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En el conversatorio “¿Por qué elegir la confianza?” participaron Gisella De Andreis, gerente de apoyo psicoemocional del Programa de Alianzas para la Reconciliación de USAID – ACDI/VOCA, Alejandro López, director de la Fundación Confiar, y Yaneth Gallego, directora del Festival de Cine Ojo al Sancocho.

La Carpa del Mañana

¿Cómo construir un mejor país desde la confianza?

En el conversatorio “¿Por qué elegir la confianza?” participaron Gisella De Andreis, gerente de apoyo psicoemocional del Programa de Alianzas para la Reconciliación de USAID – ACDI/VOCA, Alejandro López, director de la Fundación Confiar, y Yaneth Gallego, directora del Festival de Cine Ojo al Sancocho.

6 de mayo de 2019

Este contenido forma parte del cubrimiento de ARCADIA de la Carpa del Mañana en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, un espacio que es posible gracias a una alianza con el British Council. Este evento fue posible gracias al apoyo de la Cooperativa Confiar.

En la Feria Internacional del Libro de Bogotá, las conversaciones han abarcado un amplio rango temático, que va más allá de los libros: debates nacionales, comida, música, arte, conflicto, política. Teniendo ese espíritu de cruces multidisciplinarios, con el ojo puesto sobre cómo desde la cultura se puede imaginar la Colombia que queremos en el futuro, la Carpa del Mañana de ARCADIA abrió un espacio para hablar de la confianza, uno de los valores fundamentales para, desde el diálogo, poder construir, debatir, hablar y reconciliarnos. Precisamente en torno a ello giró el conversatorio “¿Por qué elegir la confianza?”, en el que participaron Gisella De Andreis, gerente de apoyo psicoemocional del Programa de Alianzas para la Reconciliación de USAID – ACDI/VOCA, Alejandro López, director de la Fundación Confiar, y Yaneth Gallego, directora del Festival de Cine Ojo al Sancocho.

A comienzos de abril, la campaña “Somos Parte de una nueva generación que confía”, se inspiró en un informe denominado el Instrumento de Medición para la Reconciliación, en el que se encontraron, después de encuestar a 11.966 personas en 41 municipios del país, algunas cifras alarmantes para la construcción de confianza en el país. El reporte afirma que 73 % de los encuestados no confía en su vecino, el 84 % no confía en los medios de comunicación, el 83 % no confía en el sector empresarial, y el 86 % no confía en las entidades del Estado.

Con base en estas cifras, De Andreis se pregunta: “Si no confiamos, ¿entonces cuál es la Colombia que queremos para el futuro?”. La pregunta, por supuesto, es retórica, pues el desafío al que le apuesta De Andreis es el de creer en la posibilidad de confiar. Para poder llegar a esto, sin embargo, es necesario este paso de identificación. El director de USAID Colombia, Lawrence Sacks, dijo en El Espectador que esto era necesario para identificar “con precisión las brechas que es necesario cerrar para lograr que los colombianos puedan maximizar el potencial que tienen como sociedad y como país”.

“La confianza es un proceso que no es un derecho adquirido”, señala De Andreis. “Creo que en Colombia, lamentablemente, tenemos justificaciones para no confiar”. A pesar de esto, ella ve la situación como una oportunidad para el cambio y la transformación. Hay miles de personas que han decidido confiar desde lo cotidiano y las acciones del día a día: “El poder de lo simple es transformador”. Pero como la confianza no se da por sentado y parte de un proceso, De Andreis plantea la posibilidad de, primero, ser confiable. Todo esto a partir de la metodología “Decido ser”, donde se reflexiona sobre el propio individuo y lo que este debe hacer para contribuir a ese proceso.

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Por su parte, Yaneth Gallego, directora de Ojo al Sancocho, cree que la confianza en sectores como Ciudad Bolívar, en Bogotá, se ha visto afecta en una gran porción por los medios de comunicación. Cada vez que se hacía un proyecto en el sector, dice Gallego, la dinámica consistía en ir un par de días a montarlo, tomar la foto, irse y no volver nunca más. Al no haber continuidad, los habitantes de la zona se sentían abandonados y perdían confianza en las iniciativas nuevas.

Pero en 2008 nace Ojo al Sancocho, una iniciativa comunitaria que intenta democratizar la cultura y la educación audiovisual, y que sobre todo le ha apostado a la continuidad del proceso. Al llegar con esta propuesta de festival y escuela de cine, y al permanecer en el territorio, los habitantes de las comunidades no se sienten exotizados. La metodología, dice Gallego, es la del cine comunitario, que consiste en empoderar a las comunidades con la herramienta audiovisual para que ellos cuenten sus propias historias.

Para López, sin embargo, queda una interrogante, y es saber cuál es el papel de las instituciones en la construcción de la confianza, pues las cifras ya mencionadas no son más que un resultado de la ciudadanía sintiéndose engañada por estas entidades. Para De Andreis la respuesta está, por un lado, en la resignificación de las narrativas y ver lo positivo. “Los colombianos nos acostumbramos a sabernos narrar desde lo negativo”, afirma De Andreis, y para ella es fundamental que medios de todo tipo empiecen a trabajar estas narraciones más bien desde lo positivo.

López también cree que esta confianza no se da en un vacío y que este proceso debe partir de acciones. Señala que la cultura juega un papel fundamental, y acciones como las conversaciones y los espacios de encuentro son claves para poder verse cara a cara y resolver las diferencias. Los individuos, desde una multiplicidad de contextos, somos los responsables de tomar estas acciones, de meternos en este proceso, de hacer comunidad. Y pareciera que tuviéramos la intención. Después de todo, según De Andreis, alrededor del 85 % de los encuestados se siente orgulloso de ser colombiano.

Vea la conversación completa abajo: