La cervecera holandesa Heineken informó a comienzos de marzo la decisión de interrumpir la producción, publicidad y venta de su marca en Rusia, además de advertir que estaba evaluando las opciones estratégicas para el futuro de sus operaciones en ese país. Lo anterior en el marco de la invasión de tropas rusas a territorio ucraniano ordenada por el presidente Vladimir Putin.

Ahora la multinacional neerlandesa tomó la decisión de salir totalmente del mercado ruso, por lo que buscará llevar a cabo una transferencia ordenada de su negocio en el país a un nuevo propietario, según informó la empresa, que espera asumir un impacto adverso de unos 400 millones de euros.

“Tras la revisión estratégica de nuestras operaciones, hemos concluido que la propiedad del negocio de Heineken en Rusia ya no es sostenible ni viable en el entorno actual. Como resultado, hemos decidido dejar Rusia”, explicó la compañía.

De esta manera, Heineken tratará de llevar a cabo “una transferencia ordenada” del negocio a un nuevo propietario en cumplimiento de las leyes internacionales y locales, añadiendo que, para garantizar la seguridad y el bienestar de los empleados y minimizar el riesgo de nacionalización, continuará con las operaciones recientemente reducidas durante este período de transición.

*Con información de Europa Press.

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