El coronavirus ha sido objeto de diferentes palabras para describirlo en la medida que evoluciona. Cuando fue descubierto en Wuhan era una “Epidemia”, es decir, un contagio circunscrito a un área geográfica. En marzo de 2020 pasó a ser “Pandemia”, cuya definición es la de una enfermedad epidémica que no respeta fronteras y va a todos los continentes. Con el tiempo el virus se volvió “Endemia”, que es el término que se usa para una pandemia que llegó para quedarse y con la que toca convivir. Pero hay una etapa aún más complicada que se llama “Sindemia”, situación en la que una enfermedad produce efectos colaterales sociales y económicos que aumentan exponencialmente el daño que causaría por sí sola. En eso estamos ahora.