Frutos secos
Productos como nueces, avellanas, almendras, anacardos, piñones y pistachos son solo algunos de los frutos secos más conocidos. | Foto: Getty Images/iStockphoto

VIDA MODERNA

¿Qué dice la ciencia sobre el beneficio de los frutos secos para la salud?

Según varios informes, los frutos secos aportan vitaminas necesarias para mantener una buena salud.

2 de marzo de 2022

De acuerdo a la página de salud Nutrimedia, el consumo habitual de frutos secos puede reducir el riesgo cardiovascular y es beneficioso para la salud.

Productos como nueces, avellanas, almendras, anacardos, piñones y pistachos son solo algunos de los frutos secos más conocidos.

Se llaman así porque, a diferencia de otras frutas de árbol, contienen menos de un 50 % de agua. También se incluyen los cacahuetes –aunque en realidad son leguminosas–, las pipas de girasol y las de calabaza, y otras nueces más exóticas, como las de Macadamia, de Pecan y de Brasil.

El consumo habitual de frutos secos se asocia con una reducción del riesgo de sufrir un infarto, un ictus y otras enfermedades cardiovasculares. De acuerdo al informe de Nutrimedial “el beneficio es dependiente de la dosis. Asimismo, se ha comprobado que el consumo frecuente de estos alimentos se asocia con una reducción de la mortalidad cardiovascular y por todas las causas’'.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda comerlos en cantidades adecuadas, en adultos para tener una alimentación sana.

“Las grasas no saturadas, preentes por ejemplo en los frutos secos, son preferibles a las grasas saturadas, preentes en la carne grasa, la mantequilla o el aceite de palma”, explicó el organismo.

Por otra parte, según señala la Federación Española del Corazón (FEC), los frutos secos mejoran la salud del corazón y hacen parte de una dieta equilibrada, aportando beneficios para la salud.

El estudio de la FEC recoge una investigación, llevada a cabo en Estados Unidos, que asocia la alimentación de frutos secos con una disminución de la prevalencia de factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico: “Además de contener vitamina E, ácido fólico, magnesio, calcio, vitaminas del grupo B, melatonina y ácidos grasos Omega-3, esconden una buena dosis de triptófano, que ayuda al cerebro a producir más serotonina’'.

Según un informe del medio Ecoticias, las nueces de macadamia son aún más calóricas, ya que “tienen 720 calorías en la misma cantidad, pero un nivel más bajo de proteínas y carbohidratos y un aporte más alto de vitamina B1, manganeso y tiamina. Alrededor del 60 por ciento de sus ácidos grasos es ácido oleico. De hecho, su valor en ácido oléico es más elevado incluso que el de las aceitunas’'.

De acuerdo a lo dicho por el mismo medio, los antioxidantes de la almendra están presentes en la parte marrón de la piel que las recubre: “Contienen el 37 por ciento de la cantidad diaria recomendada de vitamina E. Como curiosidad, hay que decir que entre el 10 y el 15 por ciento de las calorías de la almendra no son absorbidas por el cuerpo porque la grasa es de difícil acceso. Además activan el metabolismo’'.

En su nuevo libro Metabólical, Lustig recomendó eliminar todos los aperitivos y alimentos ultraprocesados, ya que han perdido su valor nutricional y están cargados de aditivos perjudiciales para la salud.

Sus pautas para una alimentación saludable apoyan “la salud intestinal y hepática al ceñirse a una dieta de alimentos secos integrales y sin procesar como verduras, nueces, proteínas magras y evitar los azúcares añadidos y la comida basura’'.