Foto de referencia sobre frutas
Las frutas aportan un alto contenido de vitaminas y minerales. | Foto: Getty Images

Vida Moderna

Diabetes: las frutas que no se deben consumir si se sufre esta enfermedad

La diabetes es una enfermedad que dura toda la vida para la mayoría de personas que la padecen.

6 de junio de 2022

La diabetes es una enfermedad metabólica crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Además, la entidad informó que la diabetes es una de las principales causas de ceguera, insuficiencia renal, ataques cardíacos, derrames cerebrales y amputación de miembros inferiores.

Asimismo, la diabetes mal controlada aumenta las posibilidades de estas complicaciones y la mortalidad prematura. Además, las personas con diabetes tienen mayor riesgo de presentar enfermedades cardiovasculares y tuberculosis, especialmente aquellas con mal control glucémico.

De hecho, el sobrepeso/obesidad y la inactividad física son los principales factores de riesgo de diabetes tipo 2.

Por ello, una dieta saludable, actividad física regular, mantener un peso corporal normal y evitar el consumo de tabaco son formas de prevenir o retrasar la aparición de la diabetes tipo 2.

En cuanto a la alimentación hay que tener en cuenta que algunos productos suben el azúcar y el portal español Moncloa reveló que las frutas que no se deben consumir si se sufre esta enfermedad son: “sandías, dátiles secos, piñas y las bananas demasiado maduras”, ya que tienen un alto contenido de azúcar.

Otros alimentos que suben la insulina en la sangre son: chocolates, caramelos, mermeladas, miel, helados, gaseosas, alcohol, galletas dulces, comida rápida, harina de trigo refinada, cereales azucarados, entre otros.

Sin embargo, hay otros alimentos que sí se pueden consumir por su bajo índice glucémico como: bulgur, cebada, pasta, arroz sancochado (transformado), quinoa, cereal integral con alto contenido de fibra, láminas u hojuelas de avena, zanahorias, vegetales verdes sin almidón, manzanas, naranjas, uvas, la mayoría de nueces, legumbres y habichuelas, leche y yogur.

De todos modos, antes de consumir o eliminar algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.

Sin embargo, si no se ha hecho actividad durante un tiempo, se debe comenzar despacio y aumentar progresivamente.

Sobre la misma línea, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, el ejercicio disminuye el nivel de glucosa en la sangre, porque la transporta a las células, donde se la utiliza para producir energía.

Además, el ejercicio también aumenta la sensibilidad a la insulina, lo que significa que el organismo necesita menos insulina para transportar la glucosa a las células.

De igual forma, es ideal dormir lo suficiente, pues según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por su siglas en inglés) hasta una sola noche de muy poco sueño puede hacer que el cuerpo use la insulina de manera menos eficaz.

Adicional es importante beber agua, pues menos agua en el cuerpo significa que hay una mayor concentración de azúcar en la sangre y el líquido ayuda con la eliminación de desechos. No obstante, el consumo diario de agua es diferente para los hombres y para las mujeres, ya que existen diferencias entre la ingesta, pero por lo general la mayoría de los hombres necesita aproximadamente 13 tazas de líquido al día y la mayoría de las mujeres necesita aproximadamente nueve.

La diabetes puede causar ceguera y aumenta los riesgos de sufrir un infarto. | Foto: istock

Síntomas de diabetes

  • Aumento de la sed.
  • Micción frecuente.
  • Hambre extrema.
  • Pérdida de peso sin causa aparente.
  • Presencia de cetonas en la orina (las cetonas son un subproducto de la descomposición de músculo y grasa que ocurre cuando no hay suficiente insulina disponible).
  • Fatiga.
  • Irritabilidad.
  • Visión borrosa.
  • Llagas que tardan en cicatrizar.
  • Infecciones frecuentes, como infecciones en las encías o en la piel, e infecciones vaginales.