El segundo pinchazo sí duele

Desde un comienzo los fabricantes de las vacunas de Moderna y Pfizer-BioNTech advirtieron acerca de la posibilidad de efectos secundarios con sus respectivos productos. Sin embargo, no alertaron a la población sobre cuándo podrían presentarse. Simplemente dijeron que las inoculaciones podrían causar dolores musculares y articulares, así como fiebre, náusea y en general una sensación de malestar.

Con esa información, muchos de los que ya tuvieron una dosis y no sintieron nada regresaron por la segunda, confiados en que sería igual. Pero con sorpresa pudieron experimentar que esta última los tumbó en cama. Nadie esperaba una reacción así y mucho menos cuando la primera inyección, por lo general, pasó desapercibida.

Uno de ellos fue el propio Anthony Fauci, el máximo experto en alergias y enfermedades infecciosas en Estados Unidos, quien estaba cruzando los dedos para no sentir efectos secundarios durante su proceso de inmunización. Aunque el primer pinchazo fue como si nada, cuando recibió la segunda dosis, el pasado 19 de enero, sintió fatiga, dolores y escalofríos. “Me noqueó por 24 horas”, le dijo al periódico The Hill. Y así como él, muchos están observando que la segunda dosis la sienten mucho más que la primera.

Eso le sucedió a Ellena Steward-Scott, una enfermera que trabaja para el sistema de salud del Baylor College de Medicina, en Texas. En la primera dosis sintió un pinchazo un poco más fuerte que el de la vacuna de la influenza. “La segunda dosis, sin embargo, realmente me golpeó y me golpeó duro. Sentí como si tuviera todos los síntomas: escalofríos, dolor en el cuerpo, fiebre y la sensación de estar enferma”. A raíz de esto, la FDA, el organismo encargado del control de los alimentos y medicamentos en Estados Unidos, ha señalado que los efectos secundarios son más comunes en la segunda dosis que en la primera.

A pesar de esto, el organismo advierte que tener dicha reacción es perfectamente normal y fue contemplado dentro de los protocolos de investigación. De cierta manera, esos signos demuestran que el cuerpo está respondiendo a la droga y generando una respuesta inmune, que es lo que se busca con las vacunas. “Los dolores y la fiebre son en realidad el sistema inmune produciendo anticuerpos que luego lo protegerán contra la covid-19”, explica Timothy Friel, médico de la red de salud de Lehigh Valley.

Por esa razón, ninguno de estos efectos secundarios debe despertar sospechas, pues las vacunas han demostrado ser seguras y efectivas. La mayoría de estos efectos se resuelven con un calmante para el dolor o incluso con solo recostarse.

“Algunos logran trabajar con esos síntomas, mientras que otros se sienten al otro día recuperados”, dice Whitney Cabey, médica y profesora de Temple University Hospital. En su experiencia sintió como si le fuera a dar algo, una fuerte gripa, “Tuve dolor e incluso tos, pero me levanté al siguiente día y la supuesta enfermedad ya me había pasado”.

Al comentarles su experiencia a otros se dio cuenta de que era común. Desde entonces le advierte a la gente para que no la coja por sorpresa.A pesar de la incomodidad que esto pueda ocasionar, la mayoría de los vacunados siente que no es nada comparado con lo que sucedería si ellos hubieran desarrollado la covid-19. Jennifer Rovella, una experta en cuidado crítico, tuvo una respuesta fuerte tras la vacuna: fiebre de más de 38 grados, dolor y escalofríos, que pasaron luego de 24 horas.

A pesar de eso, nunca se dejó caer en la cama por esta razón y hoy está totalmente recuperada de ese segundo pinchazo. Hoy cuenta su caso para que a otros no los tome por sorpresa. “Entre tener covid y la vacuna, escogería de nuevo la vacuna. Pero creo que la gente debe saber que podría tener una reacción, aunque corta, y estar preparada para ella”.