El estrés y la velocidad del día a día pueden traer consecuencias en el rostro, el cual refleja el cansancio, con una apariencia inflamada y con cierta flacidez, sobre todo en el contorno.

El exceso de acumulación de agua debido al cansancio puede producir cambios en la apariencia del rostro, sin embargo, siempre hay alternativas que van a ayudar a que los músculos y la piel de la cara tomen de nuevo su forma y textura original.

Yoga Facial. Un método para convertir el tiempo en tu mejor aliado | Foto: Alexandra Liévano

Los beneficios de los masajes para la cara

Al igual que cualquier otra parte del cuerpo, los músculos de la cara necesitan ejercitarse y para lograrlo, existen una serie de masajes que, realizados de la forma correcta, lograrán que los pómulos escurridos y las hinchazones, sean cosa del pasado.

El masaje facial ofrece grandes ventajas para la cara, al activar la circulación sanguínea, disminuir las líneas de expresión, tonificar los músculos y aliviar la tensión, lo que hace que luzca más rejuvenecida la piel.

Al mismo tiempo, este tipo de masaje consigue que los nutrientes y el oxígeno se transporten mejor por toda la piel, lo que contribuye a que el rostro se vea más sano, brillante y terso.

Pero además de ese yoga facial, que es tan beneficioso para la salud del rostro, hay que tener en cuenta que la forma en la que se aplica el maquillaje también es un factor que influye en la tonificación de los músculos.

El yoga facial consigue que los nutrientes y el oxígeno se transporten mejor por toda la piel | Foto: Getty Images

La forma correcta de masajear la cara

De acuerdo al portal mujerhoy.co, existe un masaje de drenaje linfático que deja el contorno y el óvalo facial óvalo muy definidos y con efecto lifting, con lo que logrará verse mucho más joven y con una piel radiante.

Aunque varias personas optan por ir a donde un profesional para hacer estas sesiones, también puede ayudarse a través de una serie de masajes que haciéndolos de forma rutinaria podrán dar excelentes resultados.

Dedíquele tiempo a su cara

Lo primero que debe hacer es programar su rutina de masajes. Cada día tome 10 minutos para consentir su piel y sea constante con esto para que pueda ver los resultados positivos.

Prepare la piel

Antes de empezar con los masajes, tenga en cuenta que su piel debe estar perfectamente limpia. Por eso se aconseja hacer una doble limpieza, una con un limpiador en aceite y otra con un gel más liviano, para eliminar toda suciedad y evitar que esparzamos las bacterias y toxinas de un lado a otro.

Es importante tener la piel bien limpia antes de empezar a hacer la rutina de masajes.

Aliste un buen aceite facial

El aceite facial le permitirá que sus dedos se puedan desplazar más fácil, sin maltratar la piel. Debe utilizar uno que vaya de acuerdo a su tipo de piel.

Coloque el producto en la palma de la mano y extiéndalo desde las clavículas hacia la parte alta de la frente, en movimiento ascendente. Luego, ponga la palma de la mano en el entrecejo, con presión y haga movimientos circulares hacia el inicio del pelo. Después, se pasa a las sienes.

Masajee sus pómulos

Coloque la palma de su mano debajo de los pómulos y masajee hacia el cabello. También puede poner un dedo bajo la parte de la comisura, estirando ligeramente la piel y con la otra mano, use el índice para hacer movimientos ascendentes desde la línea de la mandíbula hacia el pómulo.

Paso a seguir, ponga los dos dedos índices en el surco naso geniano y deslícelos hacia abajo, siguiendo la línea de la mandíbula, en repetidas ocasiones.

Por último, baje sus dedos hasta el cuello y termine realizando ligerísimos pellizcos múltiples en las diferentes zonas que ha masajeado.