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Las pequeñas cantidades de selenio son buenas para su salud. | Foto: Getty Images

Salud

Estos son los síntomas para identificar deficiencia de selenio en el cuerpo

La mejor manera de obtener los requerimientos diarios de vitaminas esenciales es consumir una dieta equilibrada que contenga una variedad de alimentos.

27 de diciembre de 2021

El selenio es un nutriente que el cuerpo necesita para mantenerse sano y es importante para la reproducción, la función de la glándula tiroidea, la producción de ADN y para proteger al cuerpo contra infecciones y el daño causado por los radicales libres, según explicaron los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

Por ende, el selenio se encuentra naturalmente presente en muchos alimentos, como:

  • Los alimentos vegetales, como las verduras, pues son las fuentes alimenticias más comunes de selenio. La cantidad de selenio presente en las verduras que se consumen depende de la cantidad de mineral que estaba presente en el suelo donde la planta creció.
  • Las nueces de Brasil son una muy buena fuente de selenio.
  • El pescado, los mariscos, las carnes rojas, los granos, los huevos, el pollo, el hígado y el ajo también son buenas fuentes. Las carnes obtenidas de animales que comieron granos o plantas que se encuentran en suelos ricos en selenio tienen niveles más altos de este mineral.
  • La levadura de la cerveza, el germen de trigo y los panes enriquecidos son también buenas fuentes de selenio.

Adicional, los institutos señalaron que el selenio se encuentra presente en muchos suplementos minerales multivitamínicos y en otros dietéticos, y se presentan en distintas formas, entre ellas, selenometionina y selenato de sodio.

No obstante, su deficiencia puede causar la enfermedad de Keshan (afecta el corazón), de KashinBeck (un tipo de artritis que causa dolor, inflamación y pérdida de movimiento en las articulaciones) e infertilidad en los hombres. Asimismo, puede causar el cretinismo endémico mixedematoso, el cual ocasiona discapacidad intelectual.

De hecho, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explicó que los trastornos gastrointestinales graves pueden afectar la capacidad del cuerpo para absorber el selenio, los cuales incluyen la enfermedad de Crohn.

Pero el consumo excesivo de selenio puede causar aliento a ajo, náusea, diarrea, erupciones en la piel, irritabilidad, sabor metálico en la boca, cabello o uñas quebradizas, caída de cabello o uñas frágiles, descoloración de los dientes y problemas del sistema nervioso. Además, el consumo de altas cantidades de selenio pueden generar problemas graves, entre ellos, dificultad para respirar, temblores, falla renal, ataques cardíacos e insuficiencia cardíaca.

Por tal razón, la revista Cuerpomente reveló los síntomas para identificar la deficiencia de selenio en el cuerpo:

1. Alteraciones de la tiroides.

2. Confusión mental.

4. Cansancio y debilidad muscular.

6. Piel y uñas frágiles.

7. Resfriados e infecciones frecuentes.

Por tal motivo, para no presentar deficiencia de selenio y para no consumir en exceso, los institutos señalaron que la cantidad diaria que necesitan las personas depende de la edad y las cantidades promedio diarias, expresadas en microgramos (mcg) son las siguientes:

- Bebés hasta los seis meses de edad: 15 mcg.

- Bebés de siete a 12 meses de edad: 20 mcg.

- Niños de uno a tres años de edad: 20 mcg.

- Niños de cuatro a ocho años de edad: 30 mcg.

- Niños de nueve a 13 años de edad: 40 mcg.

Consumir frutas y verduras, tomar agua, calcular bien las porciones y evitar el exceso de alimentos procesados son las bases de una dieta sana. Información relevante para tomar mejores decisiones en la mesa.
Una alimentación balanceada y saludable debe tener proteínas, grasas, carbohidratos y todos los nutrientes que el cuerpo necesita. | Foto: Getty Images

- Adolescentes de 14 a 18 años de edad: 55 mcg.

- Adultos de 19 a 70 años de edad: 55 mcg.

- Adultos de 71 o más años de edad: 55 mcg.

- Mujeres y adolescentes embarazadas: 60 mcg.

- Mujeres y adolescentes en período de lactancia: 70 mcg.

De todos modos, las anteriores recomendaciones son de los NIH y, por ende, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique lo que es más adecuado para cada persona.