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Salud

Soledad mortal

La soledad y el silencio son perjudiciales para la salud, según reciente estudio.

17 de octubre de 1988

Un estudio realizado recientemente en los Estados Unidos comprueba lo que muchos psicólogos sospechaban: la soledad es perjudicial para la salud. El equipo de médicos que estudió un grupo de 37 mil personas durante un periodo de doce años concluyó que estar aislado de la sociedad duplica los riesgos de contraer alguna enfermedad.

El estudio se refiere a personas que viven solas y que tienen contacto con otras menos de una vez a la semana. Es tan grande la diferencia que el estar acompañado puede hacer, que las personas que están aisladas tienen el doble de posibilidad de morir que las que están acompañadas. El aislamiento social "puede aumentar los riesgos de morir tanto como fumar, tener la presión arterial alta, ser obeso o hacer poco ejercicio físico", dice el reporte.

Lo que es más irónico es que esta investigación se concluyó en un momento en el cual más norteamericanos viven solos que en cualquier otro tiempo. Se creía que los hombres que están enfermos o no tienen los hábitos de salud apropiados carecen de suficiente energía para tener contacto con otras personas: ahora se sabe que la enfermedad puede ser causada precisamente por esa falta de compañía.

Aunque las mujeres se consideran tradicionalmente el sexo débil, el estudio demostró paradójicamente, que la soledad afecta más a los hombres. Un equipo de psicólogos de la Universidad de Michigan hizo un estudio con 2.754 personas de ambos sexos.

De ellos, los hombres solos resultaron con el doble de probabilidades de morir que sus congéneres que están acompañados; las mujeres solas en cambio, presentaron un riesgo sólo una vez y media mayor que las que están acompañadas. Los psicólogos creen que esta diferencia se debe a que las mujeres suelen tener mejor capacidad para relacionarse con otras personas que los hombres.

Pero no sólo el hombre necesita compañía. El reporte cita experimentos realizados en laboratorios con ratas y cabras, con los que se comprueba que la mera presencia de un miembro de la misma especie puede disminuir las úlceras y la hipertensión causados por el stress. Inclusive la compañía y el cuidado de un amo son beneficiosos para el animal.

Para el hombre la compañía puede representar una diferencia significativa hasta en los peores momentos. El caso más dramático es el de personas enfermas en una sala de cuidados intensivos; para éstos, la compañía tiene efectos curativos increíbles. La presencia de otra persona no sólo disminuye el ritmo cardiaco y la presión arterial sino también la secreción de ácido grasos que bloquean las arterias.

Aunque se sabe que el contacto social es clave, todavía no se sabe con certeza por qué la compañía de otras personas es benéfica para la salud. Una teoría sostiene que el estar acompañado tiene algún efecto en el cerebro. Se cree que el contacto social inhibe la actividad de la zona posterior del hipotálamo, al reducir la producción de químicos que aceleran la respiración, el ritmo cardiaco y otros síntomas del stress.

Es tan grande la desesperación que se puede sentir cuando se está solo y tan pocas las salidas que se vislumbran, que la soledad puede llevar al individuo al suicidio. Eso no es todo. Se sabe además que aumenta las probabilidades de sufrir un accidente. Las personas que se mantienen aisladas por razones psicológicas como la inseguridad o el miedo a ser heridos tienen poco control sobre su vida, son personas con una estima personal muy baja y en extremo autocríticas; se sienten poco atractivas y socialmente ineptas, temen conocer otras personas porque creen que van a ser rechazadas o utilizadas.

Ahora se sabe que la soledad no solamente lleva a la desesperación sino también a la enfermedad. Estos estudios comprueban la teoría del doctor Emil Durkheim que en 1897 estableció un fuerte vínculo entre la mortalidad y la soledad. Casi un siglo después queda comprobado que el aislamiento sólo trae problemas para el hombre. Este estudio parece contradecir aquel viejo adagio que dice: "Más vale solo que mal acompañado".-