Médico intensivista Jaime Andrés Echeverry. Foto: Daniel Jaramillo | Foto: Daniel Jaramillo / especial para Semana

INFORME ESPECIAL

“Me duelen las mentiras y desinformaciones contra los médicos”

Jaime Andrés Echeverry, médico de servicio de Cuidado Intensivo de la clínica Unida por la Vida de Cali, cuenta detalles de cómo es trabajar en una Unidad de Cuidados Intensivos cuando Colombia se acerca al pico de contagios de covid.

1 de agosto de 2020

Ingresé a esta clínica nueva que es especializada solo en pacientes covid hace menos de un mes. Acá los protocolos son mucho más estrictos que en otros centros de salud donde laboro; desde el momento en que llegamos debemos ponernos todo nuestro equipo de protección, que está ubicado en el primer piso.

Nos ponemos uniforme limpio, nuevo, que consta de una bata, gorros, tapabocas, gafas, polainas, y ahí sí subimos al quinto piso donde están ubicados los pacientes con covid.

Últimamente me la paso trabajando, siempre estoy ocupado. Mi tiempo libre en estos últimos meses ha sido muy corto. El día a día en las unidades de cuidados intensivos es un poco pesado, debemos estar pendientes de los pacientes, sobre todo de los que están ventilados y los que tienen otras patologías y eso hace que se descompensen más rápido. Es realmente complejo estar midiendo con exámenes y signos vitales su evolución diaria.

Mi familia también es del sector salud, pero no viven aquí en Cali. Por ahora están apartados de la atención de pacientes con covid, no quieren. Lo más duro de esto es estar lejos de ellos. No poder ir a visitar a mi sobrino, por ejemplo.

Yo estoy en la medicina porque me gusta. No se trata de misiones heroicas de “quiero salvar vidas porque soy Superman”, sino de tratar de hacer algo por la gente con lo que uno más pueda. Tratar de hacer lo mejor para que los pacientes salgan adelante con los síntomas que los aquejan.

Uno sabe que estamos haciendo las cosas bien, pero hay informaciones erróneas como el supuesto ‘cartel de covid’, que crea malas vibras hacia el personal de salud. Personalmente me ha ido bien con la gente cuando voy al banco o centros comerciales me atienden bien, mi único conflicto son las redes sociales, porque cuando yo veo que están escribiendo cosas en contra de mi gremio, yo ahí sí me pongo el escudo para alegar con argumentos para que las personas dejen estar propagando ideas falsas. Esas cosas son las que más me duelen, porque nos exponen a cosas como las amenazas y ataques a algunos colegas.

La gente debe entender que esto es real, y que si no actuamos todos juntos estamos condenados a que esto se agrave aún más.

El miedo de todos nosotros cuando un paciente ingresa es que termine con un ventilador. Aunque debo aclarar que el ventilador no es la cura, sino un medio para prolongar el tiempo de una persona para que se recupere. Cuando un paciente termina en ventilador y lograr superar esa fase es gratificante. Después de todo ese calvario, poder hablar con ellos es el mejor pago. En contraste, también vemos que muchas personas no logran superar esa fase, por más de que les hagas, y eso es triste.

Considero que en algún momento nos vamos a contagiar, eso es casi inevitable. La cuarentena no tenía como objetivo acabar el virus, sino darle tiempo al sector de salud de prepararse y atender pacientes no de una manera masiva. El miedo que tengo es que lleguen muchos pacientes al tiempo y no haya cómo atenderlos a todos al mismo tiempo.