Breaking Bad, Los Soprano, Lost, Friends: así acabaron algunas de las mejores series de los últimos años

TELEVISIÓN

Se acaba ‘Game of Thrones’: estos son los mejores y los peores finales de las series más exitosas de los últimos años

Ahora que se acaba una de las series más exitosas de la historia, vale la pena recordar cómo han terminado otros shows de televisión antes. Algunos finales fueron de leyenda, otros pasaron al olvido.

17 de mayo de 2019

Este domingo ‘Game of Thrones‘ llega a su final. Y a juzgar por las críticas de varios fanáticos que consideran que en la última temporada la historia perdió un poco el rumbo, y los comentarios de otros, que creen que ha sido épica y monumental, es de esperar que las opiniones sobre el final sean muy divididas.

Aun así, es claro que acabar una serie de esa envergadura es difícil y que, pase lo que pase, no todos quedarán contentos.

En los últimos años, varias de las series más exitosas de la televisión han echado mano de distintos tipos de finales para cerrar sus tramas. Algunas lo hicieron de forma magistral, mientras que otras dejaron mucho que desear.

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Este es un listado, no exento de polémica (pues en caso de gustos, siempre las opiniones son subjetivas), de los mejores y los peores finales de los últimos años:

Los mejores

Breaking Bad: Casi no hay voces disidentes en este caso. Luego de ver durante cinco temporadas cómo el bonachón y enfermo profesor de química Walter White se convertía en el temible Heisenberg, no se esperaba otro final que este. En un último intento por recuperar algo de la dignidad que había perdido, el protagonista se despide de su familia, reconoce que todo lo hizo más por sentirse poderoso que por asegurarles un futuro a ellos y ataca a quienes lo robaron, salvando a Jessie y muriendo en el sitio que más disfrutó: su laboratorio. De fondo suena Baby Blue, de Badfinger.

Mad Men: Algunos pueden disentir, pero la gran mayoría coincide en que el final que la serie le da a Don Draper es una genialidad. Luego de huir de su vida y de la publicidad, la profesión por la que dio todo a lo largo de la serie, llega a una comunidad hippie. Allí, mientras medita, tienen un momento de genialidad que demuestra con una sonrisa. Luego, la serie termina con uno de los comerciales más famosos de la historia: El de Coca Cola, con varias personas de diferentes razas, edades y condiciones sociales cantando unidos. Finalmente el protagonista consiguió crear el anuncio perfecto y se aceptó como lo que es: un vendedor de felicidad.

Los Soprano: El final aún hoy divide opiniones. La serie que lo cambió todo y que inauguró la era dorada de la televisión termina con su protagonista, el gangster Tony Soprano, reunido en un restaurante con su familia. De fondo se escucha Don’t Stop, de Journey, y se palpa cierta tensión. Él no deja de mirar a todos lados, temiendo que alguien llegue a cobrarle alguna deuda pendiente. Cuando su hija está entrando al restaurante y varios desconocidos (sospechosos) lo observan, la cámara enfoca la cara de Tony mirando a la puerta y, de forma sorpresiva y repentina, se funde a negro. Varios segundos de silencio y créditos finales. Algunos creen que eso significa que murió asesinado, pero los directores siempre han dicho que es un final abierto: cada televidente escoge su interpretación. Para muchos, otra genialidad. 

Escuche nuestro podcast: Llega el final de Game of Thrones: ¿qué pasará en el último capítulo?

Friends: No pasa nada extraordinario, pero el final de esta serie permanece en la memoria de sus fanáticos. Los directores y productores estudiaron los últimos episodios de otras series (los que habían funcionado y los que no) y decidieron que no podían hacer nada fuera de lo común, sino que tenían que respetar el ritmo y el tono que había hecho de Friends una de las series más populares de los años noventa. Así que el conflicto de Ross y de Rachel se resuelve y luego los amigos toman diferentes caminos para su vida. La última escena los muestra saliendo a todos del apartamento donde vivieron tantas aventuras. Nostálgico y funcional. 

Six Feet Under: ¿Cómo más podía terminar una serie sobre una familia que maneja una funeraria y en la que cada capítulo comenzaba con un muerto? Pues mostrando la muerte de todos los protagonistas. Luego de cerrar los conflictos que quedaban pendientes, Claire Fisher, la menor de la familia, sale en su carro. Y mientras conduce en carretera, la serie va mostrando clips del futuro: matrimonios, fiestas, celebraciones y, sobre todo, muertes. Luego de mostrar cómo perderán la vida todos los protagonistas, la serie termina con la anciana Claire cerrando los ojos. Para muchos es el final perfecto, porque cierra totalmente la historia. 

Seinfeld: Otro final polémico: para algunos está entre los mejores y para otros, entre los peores. Y es que muchos definen a la sitcom por excelencia como una comedia que “no trataba sobre nada en particular”, en donde lo absurdo era usual. Por eso, el final no desentona: Jerry, Kramer, George y Elaine son llevados a la corte en donde todas las personas de las que se burlaron o a las que les hicieron algún tipo de daño o fechoría pasan a declarar contra ellos. Al final son declarados culpables de ‘indiferencia criminal’ y la última escena los muestra en la cárcel, en una de sus acostumbradas conversaciones.

Los peores

Lost: Esta serie fue otro fenómeno global. La historia de los sobrevivientes del vuelo 815 de Oceanic Airlines que terminan incomunicados en una isla aparentemente desierta captó adeptos en todo el mundo. Llena de misterios y de ciencia ficción, con viajes en el tiempo, seres extraños y mundos paralelos, la serie fue perdiendo fanáticos con el pasar de los capítulos y el final no convenció a la mayoría. Supuestamente quienes morían pasaban a una especie de sala de espera para llegar al otro lado, pero eso no queda tan explícito. Al final, además, quedan muchos cabos sueltos e historias inconclusas.

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How I met your mother: El final de la comedia más exitosa de la década pasada fue un rotundo fracaso. Luego de que Ted Mosby pasara nueve temporadas contándoles a sus hijos cómo había conocido a su mamá, ella aparece en los últimos capítulos y finalmente se conocen unos minutos antes de la escena final. Aunque todo hubiera podido terminar ahí sin ningún problema, la serie muestra cómo ella se muere tiempo después. Al final, cuando Ted termina de contarles la historia a sus hijos, estos le dicen que él en realidad ha estado enamorado toda su vida de su amiga Robin, y lo impulsan a ir por ella. Así, la serie también arruina el arco de dos de los personajes más queridos: Robin y Barney, cuya boda duró toda una temporada. 

Dexter: La historia del asesino serial que calmaba sus ansias de sangre matando a otros asesinos seriales fue casi perfecta. Pero casi, porque el final decepcionó a muchos. Luego de verse descubierto, de perder casi todo lo que tenía y de la muerte de su hermana, Dexter decide huir muy lejos, abandonar a su hijo y a su nueva novia, con quien tenía planes de empezar de ceros en Argentina. Pero luego de mostrar un huracán que supuestamente lo mata, reaparece inexplicablemente como leñador, con barba y mirando a la cámara.  

Two and a half men: Desde que Charlie Sheen salió de la serie por sus problemas con los productores y con Warner Bros., esta comedia sobre dos hermanos adultos que vivían con el hijo de uno de ellos decayó bastante. Aunque llevaron a un personaje interpretado por Ashton Kutcher para reemplazarlo, la audiencia y la crítica no volvió a ver la serie igual. En la última escena, el personaje de Charlie ‘reaparece’, timbra en la casa de su hermano, pero un piano le cae encima y lo aplasta. 

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True Blood: Esta historia fantástica de HBO en la que los científicos desarrollan una sangre sintética y eso lleva a los vampiros a salir de las sombras y a convivir con los humanos fue bastante alabada por la crítica y tuvo buenas cifras de audiencia. Al final y luego de durar siete temporadas armando un triángulo amoroso entre Sookie y dos vampiros (Bill y Eric), la serie termina con ella casada y embarazada de un hombre totalmente desconocido, que no es ninguno de los dos. Decepcionante.