LA DIETA CONTRA EL CANCER

¿Sabía usted que conservarse delgado y comer ciertos alimentos disminuye el riesgo de contraer la enfermedad?

10 de septiembre de 1984

Desde hace dos décadas, el cáncer pende sobre las cabezas de los hombres como una espada de Damocles. Y desde entonces, cada día más, se han impulsado investigaciones en busca de las causas del cáncer, lo que ha permitido llegar a conclusiones tales como que casi todo produce cáncer, especialmente si es "rico". En su desesperación, muchas personas han recurrido al queso de soya y al jugo de zanahoria, pero otros se consuelan a sí mismos con hamburguesas y papas fritas, con el convencimiento de que de todas maneras no escaparán a la tumba, pero que llegarán a ella con el estómago lleno: de una forma u otra, todos parecen estar seguros de que los alimentos que comen son su ruina.
En los Estados Unidos, especialmente, la histeria del cáncer es peor que en el resto del mundo. Por eso, la Sociedad Americana del Cáncer ha diseñado una guía dietética con el fin de que quienes la sigan puedan disminuir el riesgo de contraer la enfermedad. Esta dieta, que tiene sus origenes en un reporte del Consejo Nacional de Investigación publicado en 1982, es menos deprimente que otras de su género, ya que incluye la lista de alimentos que deben ser evitados, así como la de aquellos que deben ser ingeridos para prevenir el cáncer. La esencia de esta dieta se resume de la manera siguiente:
- Comer menos grasa.
- Comer más alimentos ricos en fibra como frutas, vegetales y cereales enteros.
- Ingerir alimentos ricos en vitaminas A y C.
- Comer vegetales crucíferos (llamados así por sus flores en forma de cruz) como el repollo, el broccoli, las repollitas, la coliflor.
- Beber alcohol en cantidades moderadas, lo que significa no más de dos tragos diarios.
- Ingerir menos alimentos nitrados, ahumados o curados con sal.
- Comer menos para permanecer delgado.
La Sociedad Americana del Cáncer asegura que esta dieta juega un importante papel en el 35% de todos los casos de cáncer en los Estados Unidos. El cálculo está basado principalmente en los estudios comparativos de los epidemiologistas británicos Richard Doll y Richard Peto sobre estadísticas de cáncer y nutrición en los Estados Unidos y otros países. Sus estudios sugieren que modificar los hábitos alimenticios reduciría en alta proporción la incidencia de cánceres como el del colón y el seno, que en los Estados Unidos cobran 40 mil y 50 mil víctimas anuales respectivamente, tan sólo aventajados por el cáncer del pulmón que ocasiona 120 mil víctimas al año. Sin embargo, esta dieta no ha sido difundida con toda la publicidad del caso, debido a que los vínculos entre el cáncer y la dieta son aún muy tenues. Exceptuando la disminución en el consumo de grasa a un 30% de las calorías diarias, la dieta no específica cuánto debe consumirse de las muchas comidas que recomienda. En relación con la mayoría de los alimentos, la única evidencia con que se cuenta, es que algunas comidas aumentan el riesgo de cáncer y otras lo disminuyen.
La conclusión se basa en tres tipos de evidencia: primero, estudios epidemiológicos sobre variados grupos de personas que demuestran los vínculos existentes entre la dieta y el cáncer. Segundo, los efectos de la dieta en la ocurrencia de cáncer en animales de laboratorio y, tercero, experimentos que miden la capacidad de ciertos químicos para alterar los genes de las bacterias y de otros tipos de células que ocasionan cambios que pueden conducir al cáncer.
En los seres humanos, el peso, el consumo de grasa y, sin duda, simplemente el hábito de sobrealimentarse parecen ser los mayores villanos que hacen a las personas vulnerables al cáncer. Estudios realizados han determinado que existen índices inusualmente elevados de cáncer entre los obesos (definidos como aquéllos que están por lo menos un 40% por encima de los promedios de peso para su edad, altura y sexo); investigaciones adelantadas en grupos de inmigrantes también han revelado, por ejemplo, que cuando los japoneses llegan a los Estados Unidos, su consumo de grasa aumenta y, por consiguiente, la incidencia de cáncer del seno y del colon. La baja incidencia de cáncer del colon en la secta de los adventistas del séptimo día generalmente se atribuye a su escaso consumo de grasas y elevado de vegetales. Aun cuando no se sabe con exactitud por qué la grasa aumenta el riesgo de cáncer, experimentos realizados con ratas parecen indicar que el peligro no radica en la grasa misma, sino en que ésta promueve el desarrollo de tumores causados por otras sustancias y, además, se ha encontrado que debido a que la grasa aumenta la secreción de líquidos gástricos, este flujo químico puede llegar a dañar las paredes de algunas células intestinales y permitir así que ingresen los cancerígenos. En cuanto al exceso de peso, se ha podido comprobar que incrementa la producción de estrógeno, que puede acelerar el crecimiento de ciertos tumores.
A pesar de las reservas que aún subsisten, los científicos recomiendan esta dieta, porque es básicamente balanceada y saludable en el sentido de que aboga por la moderación. Es en la actualidad el mejor consejo que pueden dar los nutricionistas y debe ser especialmente seguido por aquellas personas que tienen antecedentes de cáncer en su familia. Pero la dieta es apenas una recomendación. No le garantiza al paciente que la siga al dedillo, que finalmente no desarrollará cáncer.
COMER O NO COMER
LOS ALIMENTOS Y SU PAPEL EN EL CANCER
- PAPEL EN EL CANCER
1. VITAMINA C
2. VITAMINA A
3. VITAMINA E
4. SELENIO
5. ZINC
6. FIBRA
7. GRASA
8. PROTEINAS
9. NITRATOS Y NITRITOS
10. COMIDAS SALADAS Y ENCURTIDOS
11. COLESTEROL
12. ALCOHOL
13. CAFEINA
14. VEGETALES CRUCIFEROS
15. EDULCORANTES ARTIFICIALES
16. ALIMENTOS TOSTADOS

1.:Probablemente menor. Su deficiencia incrementa el riesgo del cáncer del estómago y el esófago. Aparentemente bloquea la conversión de los nitritos presentes en las carnes ahumadas y curadas en nitrosaminas carcinógenas.
2.:Su deficiencia incrementa aparentemente el riesgo del cáncer en el pulmón, en la piel, la vejiga, el colon.
3.:No se sabe aún. Previene las mutaciones genéticas en ciertas bacterias: estas mutaciones pueden causar cáncer en los animales. Impide la formación de nitrosaminas en animales.
4.:No se sabe aún. Estudios realizados en animales demuestran que protege contra cánceres como el de la mama, el hígado y el colon, pero solamente en niveles 25 veces más elevados que los que el ser humano puede consumir sin riesgo alguno.
5.:Dudoso. Estudios en animales sugieren que el zinc puede o acelerar o retardar el crecimiento de ciertos cánceres.
6.:Dietas elevadas en fibra pueden proteger contra el cáncer del colon por la fibra en sí misma o porque tales dietas son bajitas en grasa.
7.:Incrementa el riesgo del cáncer en el seno, el colon y la prostata. Estudios realizados tanto en animales, como personas sugieren que las grasas poliunsaturadas presentan el mismo riesgo que las saturadas.
8.:Aún incierto, pero los alimentos ricos en proteínas son frecuentemente ricos en grasas, lo que parece ser carcinógeno.
9.:Probablemente constituyen un riesgo sólo si el consumo de vitamina C es bajo. Ambos se convierten en nitrosaminas y han causado cáncer del estómago y del esófago en animales de laboratorio. La vitamina C previene esta conversión.
10.:En Asia, donde el consumo es elevado, el cáncer de estómago es común, pero ello puede deberse a un escaso consumo de vitamina B y a un exceso de nitritos.
11.:No se conoce ningun riesgo hasta el momento pero los alimentos ricos en colesterol son frecuentemente también ricos en grasa que sí causa cáncer.
12.:Ingerirlo con frecuencia, especialmente combinado con cigarrillo, incrementa el riesgo de los cánceres de la boca, el esófago, la garganta y el hígado. Más de dos cervezas al día puede ser causa de cáncer rectal.
13.:Cuestionable. Algunos estudios culpan a un elevado consumo de cafe, de cánceres como el del páncreas y la vejiga, aunque estudios más recientes no han logrado confirmar esta asociación.
14.:Aparentemente reducen el riesgo de cáncer como el del colon, el pulmón y el esófago, porque han demostrado bloquear la actividad de ciertos químicos causantes del cáncer en animales de laboratorio.
15.:Grandes dosis de sacarina producen cáncer en la vejiga en los animales. Hasta el momento no existe evidencia de que el aspartame cause cáncer en animales o en humanos.
16.:Tostar ciertos alimentos genera sustancias químicas llamadas mutágenos que ocasionan cambios productores del cáncer en los genes en animales de laboratorio.

-FUENTES
1.:Frutas cítricas, tomates, fresas, broccoli, col, papas, pimiento verde, cantalope.
2.:Alimentos animales tales como huevos, queso e hígado. Los vegetales amarillos, y verdes se convierten en vitamina A.
3.:Aceites vegetales, margarina, germen de trigo, cereales de grano entero, pan, hígado, fríjoles secos y vegetales de hojas verdes.
4.:Germen de trigo, comida de mar, yemas de huevo, pollo, cereales de grano entero, leche y carne.
5.:Comida de mar, carne, aves, huevos, leche y granos enteros.
6.:Vegetales y fruta fresca, cereales de grano entero, pan, fríjoles, nueces y arvejas.
7.:Grasas saturadas: carnes con gordo, manteca, mantequilla, crema, queso y margarina vegetal. Grasas no saturadas: casi todos los aceites vegetales, el pescado y las nueces.
8.:Carnes, pescados, aves, huevos, queso, leche, fríjoles, arvejas y mantequilla de maní.
9.:Nitritos: alimentos curados como el tocino, las salchichas, y el jamón. Nitratos: vegetales como la espinaca y la remolacha.
10.:Carnes y vegetales encurtidos.
11.:Hígado y riñones de res, huevos, camarones, mantequilla y mayonesa.
12.:Vino, cerveza y licor.
13.:Cafe, té, las bebidas colas, cocoa y chocolate.
14.:Repollitas, repollo, broccoli, coliflor y otros miembros de la familia bracicácea.
15.:Sacarina y aspartame (presentes en las comidas dietéticas y en las gaseosas).
16.:Carne, pescado, aves, y otros alimentos altos en proteínas fritos, cocinados o asados a elevadas temperaturas (de 500 a 600 grados farenheit).
-RECOMENDACIONES
1.:Por lo menos 60 miligramos diarios (la cantidad que contienen 4 onzas de jugo de naranja), especialmente si se comen carnes con preservativos como la tocineta y el jamón.
2.:Dos o tres bocados diarios de alimentos ricos en vitamina A y beta-carotenos.
3.:Por lo menos 10 miligramos diarios (cerca de una cucharada de margarina). Más allá de esa cantidad debe ser ingerida bajo receta médica.
4.:La mayoría de las personas ingieren lo suficiente (entre .05 y .20 miligramos diarios) de los granos y cereales. Cantidades mayores requieren supervisión médica.
5.:Por lo menos 15 miligramos diarios para adultos, la cantidad presente en cerca de media libra de hígado de res.
6.:De 30 a 40 gramos. Sustituir alimentos de alto contenido de fibra por alimentos con grasa.
7.:Reducir el consumo de grasa. Las grasas deben constituir no más del 30% de las calorías que se consumen diariamente.
8.:Un tercio de gramo diario por cada libra del peso corporal. Cerca de 6 onzas de carne, pescado o ave, por cada 150 libras.
9.:Menos alimentos preservados con nitritos y más alimentos ricos en vitamina C. Los vegetales que contienen nitratos probablemente no significan ningún riesgo en cantidades sensibles.
10.:Para gozar de una buena salud en términos generales, debe disminuírse la sal en las comidas. No más de 2 mil miligramos de sal (una cucharadita) diarios.
11.:No más de 300 miligramos diarios que es escasamente la cantidad de un huevo de tamaño mediano.
12.:No más de dos tragos diarios.
13.:No pueden hacerse recomendaciones por el momento, porque la evidencia es inconclusa.
14.:Por lo menos 2 o 3 porciones semanales.
15.:Moderar el consumo de sacarina, a pesar de que los investigadores aún no han podido establecer cuáles son los niveles de peligro.
16.:Evite tostar los alimentos. Ase o cocine a temperaturas que oscilen entre los 200 y 300 grados ferenheit.

-RIESGOS DE LA MEGADOSIS
1.:Más de mil miligramos diarios pueden ocasionar diarrea, cálculos en los riñones y en la vejiga y problemas para metabolizar algunas drogas.
2.:Más de 50 mil unidades internacionales diarias en los adultos, pueden ocasionar vértigo y daños en el hígado y el cerebro.
3.:Puede ocasionar alta presión sanguínea, dolores, visión borrosa, fatiga, debilidad muscular y agravar problemas de diabetes y tiroides.
4.:Muy tóxico. En humanos puede ocasionar náuseas y perdida de las uñas. En animales puede causar la muerte.
5.: Puede causar náuseas, anemia, dolor de estómago, nacimientos prematuros y de niños muertos.
6.:Gases intestinales, abotagamiento y diarrea.
7.:Gordura, arteriosclerosis, enfermedades cardiovasculares y cáncer.
8.:Ocasiona micción frecuente, fallas en el riñon y pérdida de calcio.
9.:Cáncer de estomágo y esófago.
10.:Sed excesiva. Demasiada sal eleva la presión sanguínea y puede producir hipertensión.
11.:Arteriosclerosis, ataques cardíacos.
12.:Elevada presión sanguínea, ritmos cardíacos anormales, daño en las cédulas cardíacas y musculares, defectos de nacimiento.
13.:Nerviosismo, dolores de cabeza, afecciones estomacales, y ansiedad general.
14.:Efectos desconocidos.
15.:Efectos desconocidos.
16.:Efectos desconocidos.