Parásitos intestinales
Los parásitos intestinales pueden generar síntomas como diarrea, estreñimiento y cambio de color en las heces. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Vida Moderna

Los peligrosos daños al organismo que causan los parásitos en el estómago

Los parásitos en el estómago de los niños puede afectar el crecimiento de los mismos.

5 de enero de 2023

Los parásitos son organismos que viven en un organismo huésped y se alimentan del mismo. Si no se tratan y se eliminan pueden provocar enfermedades a las que se les debe prestar atención.

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos explica que los parásitos se pueden contraer por medio de los alimentos o el agua contaminada, la picadura de un insecto o por contacto sexual. Dependiendo del tipo de microorganismos que habiten en el cuerpo pueden ser tratados para eliminarlos.

Si bien existen algunos tratamientos que son indicados para hacerle frente a este tipo de infecciones, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de Estados Unidos, no hay vacunas para las enfermedades parasitarias.

Algunos parásitos no generan síntomas y es posible que las personas no sepan que los tienen. En general, cuando hay presencia de parásitos en el organismo se puede registrar diarrea y otros problemas gastrointestinales.

Según el portal Trome, algunos de los daños que causan los parásitos en el estómago son los siguientes:

1. Anemia. Al los parásitos absorber los nutrientes del intestino y deteriorar las células se puede generar anemia.

2. Deshidratación. “La diarrea y el vómito pueden causar pérdida de líquidos y electrolitos, lo que puede llevar a la deshidratación. La deshidratación puede ser grave, especialmente en niños pequeños y personas mayores”, señala la plataforma.

3. Inflamación del hígado y el páncreas. Los parásitos ocasionan que el hígado y el páncreas se hinchen, y esto a su vez puede generar más afecciones.

4. Obstrucción intestinal. “Los parásitos pueden obstruir el intestino, lo que puede causar dolor abdominal y puede requerir cirugía para reparar el daño”, indica el portal.

¿Qué puede comer una persona después de purgarse?

Para poder eliminar los parásitos del cuerpo, es importante acudir al médico para que formule el desparasitante adecuado y la dosis que se debe consumir dependiendo de la edad, el historial clínico y otros factores a evaluar. También, en la medicina tradicional, muchas personas acuden a remedios caseros a base de plantas medicinales que ayudan a eliminar los parásitos y lombrices del organismo. Por ejemplo, entre los remedios que más se destacan son el té de ruda con semillas de papa, el aceite de oliva con ajo, té de cúrcuma, entre otros.

Ahora bien, es importante tener en cuenta que la mayoría de estos purgantes pueden ser agresivos para el organismo y por ello es esencial ayudar al intestino a terminar la eliminación de las bacterias con una dieta alimenticia adecuada. Por esta razón, el portal web Medicina Natural Alternativa, señala que es fundamental que después de dos a cuatro horas de haber consumido el purgante se consuma una ensalada grande con hojas de acelga cocidas, lechuga y abundante zanahoria rallada.

Estas verduras contienen mucha fibra que no es pesada para el organismo, lo que permite realizar un barrido en todo el organismo de los restos de los parásitos que quedan. Luego de ello, el portal mencionado indica que se debe consumir bastante líquido, pero no solo agua, sino mezclarla con algunos ingredientes como el bicarbonato de sodio, miel, azúcar e incluso sal, para que actúe como una especie de suero que reconstituya los electrolitos.

Adicional a ello, es importante mantener una dieta líquida, la cual se compone de alimentos con un alto contenido de agua como lo son las frutas acuosas neutras tipo sandía o melón, sopas o cremas de verduras, abundantes ensaladas y poco a poco ir incorporando alimentos más sólidos para restaurar el funcionamiento de estómago e intestino.

También es aconsejable que después de 24 horas de la purga se incorporen alimentos probióticos que ayuden a reforzar la microbiota con alimentos fermentaos como el yogur.