A UN CLIC DE DISTANCIA

Internet, hasta en la sopa...

Cada vez más artículos de uso cotidiano tienen sensores y microchips que les permiten conectarse a la web para ofrecer funciones, recolectar datos e interactuar con otros dispositivos. El ‘internet de las cosas’ comienza a ser realidad.

26 de octubre de 2013

Conectarse  a  internet dejó de ser algo exclusivo para computadores y teléfonos inteligentes. En la actualidad, casi cualquier artículo está en capacidad de capturar y compartir datos en línea para interactuar con otros equipos mediante pequeños sensores, etiquetas de radiofrecuencia y diminutos procesadores. 

Desde aires acondicionados, cámaras digitales y tomacorrientes hasta zapatos, neveras y gafas, cada vez más objetos de uso cotidiano están ampliando sus características y ofrecen nuevas funciones gracias a internet. Este concepto, que está revolucionando toda clase de actividades, se conoce como ‘internet de las cosas’. 

Según Simbad Ceballos, gerente general de Cisco Colombia, el gran objetivo de esta tendencia es transformar la información que proviene de artículos cotidianos en acciones que, a su vez, creen nuevas capacidades, mejoren las experiencias y amplíen las oportunidades económicas de las empresas, las personas y los países. Y agrega: “El concepto de ‘internet de todo’ se refleja también en el uso de la tecnología para mejorar la calidad de vida de las personas y del medioambiente para convertir las urbes en ciudades inteligentes”.

En este momento, el ‘internet de las cosas’ puede encontrarse en gran cantidad de artículos en los hogares, las oficinas, las empresas y las ciudades. Ahora es fácil hallar máquinas expendedoras de alimentos que envían mensajes a sus propietarios cuando se están quedando vacías, equipos industriales que pronostican fallas antes de que ocurran o manillas que monitorean la salud de ancianos que permanecen solos, por ejemplo. 

Eso sí, los expertos predicen que el gran potencial de esta tendencia se verá cuando todos los objetos comiencen a interactuar entre sí, sin necesitar la interacción humana. En ese momento, podrán automatizar pequeñas tareas y procesos para elevar el nivel y la calidad de vida de los usuarios. 

En el futuro cercano, un empleado que reciba a medianoche un correo avisándole que su primera cita de la mañana se adelantó 45 minutos no llegará tarde. El mensaje modificará la alarma del despertador de la persona para despertarla antes. Pero además, el reloj se comunicará con la cafetera para encenderla y con el aire acondicionado de la oficina, para que encuentre la temperatura ideal al llegar. 

Al final, el ‘internet de las cosas’ pasará de ser una novedad para convertirse en el asistente perfecto, aquel que se anticipa a las necesidades de su jefe y vela por su bienestar. 

Tomacorrientes 2.0

Si cada mañana debe regresar de la oficina a la casa, pues suele olvidarse de desconectar la plancha, debería usar los adaptadores de energía Wemo, de la empresa Belkin. Además de controlar las variaciones en la electricidad de cualquier tomacorriente, estos dispositivos se conectan a la red Wi-Fi del hogar para que, a través de una aplicación para teléfonos inteligentes, el usuario controle desde cualquier parte del planeta la operación de los aparatos eléctricos que lo utilicen. 

Las plantas piden comida

La agricultura también se beneficia del ‘internet de las cosas’. A través de sistemas de sensores como HarvestGeek o Koubashi, los campesinos pueden conocer los niveles de humedad y de fertilización, así como la temperatura y la luz que recibe cada planta, para calcular sus necesidades de crecimiento y ahorrar valiosos recursos. Estos sistemas también pueden interactuar con sistemas de riego para activarlos automáticamente cuando detectan que es hora de regar la plantación. 

Internet, a la basura

Las canecas que hablan dejaron de ser exclusivas de los programas infantiles de televisión: BigBelly es uno de estos recipientes para espacios públicos que recolecta datos en tiempo real y utiliza la red de telefonía celular para alertar a los responsables del momento exacto en que debe ser desocupado. Desde que comenzaron a usar este sistema, las municipalidades de Nottingham (Reino Unido), Múnich (Alemania) o Lausana (Suiza) han logrado reducir el número de rondas para vaciar las canecas, lo que se traduce en ahorro de combustible y tiempo de los funcionarios encargados. 

Un hogar inteligente

Los electrodomésticos también están sacando provecho de las redes inalámbricas de los hogares. En Colombia ya es posible encontrar lavadoras y aires acondicionados –de Samsung y LG– que pueden activar algunas de sus funciones y hacer seguimiento de su operación a través de aplicaciones para teléfonos inteligentes. Así, por ejemplo, los usuarios ya no perderán su tiempo libre mientras esperan a que termine un ciclo de lavado, ni tendrán que dejar encendido el aire acondicionado todo el día para mantener el ambiente agradable cuando lleguen en la noche. 

Píldora para la memoria

¿Suele olvidar si tomó su medicación en la mañana? En ese caso, Proteus Pill podría ser la solución que busca para evitar incómodos accidentes. Estas píldoras contienen un microchip interno –del tamaño de un grano de arena– que registra la hora exacta en que la persona ingirió sus medicinas para luego enviar esa información al teléfono inteligente del paciente o de su médico. Eso sí, la persona debe tomarlas a la par con sus medicinas. 

¿Y dónde está el paquete?

Las operaciones logísticas también están aprovechando las ventajas que les da el uso de sensores. Fedex pone un buen ejemplo pues, desde hace varios meses, cuenta con un sistema llamado SenseAware, el cual recolecta y transmite datos de los paquetes que transporta para analizar sus condiciones y ubicación exacta. Para evitar daños en las encomiendas, el sistema determina su ubicación, temperatura, exposición a la luz, humedad relativa y presión barométrica.