El presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (Fifa), Gianni Infantino, propuso este viernes 25 de noviembre celebrar en cada una de las próximas ediciones de la Copa del Mundo el ‘Día de Maradona’, de cuya muerte se cumplen dos años. Para muchos hinchas a nivel global, Diego Armando es una figura “inmortal” en el mundo del deporte.

“Maradona es inmortal, está con nosotros. No solo debemos rendir homenaje, sino también celebrar a Diego. De hecho, me gustaría que de ahora en adelante, en cada mundial, tuviéramos un día para celebrar a Diego Armando Maradona.

Porque lo que hizo este hombre para enamorar a la gente enamorada de nuestro deporte... Muy pocos, quizás nadie más, hizo lo que él hizo”, afirmó el mandatario en un homenaje en Doha por el segundo aniversario de la muerte del legendario jugador, junto al presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez.

En dicho evento, organizado por la misma Conmebol, también se plantó un árbol simbólico llamado Árbol de los Sueños, ante la presencia de los campeones con Argentina en México 1986: Sergio Batista, Jorge Valdano, Oscar Ruggeri, Jorge Burruchaga, Ricardo Bochini, Nery Pumpido, Ricardo Giusti y Héctor Enrique.

Así como los que levantaron la copa con 1978 con la albiceleste: Ubaldo Fillol, Alberto Tarantini, Ricardo Villa, Daniel Bertoni, Omar Larrosa y Mario Kempes.

“Estoy muy contento y orgulloso de que Diego volviera a estar con nosotros en el Mundial de Rusia, donde tuve el honor de hablar con él personalmente, de crear una relación de amistad”, recordó Infantino en su intervención.

El presidente de la Fifa destacó que Maradona tenía una “sinceridad y un carisma único. Solía decir cosas, a veces, muy simples, pero con un impacto enorme. Nos hubiera gustado estar con Diego en este Mundial, pero está en todos nuestros corazones, Me gustaría felicitar a todos esos campeones que están aquí para compartir este emotivo momento. Viva Diego”, concluyó Infantino.

Así fue la historia de amor de Maradona con Messi en los Mundiales

Sudáfrica 2010 fue el único Mundial de los cinco que ha disputado en el que Messi se fue sin marcar en todo el torneo, justo en la edición en la que todo parecía preparado simbólicamente para el paso del testigo entre Maradona, el héroe del último título mundial argentino en 1986, y el jugador llamado a conducir a la albiceleste a la ansiada tercera estrella, que se resiste desde hace 36 años.

Messi debutó en los Mundiales en la fase de grupos de Alemania 2006, en el partido que Argentina ganó 6-0 a Serbia y Montenegro. Entró en juego cuando su equipo ganaba ya 3 a 0 y rubricó el sexto de su equipo.

En ese momento del cambio en el minuto 74 por Maxi Rodríguez, Maradona, que estaba en la grada del estadio de Gelsenkirchen vestido con la albiceleste, levantó los brazos y lo festejó casi como si fuera un gol, en una imagen que dio la vuelta al mundo.

Apenas cuatro años después, el estatus de Messi había pasado de joven promesa a superestrella y era el líder de Argentina en Sudáfrica-2010, con Maradona como titular del banquillo.

La fórmula curamales terminó siendo un placebo, Messi no marcó y Maradona dejó el cargo tras la caída en cuartos, admitiendo que había sentido el golpe como si fuera “una trompada de Muhammad Ali”.

“Cuando estuvimos juntos fue espectacular, el Mundial fue lindo, aunque terminó como terminó”, admitió Messi años después en una entrevista con Jorge Valdano, compañero del ‘Pelusa’ en México-1986, para la televisión Movistar+.

*Con información de Europa Press.