El uso de las especias, que provienen de diferentes orígenes vegetales, desde las propias raíces y otras hasta las semillas, los frutos, las cortezas, las hojas y los brotes, sirve para darle sazón y potenciar el sabor de las comidas.
En el mundo existe cerca de 400 tipos de especias. La gran mayoría de las plantas productoras se encuentran en los trópicos asiáticos, sobre todo la canela, la pimienta, los clavos y la nuez moscada. Mientras en la zona mediterránea están las semillas aromáticas, como el cilantro, la mostaza y el hinojo.
Ahora, en las latitudes frías, se producen especias como el eneldo, la alcaravea o las bayas de enebro. La vainilla y la pimienta de Jamaica es procedente en América Central.
Sin embargo, en ocasiones, ya sea por la emoción o creatividad al momento de preparar un platillo, se suele exagerar y aumentar las porciones de estos condimentos en las comidas, a tal punto de que quede demasiado salado, picante o dulce.
Por fortuna, existen manera de solucionar el problema de un platillo demasiado condimentado. Se trata de trucos y métodos sencillos pero efectivos que harán que estos terminen en la basura y se desperdicien.
¿Cómo arreglar un plato muy condimentado?
- Inicialmente, en caso de haber usado demasiado condimentos, la mejor manera de arreglarlo es diluyendo el platillo, añadiendo uno o dos chorritos de agua y luego probarlo. El agua hará que el sabor general sea menos intenso.
- Aumentar los ingredientes a granel para contrarrestar el sabor condimentado. “Intentar aumentar la cantidad del resto de los ingredientes una cucharada a la vez (sin el condimento) y verificar el sabor”, recomendó el sitio web Wikihow.
- Endulzar el plato con azúcar y una pizca de sal hará que los sabores puedan juntarse y resaltar los sabores.
- Atenuar los platos con ayuda de cerveza o cacao en caso de que haya quedado muy dulce. Añadir ingredientes amargos como cerveza y cacao, dependiendo de la naturaleza de la comida. Evitar la sal.
- El uso de bicarbonato de sodio para neutralizar la amargura o acidez es una buena opción. Agregar una pizca a la comida afectada puede neutralizar el sabor.