El Icetex siempre ha sido una entidad que genera odios y amores. Mientras muchos le agradecen la oportunidad que les dio de estudiar su carrera universitaria gracias a los créditos educativos, otros están agobiados por las deudas. De los cerca de 604.000 usuarios activos que tiene el Icetex, alrededor de 52.000 (13,5 por ciento) se encuentran en mora mayor a 30 días y 25.000 (6 por ciento) en mora superior a 90 días.

Por eso, en la mayoría de protestas estudiantiles, una de las principales demandas es reformar estructuralmente la entidad. Esa fue una de las principales consignas del famoso paro universitario de 2018, que duró más de dos meses y solo se levantó con la firma de un acta entre estudiantes y el Gobierno de Iván Duque en la que se comprometieron a crear una mesa de diálogo para cambiar el Icetex.

Ya en enero de 2019, con la participación de estudiantes, usuarios, profesores, cabildo indígena y Gobierno nacional, la Comisión de Reforma Integral del Icetex inició labores. “Buscábamos que dejara de funcionar como una entidad financiera y tuviera más una función social para que haya mayor acceso a la educación superior”, dice Jennifer Pedraza, líder estudiantil de la Asociación Colombiana de Representantes Estudiantiles (Acrees).

A lo largo de 2019, la comisión se reunió para recibir propuestas de todo tipo por parte de los diferentes actores; desde aquellas que insistían en que el Icetex debería financiarse completamente con el Presupuesto General de la Nación, y en consecuencia solo otorgaría créditos condonables, hasta las que proponían que la entidad aumentara sus tasas de interés en algunos servicios para poder otorgar beneficios a otro tipo de población. Las diferencias irreconciliables y el hecho de que se incluyeran más actores, distintos de quienes protestaron o asistieron a la mesa de negociación, hicieron que Acrees y la Unión Nacional de Estudiantes de Educación Superior (Unees), dos de las asociaciones de estudiantes, se retiraran.

A pesar de este revés, la comisión siguió funcionando con la Asociación de Usuarios y la Federación Nacional de Representantes Estudiantiles (Fenares), ambos miembros originales de las negociaciones estudiantiles de 2018 con el Gobierno nacional.

De las reuniones que se realizaban mensualmente se recogieron más de 600 propuestas, con las cuales se crearon los cinco ejes básicos para reformar la entidad: un plan de alivios, la transformación tecnológica, cambios en la gobernanza, mejoras en el acompañamiento al estudiante y el tema de mayor polémica a lo largo de la comisión: el portafolio de servicios y las características de la financiación.

En diciembre de 2019, tras casi un año de operación de la comisión y los acuerdos estudiantiles, se conocieron los primeros resultados que en ese momento parecían esperanzadores. Se anunció el plan de alivios (primer eje de la reforma) para ayudar con ciertos incentivos y plazos de pago a cerca de 120.000 beneficiarios de crédito educativo.

Sin embargo, las condonaciones de intereses y capital quedaron sujetas a que se presente un proyecto de ley que le permita al Icetex hacerlo. El Gobierno se comprometió a llevar ese proyecto de ley en el primer trimestre de 2020. El presidente Iván Duque aseguró en ese momento que ese era el inicio del “revolcón al Icetex”.

En diciembre de 2019, el presidente Iván Duque anunció el plan de alivios a usuarios del Icetex, como un primer paso del “revolcón” a la entidad. Pero aún falta que llegue al Congreso un proyecto de ley que lo complemente.

No obstante, ese compromiso no se cumplió. En marzo, con la llegada de la pandemia, no se presentó el proyecto de ley y el tema fiscal se complicó más. Debido a que no se daba a conocer el borrador de este proyecto, la Asociación de Usuarios comenzó a manifestar su descontento y terminó retirándose de la comisión en junio pasado. “No hay interés del Gobierno en hacer la reforma, los incumplimientos en los tiempos lo evidencian”, dijo Daniel Torres, representante de la asociación.

Luego de ese retiro, la Comisión de Reforma solo se reunió una vez más en agosto, fecha desde la cual incluso Fenares, único movimiento que sigue en la mesa, está a la espera de conocer el borrador del proyecto que finalmente reformará la entidad.

“Es claro que el Gobierno debe acelerar el proceso, aún no conocemos ni el borrador, pero también se debe tener en cuenta que el primer año de reuniones de la comisión no se avanzó porque algunos movimientos, en vez de dar ideas, torpedeaban cualquier propuesta”, aseguró Julieth Rincón, de Fenares.

El presidente del Icetex, Manuel Acevedo, aseguró que nunca se le cerraron las puertas de la comisión a ningún movimiento y que, por el contrario, directivos de la entidad escucharon todas las propuestas que hicieron cada uno de los participantes. Desde el plan estratégico de la entidad se tiene presupuestado que el proyecto de ley sea presentado antes de finalizar junio de este año. “En esa comisión hay unas mesas que abordan cada eje, con acompañamiento técnico y jurídico, y de ahí están saliendo muchos de los elementos del proyecto de ley que debemos preparar para reglamentar otros componentes del plan de alivios y esa hoja de ruta para la reforma”, ha dicho Acevedo cada vez que se cuestiona la falta de legitimidad de la comisión debido a los retiros.

“Gracias a la metodología usada en la Comisión, se logró identificar de manera colectiva un conjunto de cerca de 15 cambios muy significativos que traerán importantes beneficios a los jóvenes y las familias en las condiciones de tasas, plazos, formas de pago y alcance de los créditos, así como en la agilidad y funcionamiento del Instituto, los cuales complementan los que ya se han materializado por la vía de actos administrativos internos o decisiones de la Junta Directiva”, agregó el directivo

Mientras esto sucede, al Congreso podría llegar otro proyecto de ley que interpreta a los movimientos estudiantiles y usuarios. Los exmiembros de la primera comisión conformaron hace algunos días una mesa técnica, paralela a la actual comisión, para hacer su propio proyecto de ley.

Según los estudiantes, después de muchas reuniones y largas jornadas de trabajo en la comisión original, “las propuestas fueron muy precarias y no cumplieron las expectativas”. Por eso, ante la urgencia de reformar el Icetex estructuralmente, “desde el Congreso de la República, en especial la bancada alternativa, se ha propuesto la creación de una mesa técnica para reformar el Icetex”, dicen los representantes estudiantiles. En esta nueva mesa de reforma participarán los congresistas Antonio Sanguino, Wilson Arias, Gustavo Bolívar, María José Pizarro y Fredy Muñoz, quienes se comprometieron a presentar el proyecto de ley el próximo 30 de julio.

En medio de enormes diferencias, el revolcón al Icetex sigue a paso lento. Los cambios dependen hoy de la prioridad que les den los congresistas a cualquiera de los dos proyectos de ley. La esperanza no se pierde, aunque no hay que olvidar que en el Congreso se tramitan cientos y cientos de proyectos que muchas veces nunca ven la luz.