por tal razón, el diario El Español reveló que la crema de sábila casera es ideal para el cuidado de la piel y para reducir las arrugas, ya que no tendrá químicos añadidos ni conservantes, y sus propiedades nutritivas son excepcionales, algo que ahora ha convertido esta planta en un cultivo con mucho futuro, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).

En consecuencia, para realizar la crema solo se necesita gel de aloe vera, que se puede comprar o se puede extraer de la planta; aloe líquido; aceite de almendras y algún aceite esencial.

En seguida, en una olla se hierve un poco de agua y se agrega el gel de aloe vera y se mezcla con una cuchara de madera hasta conseguir una pasta homogénea. Después, se añaden unas gotas de aloe líquido y se sigue mezclando. Posteriormente, se espera a que la mezcla se enfríe y se añade el aceite de almendras y el aceite esencial y se vuelve a mezclar hasta volver a conseguir una pasta homogénea. Finalmente, la mezcla se traspasa a un recipiente de vidrio y se conserva en un lugar fresco.

Sábila
La sábila es ideal para preparar productos naturales para la piel. | Foto: Universal Images Group via Getty

Por su parte, existen otros consejos para proteger la piel y minimizar la aparición de arrugas, de acuerdo con Mayo Clinic.

1. Proteger la piel del sol: limitar el tiempo que se pasa al sol, especialmente al mediodía, y usar siempre ropa protectora, como sombreros de ala ancha, camisas de manga larga y gafas de sol. Se debe elegir un producto para el cuidado de la piel con un factor de protección solar (SPF), pues la American Academy of Dermatology (Academia Estadounidense de Dermatología) recomienda usar un protector solar de amplio espectro con SPF de 30 o más. Además, la entidad recomienda aplicarse abundante cantidad de protector solar y volverlo a aplicar cada dos horas, o con más frecuencia si se está nadando o transpirando.

2. Humectar la piel: la piel seca arruga las células turgentes de la piel, lo que puede provocar líneas delgadas y arrugas prematuras. La hidratación atrapa el agua en la piel, lo que ayuda a enmascarar las pequeñas líneas y pliegues.

3. No fumar: aunque se haya fumado durante años, dejarlo el tabaco puede mejorar el tono y la textura de la piel, así como prevenir las arrugas.

4. Seguir una dieta saludable: existen algunas pruebas de que ciertas vitaminas en la dieta ayudan a proteger la piel. Se necesita estudiar más el rol de la nutrición, pero es bueno consumir muchas frutas y vegetales, según la entidad sin ánimo de lucro.

Asimismo, la especialista en cosmética, nutrición, y dietas, Rocío Escalante le señaló al medio español Vozpópuli, que la piel tiene varios cuidados específicos para que esta luzca brillante y saludable y las recomendaciones son:

1. Utilizar productos adecuados: hay que saber cuál es el tipo de piel de cada persona.

2. Tener constancia: la única forma de ver resultados es siendo constantes.

3. Realizar limpieza facial: es necesaria para el cuidado de la piel, ya que con esto se eliminan impurezas del rostro y este proceso se debe realizar en las mañanas y en las noches.

4. Seguir el orden adecuado de los productos: la experta asegura que los productos más ligeros van primero. Por ejemplo, se inicia con la limpieza, después va el tónico, el contorno de ojos, el sérum, la crema hidratante, la protección solar y, por último, el maquillaje.