El baño es uno de los espacios de la casa que más limpieza requiere para evitar que se generen malos olores o proliferen bacterias y hongos. Estos sitios son propicios para que aparezcan gérmenes que derivan en enfermedades de todo tipo, especialmente cutáneas e infecciosas.

Los expertos aseguran que los baños deben lavarse al menos una vez a la semana y el aseo que se recomienda debe ser profundo, limpiando las superficies visibles como el piso, las paredes, el espejo y el inodoro.

Este lugar es propicio para la acumulación de cal, la cual resulta de la evaporación del agua dura, es decir, aquella con alto contenido de minerales como calcio y magnesio. La cal puede encontrarse en grifos, duchas, vidrios y otros accesorios del baño.

Para eliminarla es posible recurrir a trucos caseros que resultan muy útiles, económicos y efectivos. Uno de ellos puede prepararse con bicarbonato, jabón de lavaplatos y crema de dientes.

Lavar bien el inodoro es clave para evitar malos olores en el baño. | Foto: Getty Images/iStockphoto

El bicarbonato actúa como un abrasivo suave y gracias a su textura de grano fino logra desprender la cal y otros residuos sólidos sin rayar las superficies, ideal para ser utilizado en aquellos materiales finos.

El jabón de platos, por su parte, es determinante para desengrasar. No solo ayuda a disolver la suciedad y los restos de jabón acumulados, sino que facilita la distribución homogénea de la mezcla.

Mientras tanto, la crema o pasta de dientes incorpora blanqueadores suaves y otros agentes pulidores que remueven manchas y aportan un acabado brillante.

Para obtener los beneficios de esta mezcla y acabar de una vez por todas con la cal del baño, se pueden seguir estos pasos.

La cal en el baño pude adherirse a accesorios como los espejos. | Foto: Getty Images/iStockphoto
  1. En un recipiente limpio se mezclan cuatro cucharadas de bicarbonato, tres de jabón de platos y dos de crema de dientes. No debe quedar ni demasiado líquida ni excesivamente dura; lo ideal es una textura pastosa, fácil de esparcir. Si está muy dura se añaden unas gotas de agua.
  2. Se utiliza una esponja suave o un paño de microfibra. Se aplica la pasta con movimientos circulares, prestando especial atención a las juntas y bordes, donde se suele acumular la cal y la suciedad. Se deja actuar entre cinco y diez minutos.
  3. Con un cepillo de dientes viejo, se extiende la pasta sobre los grifos y todas las partes en las que hay cal, como es el caso de las ranuras. Una vez aplicada, se deja reposar unos minutos antes de frotar suavemente y enjuagar.
  4. Luego se enjuaga con abundante agua para eliminar cualquier resto de la mezcla. Se seca con un trapo de microfibra limpio para evitar que queden manchas de agua al evaporarse y ya el baño estará en óptimas condiciones de limpieza.