La vacuna se puede aplicar en mujeres hasta de 46 años. | Foto: Archivo SEMANA

SALUD

La vacuna que evita el cáncer

El Virus del Papiloma Humano (VPH) es el responsable del 70 por ciento de los casos de cáncer de cuello uterino. Existe una vacuna para combatirlo pero muchos no creen en su efectividad. Un experto despeja las dudas sobre el tema.

23 de marzo de 2017

El VPH es la infección de transmisión sexual más común en todo el mundo. Se estima que cerca del 70 por ciento de las personas que inician relaciones sexuales en algún momento portarán este virus, que en la mayoría de los casos se elimina por sí solo al cabo de un tiempo. Existen 15 clases del VPH que son de alto riesgo para las lesiones precancerosas, entre ellos el 16 y 18, para los cuales está diseñada la vacuna.

La inmunización no solo previene la aparición del cáncer del cuello uterino, sino que frena el desarrollo de otros problemas potenciales como las verrugas genitales. Según proyecciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), si se promueve la cobertura de la vacuna en el 70 por ciento del planeta, en los próximos 10 años se podrá evitar la muerte de 4 millones de mujeres en países de ingresos medios y bajos por este carcinoma.

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Este cáncer está estrechamente ligado con las brechas sociales y la pobreza ya que, como explica Juan Carlos Vargas, asesor científico de Profamilia, “la mayoría de las muertes por cáncer de cérvix en el mundo los aportan países en desarrollo como Colombia”. En el país cada año mueren cerca de 3000 mujeres por esta causa y eso lo convierte en el cáncer más mortal y el segundo más frecuente, después del de seno.

Para cambiar este panorama, varios países alrededor del mundo han incluido esta inmunización en los planes de salud. En Colombia, la vacuna hace parte del esquema obligatorio y es aplicada a niñas entre los 9 y 14 años de manera gratuita desde 2012. En otros países como Japón, Nueva Zelandia y Austria, han dejado de recomendar la vacuna porque consideran que no existen los estudios necesarios para demostrar el verdadero beneficio de las dosis.

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Los opositores aseguran que tiene efectos secundarios tan fuertes que podrían causar convulsiones o enfermedades autoinmunes. También señalan que aún es una vacuna experimental y que sus efectos no se pueden ver a corto plazo.

Al respecto, los expertos responden que la vacuna puede provocar efectos como dolor e irritación en el sitio de la aplicación, pero que desaparecen con el tiempo. “Se han presentado otros consecuencias no deseadas como problemas neurológicos y reumatológicos, pero son efectos que se esperan de cualquier otra vacuna”, explica Vargas. Agrega que estos se asocian con mujeres que han tenido antecedente de estas enfermedades.

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La vacuna contra el VPH está aprobada desde el 2006 y antes de serlo pasó por un proceso de pruebas de 10 años. “Es segura y ya hay reportes en donde se ha visto una disminución del cáncer y de enfermedades relacionadas con el VPH gracias a la aplicación”, dice Vargas.

La vacuna se puede aplicar en mujeres hasta de 46 años. La recomendación es que se haga siempre bajo prescripción a través de personal profesionalizado, pero “se requiere una valoración y un estudio del historial clínico de las pacientes para evitar complicaciones”, explica Vargas. Si la decisión es no aplicar las dosis de inmunización, entonces la recomendación de los especialistas es hacer las visitas al ginecólogo con disciplina y no olvidar utilizar protección en las relaciones sexuales.