Las pestañas tiene como función principal proteger los ojos.
Es importante asistir al médico para que le revisen los ojos y saber si hay algún problema. | Foto: Getty Images

Vida Moderna

Deficiencia de vitamina B12: el síntoma que se puede manifestar en los ojos

El cuerpo puede almacenar vitamina B12 por años en el hígado.

25 de agosto de 2022

La vitamina B12, al igual que las otras vitaminas del complejo B, es importante para el metabolismo de proteínas, pues adicional, ayuda a la formación de glóbulos rojos en la sangre y al mantenimiento del sistema nervioso central, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Además, explicó que el cuerpo puede almacenar vitamina B12 por años en el hígado, pero cuando hay una deficiencia, se puede manifestar en los ojos, pues según citó el portal Terra basado en el organismo de salud Medical Daily: “los espasmos en los párpados y los espasmos en los ojos también son signos que podrían ayudar a identificar la deficiencia de vitamina B12″.

De hecho, el tic en los ojos, o médicamente conocido como blefaroespasmo, es el parpadeo u otros movimientos del párpado, como contracciones o espasmos, que no se pueden controlar, según explicó Instituto Nacional del Ojo, que hace parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.

Por ello, es importante consultar a un experto de la salud si:

  • El blefaroespasmo no desaparece al cabo de 1 semana.
  • Las contracciones cierran el párpado completamente.
  • Las contracciones comprometen otras partes de la cara.
  • Se presenta enrojecimiento, hinchazón o secreción de un ojo.
  • Se presenta caída del párpado superior.

Sobre la misma línea, la biblioteca señaló que la deficiencia de vitamina B12 es común en personas que:

  • Son mayores de 50 años.
  • Siguen una dieta vegetariana o vegana.
  • Han tenido una cirugía de estómago o intestinal, como la cirugía para bajar de peso.
  • Tienen afecciones digestivas como la enfermedad celíaca o la enfermedad de Crohn.

Así las cosas, para evitar la deficiencia se deben consumir las cantidades necesarias y los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) señalaron que aproximadamente son:

  • Bebés hasta los 6 meses: 0,4 mcg
  • Bebés de 7 a 12 meses: 0,5 mcg
  • Niños de 1 a 3 años: 0,9 mcg
  • Niños de 4 a 8 años: 1,2 mcg
  • Niños de 9 a 13 años: 1.8 mcg
  • Adolescentes de 14 a 18 años: 2,4 mcg
  • Adultos: 2,4 mcg
  • Mujeres y adolescentes embarazadas: 2,6 mcg
  • Mujeres y adolescentes en período de lactancia: 2,8 mcg

Además, para consumir las cantidades recomendadas de vitamina B12, hay que consumir alimentos variados como:

  • Pescado, carne, carne de aves, huevos, leche y otros productos lácteos.
  • Almejas e hígado de res son algunas de las mejores fuentes de vitamina B12.
  • Algunos cereales para el desayuno, las levaduras nutricionales y otros productos alimenticios fortificados con vitamina B12 agregada.

Asimismo, esta se encuentra en los suplementos multivitamínicos y multiminerales, en suplementos del complejo B y en suplementos que solo contienen vitamina B12 y suele presentarse en una forma denominada cianocobalamina.

De igual forma, los NIH explicaron que otras presentaciones habituales son la adenosilcobalamina, la metilcobalamina y la hidroxicobalamina. Además, la vitamina B12 también se consigue en una presentación que se disuelve debajo de la lengua (llamada vitamina B12 sublingual), pero los estudios de investigación no han demostrado que una presentación de la vitamina B12 en suplementos sea mejor que las otras.

La vitamina B12 aporta para la formación de glóbulos rojos y la síntesis de ADN. Foto: Getty images.
La vitamina B12 aporta para la formación de glóbulos rojos y la síntesis de ADN. | Foto: Foto: Getty images.

No obstante, cuando se consumen dosis altas de vitamina B12, es probable que aparezcan problemas como insuficiencia cardiaca, insuficiencia hepática y renal, formación de coágulos en la sangre o problemas en la vista, dolor de cabeza, náuseas y vómitos, diarrea, fatiga o debilidad, sensación de hormigueo en manos y pies.

De todos modos, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.