Insomnio por el coronavirus:
Insomnio por el coronavirus: | Foto: GETTY IMAGES

Salud

Insomnio incrementó durante la pandemia en Colombia, según informe

Algunas razones son el estrés y la ansiedad a raíz de los problemas económicos y el desempleo, Tambien lo es el temor a un posible contagio de covid-19,.

5 de febrero de 2021

Un informe basado en entrevistas con 1.300 pacientes neurológicos, muestra que el insomnio se ha incrementado en Colombia durante la pandemia y en parte a causa de esta.

La doctora Isabel Cristina Restrepo, neuróloga clínica y miembro de la Asociación Colombiana de Neurología, habló con las personas en distintos departamentos del país, entre abril y enero de este año.

| Foto: celular, insomnio, sueño, trabajo, hábitos malos (123RF)

Una de las conclusiones más significativas de las encuestas fue que 30 por ciento afirmó que su insomnio ha incrementado durante la pandemia.

De hecho, según Restrepo, “las consultas por insomnio se han incrementado en un 30 por ciento, en especial en aquellos pacientes que, previo a la llegada de la covid-19, ya presentaban dificultades para conciliar el sueño”.

El 75 por ciento de los pacientes afirmó que presenta algún problema para descansar, entre ellos dificultades para dormir o mantener el sueño, despertarse temprano en la madrugada o sensación de cansancio permanente. Además, el temor a contagiarse con el SARS-CoV-2, el desempleo y los problemas económicas reúnen el 40 por ciento de los motivos por los que las personas no están descansando bien.

Los cambios en la rutina para dormir y la mala alimentación también han disparado este trastorno en un 25 por ciento de los casos, según la doctora. Sumado a eso, la exposición continua y excesiva a pantallas durante la cuarentena detonaron el 10 por ciento de los casos; la falta de ejercicio físico, el 12 por ciento y la ausencia de exposición al sol, 8 por ciento.

La especialista explica que, en promedio, los jóvenes y adultos deben dormir entre 7 y 9 horas al día; los recién nacidos, 18 horas y los niños de 2 años, entre 12 y 14 horas. “Estos son los estándares promedio ideales para descansar, reparar el organismo y recuperar toda la energía”, sostiene y agrega que la falta de sueño o de buena calidad de este acelera la muerte de las neuronas.

Las personas experimentan cambios en el estado de ánimo como irritabilidad, mal humor, falta de energía, problemas de memoria y de concentración; también causa menor rendimiento académico y laboral, mayores niveles de estrés y adicionalmente se ha demostrado que existe más riesgo de sufrir ansiedad, depresión y enfermedades cardiovasculares como diabetes, hipertensión e infartos cardiacos”, explicó Restrepo.

Con todo, la doctora considera que es preocupante que los niveles de estrés, ansiedad y depresión, los problemas de atención, concentración y memoria, y los dolores de cabeza, también incrementaron como consecuencia del insomnio en tiempos de coronavirus.

Así mismo, enfermedades cardiovasculares que normalmente están asociadas a los trastornos de sueño, como la hipertensión, la diabetes y los problemas cardiacos y pulmonares, han aumentado al menos en un 45 por ciento.

Actualmente las personas más afectadas por el insomnio son los niños, niñas y adolescentes, las mujeres y los ancianos; también los individuos con patologías de base relacionadas con ansiedad, depresión, migraña y demencias como Alzheimer.

La doctora Isabel Cristina Restrepo da algunas recomendaciones para dormir mejor:

a) Mantener un horario regular para acostarse y levantarse, aún los fines de semana.

b) Practicar actividad física en el día para consumir energía y generar la necesidad de descanso y sueño en la noche.

c) Evitar comer en exceso y muy tarde de la noche, también es recomendable. No cenar comidas picantes, condimentadas, grasosas o abundantes, ni consumir cafeína, dulce, ni alcohol.

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d) Evadir la exposición a pantallas como mínimo 1 hora antes de irse a la cama, eso incluye: celulares, tabletas, computadores, videojuegos y televisión. Para tener en cuenta, las pantallas LED generan una luz que el cerebro asimila como si fuera el sol, retardando la secreción de la melatonina, la hormona que da la sensción de sueño.

e) Tener una rutina antes de acostarse con el fin de preparar al cerebro para este momento. Es clave, por ejemplo, meditar, tomar un baño, hacerse un masaje, tomarse una aromática o un vaso de leche caliente, leer y hacer ejercicios de respiración.