Relaciones de pareja

La segunda ?vez no es mejor

Los segundos matrimonios duran menos que los primeros. Los hijos del otro, el fantasma del ex y no saber por qué falló la relación anterior serían las principales causas del nuevo fracaso.

8 de octubre de 2011

MUCHOS DIVOR-

ciados sienten derecho a una segunda oportunidad y se casan animados con la idea de que la experiencia vivida esta vez los llevará a buen puerto. Después de todo, la lógica dice que no se comete un error dos veces. Pero la realidad muestra que los segundos matrimonios duran menos que los primeros. Los datos más recientes indican que mientras el primer matrimonio sobrevive en promedio 20,8 años, los segundos apenas llegan a 14,5. Esto se debe a que las parejas que deciden reincidir lo hacen tarde en la vida y, por lo tanto, un porcentaje de esas relaciones termina cuando uno de los dos muere. Pero cuando se comparan solo aquellos matrimonios que terminan en divorcio, las segundas uniones siguen teniendo menos probabilidades de ser exitosas, aunque la diferencia es muy modesta. De acuerdo a The Census Bureau, el año más difícil entre quienes se dan una segunda oportunidad es el número ocho.

Según la psicóloga María Elena López, las segundas nupcias tienen unas desventajas muy concretas que no se presentan en las primeras uniones. Entre estos problemas, el más recurrente y difícil de manejar son los hijos previos, sobre todo cuando uno de los dos no los tiene y de repente debe lidiar con los muchachitos del otro sin tener la experiencia de ser padre. A esto se suma la renuencia explícita de los hijos a aceptar a esa nueva pareja. Según López, no importa la edad de estos, siempre reciben al otro como un intruso que viene a quitar espacio, dinero y atención. La presencia de los hijos en las segundas nupcias también interfiere en la construcción de la intimidad, que a diferencia de los recién casados, no tienen esa etapa de ajuste durante la cual es crucial estar solos.

Y si hay hijos, lo más seguro es que también haya una ex, lo que complica aún más las cosas. Buena parte de los problemas de dinero en las segundas nupcias se deben a que los miembros de la pareja hacen aportes económicos para los hijos del matrimonio anterior. Es una de las fuentes de conflicto de Laura Martínez, una empresaria de 35 años, y Felipe, su esposo, de 42. Ella considera que él hizo un acuerdo muy generoso en términos de dinero con su ex, al que llamó en su momento 'el precio de mi libertad'. "Aunque al principio me parecía bien que fuera generoso y respetuoso con ella, hoy creo que es el tema que más me hace pensar en dejarlo", confiesa. Laura explica que Felipe le paga la cuota de la casa a su primera mujer, le asignó una mesada para su manutención y gira otro cheque para la del hijo de ambos. También sufraga cualquier gasto extraordinario, como remodelaciones, carros y viajes.

Para Linda Mellor, fundadora del British Second Wives Club (BSWC), con frecuencia se observa que a pesar de haber pasado años de separación, los ex sienten dificultad para seguir adelante con su vida e interfieren en la de la nueva pareja directamente o a través de los hijos. El efecto de la ex es tan apabullante que en varios países del mundo muchas

mujeres no han tenido otra opción que agruparse en clubes en los que comparten experiencias y se dan apoyo mutuamente. Según el BSWC, con 3.500 miembros, 63 por ciento de ellas sufre de estrés que resulta en depresión, migrañas o problemas de sueño debido a los conflictos maritales propios de un esposo con un pasado matrimonial. Según López, estas situaciones empiezan a crear fisuras en la pareja. "El que se considera víctima de alguna manera le pasa cuentas de cobro al otro, porque quererlo le está saliendo muy caro en todo sentido".

Los expertos han identificado otro grupo de factores que interfieren en el éxito de las segundas nupcias y tiene que ver con el bagaje que se trae a esa nueva relación. Esa maleta puede estar llena de rabia y resentimiento, dependiendo de la experiencia del matrimonio anterior y de cómo se manejó el divorcio. "A veces las mujeres deben lidiar con hombres que están muy heridos por su separación y que tienen problemas para comprometerse emocionalmente con ellas", dice Mellor. Según un estudio hecho por Lawrence Ganong, experto de la Universidad de Missouri, las mujeres que se casan por segunda vez tienden a buscar más poder en la segunda relación, lo cual puede ser un problema si el marido no le da ese espacio.

Por lo anterior, muchos psicólogos creen que la clave para que el segundo matrimonio vaya bien es haber tenido un buen divorcio. Esto no solo incluye terminar las cosas en buenos términos, sino también hacer el divorcio emocional, en el cual la persona rompe los lazos sentimentales, especialmente los negativos, para no estar más atada a su ex. "Esto requiere de un autoexamen en el cual la persona reconoce que el matrimonio falló por culpa de ambos y no del otro solamente -dice López-. Si no logran hacer conciencia de por qué se separaron y no asumen su responsabilidad en la ruptura, esos problemas aparecen en la nueva pareja", agrega la experta. Otra posibilidad es que se repitan los mismos errores, ya sea escoger a alguien idéntico al que dejaron o uno completamente opuesto, y ambas situaciones son problemáticas.

No obstante, Mellor cree que los segundos matrimonios tienen grandes posibilidades de durar si se deja un tiempo prudencial antes de volver a dar el sí. Ese espacio es crucial para pensar en la pareja que realmente quieren y no tener falsas expectativas. "La gente es más madura y cautelosa la segunda vez, porque quiere asegurarse de que hace las cosas bien", dice. n