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Se puede confudir el sentimiento de amar con el de la atracción, y en los casos más complicados, se puede llegar a generar una especie de obsesión por alguien,(Photo by Christian Charisius/picture alliance via Getty Images) | Foto: dpa/picture alliance via Getty I

Vida moderna

Psicólogos explican en qué se diferencian el amor, la atracción y la obsesión

Cuando una persona siente obsesión más que amor, es probable que incluso haya olvidado qué era lo que le gustaba de alguien.

1 de abril de 2022

¿Amor, atracción u obsesión?, esa es una de las preguntas más frecuentes de la humanidad cuando conocen a alguien nuevo y comienzan a sentir algo por esa persona. Luego quizá sienten algo más intenso y, en algunos casos, llegan a niveles tan abrumadores de sensaciones que los pone a dudar sobre la naturaleza de lo que realmente se siente por esa supuesta alma gemela.

Generalmente, se puede confundir el sentimiento de amar con el de la atracción, y en los casos más complicados, se puede llegar a generar una especie de obsesión por alguien, haciéndolo pasar por amor, cuando en realidad oscila más en otra dirección. Y ¿cómo saber la diferencia?

La pareja china se conoció por el confinamiento y decidieron casarse.  Imagen de referencia, no corresponde al hecho en mención. Foto: GettyImages.
Por ejemplo, sentir amor por una persona que vive en otro país, y hacer todo lo posible por hacer que esa relación sobreviva a la distancia. Foto: GettyImages. | Foto: Foto Gettyimages

Según expertos en psicología consultados por la revista GQ México, existen diferencias claras entre amor, atracción u obsesión:

Amor vs. atracción

El amor tiene la cualidad de proveer de energía a las personas que lo sienten, y esa energía se enfoca en intentar que un vínculo funcione. Por ejemplo, sentir amor por una persona que vive en otro país, y hacer todo lo posible por hacer que esa relación sobreviva a la distancia, ya que el amor tiene una fuerza positiva que impulsa a las personas a perseverar en sus metas.

Todo lo contrario a la atracción, que es un poco más silenciosa en ese sentido. Por ejemplo, sentir atracción por una persona que, usando el mismo caso, vive en otro país. La diferencia será que, aunque pasen un buen rato con ellos o ellas, lo más probable es que al volver a casa el vínculo y la pasión entre ambos se vaya enfriando.

La atracción, a diferencia del amor, no aporta tanto de esa fuerza vital para que la cercanía entre dos personas se fortalezca, sino que se satisface en el deseo cuando se tienen cierto tipo de encuentros con alguien más y no necesitan mucho más que eso.

Sin duda, para muchos alguien les puede parecer atractivo, pero si no sienten un deseo firme y constante por estar con esa persona, es más probable que sea solo eso y no tanto amor.

Otra forma de distinguir entre amor y atracción, según los psicólogos, es qué tan capaz se siente una persona de imaginar un futuro con alguien más. Si el deseo se percibe como algo temporal, entonces es atracción, si existen ideas a futuro y planes en conjunto en la mente, es probablemente amor.

Esto quiere decir que también afecta el nivel de interés y compromiso que se siente por alguien al momento de definir qué es lo que se siente en realidad.

Amor vs. obsesión

La obsesión, por su parte, tiene un carácter ligeramente más “tóxico” que el amor, en el sentido de que fundamentar una relación en la simple obsesión muchas veces tiene también un componente de sufrimiento y dolor.

En una relación que se basa en la obsesión, probablemente la inseguridad y la inestabilidad son parte básica de la cotidianidad y las dinámicas de esa pareja.

Cabe resaltar que todas las relaciones de pareja tienen sus propias dificultades, pero las relaciones tóxicas tienen características específicas como formas de chantaje, control, faltas de respeto y hasta violencia, que en el amor no deben estar presentes.

Además, cuando una persona siente obsesión más que amor, es probable que incluso haya olvidado qué era lo que le gustaba de una persona y más bien ya esté persiguiendo una idea que se hizo sobre ese alguien, que en muchos casos ni siquiera coincide con la realidad.

Entonces, la pregunta es: ¿Realmente es gusto por esa persona o el gusto por la idea que se tiene de esa persona?