¿Es malo desayunar con huevo todos los días?

El huevo, considerado uno de los alimentos más nutritivos en la dieta del ser humano, continúa sorprendiendo con sus múltiples beneficios para la salud. A pesar de las creencias arraigadas sobre los efectos perjudiciales del consumo diario del huevos investigaciones recientes demuestran que no solo son inofensivos, sino que incluso pueden ser beneficiosos para nuestro organismo en diversos aspectos.

Un estudio realizado por especialistas de la Universidad de Harvard en 2020, el cual involucró a una muestra representativa de 215 mil personas, concluyó que comer un huevo al día no está vinculado a enfermedades cardiovasculares. Por el contrario, este alimento resulta altamente protector debido a su bajo contenido calórico y de carbohidratos, y su alto contenido en proteínas, aminoácidos esenciales, vitaminas y minerales con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Estos nutrientes contribuyen a fortalecer el organismo y mantener un equilibrio adecuado para un estilo de vida saludable.

Si nos preguntamos qué sucede si incluimos el huevo en nuestro desayuno diario, los expertos en nutrición destacan una serie de efectos positivos, que pueden marcar la diferencia en nuestra salud y bienestar. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la forma de cocinarlo es crucial para maximizar sus beneficios y evitar el consumo excesivo de grasas saturadas, como el tocino u otro tipo de acompañamientos.

En primer lugar, el huevo es una excelente fuente de proteínas de alta calidad, convirtiéndolo en uno de los mejores alimentos para obtener este nutriente esencial. Consumir proteínas en el desayuno contribuye a mantener la sensación de saciedad por más tiempo, lo que ayuda a controlar el apetito y reducir el acostumbrado y poco saludable “picar”, entre comidas.

Además, el huevo es rico en vitaminas y minerales fundamentales para el buen funcionamiento del cuerpo. Entre ellos, se destacan la vitamina D, la vitamina B12, la vitamina A, el hierro y el zinc. Estos nutrientes desempeñan un papel vital en la salud ósea, la formación de glóbulos rojos y el fortalecimiento del sistema inmunológico, ayudando a prevenir enfermedades y mantener un cuerpo fuerte y resistente.

Otro beneficio significativo del huevo es su contribución a la salud ocular. Contiene luteína y zeaxantina, antioxidantes que se han asociado con la protección de los ojos contra enfermedades relacionadas con la edad, como la degeneración macular. Incluir huevos en la dieta regularmente puede ser una forma natural de cuidar nuestra visión y prevenir problemas oculares en el futuro.

El control del peso es otra ventaja que el huevo puede brindar. A pesar de contener grasas saludables, el huevo es relativamente bajo en calorías. Al incluirlo en el desayuno, se obtiene una sensación de saciedad sin consumir una gran cantidad de calorías, lo que puede ser beneficioso para mantener o alcanzar un peso saludable. Esto se debe a que las proteínas del huevo ayudan a regular el apetito y controlar la ingesta de alimentos durante el día.

Es importante destacar que los estudios científicos, han desmentido la creencia popular de que el consumo de huevos aumenta significativamente los niveles de colesterol en la mayoría de las personas. De hecho, se ha demostrado que el consumo moderado de huevo puede elevar los niveles de colesterol “bueno” (HDL) y no tiene un impacto significativo en el colesterol “malo” (LDL) en individuos sanos. No obstante, es recomendable consultar a un médico o nutricionista si se tienen condiciones de salud específicas relacionadas con el colesterol.

El huevo se ha ganado su lugar como uno de los alimentos más completos y saludables que podemos incluir en nuestra dieta diaria. Sus beneficios van más allá de su fácil preparación y delicioso sabor. Disfrutar de un desayuno equilibrado que incluya huevos, puede ser una elección inteligente para comenzar el día con vitalidad y cuidar de nuestra salud a largo plazo.