Los precios del petróleo subieron este miércoles más del 1 %, después de que se reportara una reducción inesperada en los inventarios de crudo de EE. UU. y una advertencia del ministro de energía de Arabia Saudita que planteó la posibilidad de nuevos recortes de producción de la OPEP+.

En ese sentido, los futuros del crudo de referencia Brent subieron 1,40 dólares, o 1,8 %, a 78.24 dólares por barril, mientras que el crudo West Texas Intermediate (WTI) aumentó su valor en 1,27 dólares, o 1,7 %, a 74,18 dólares el barril.

Vale la pena recordar que Estados Unidos renovó este martes por seis meses la licencia concedida a cuatro firmas petroleras de ese país para realizar operaciones destinadas a preservar sus activos en Venezuela, aunque sigue vigente el embargo impuesto en 2019 al crudo venezolano.

Las compañías favorecidas por la autorización extendida hasta el 19 de noviembre de 2023 son Halliburton, Schlumberger Limited, Baker Hughes Holdings LLC y Weatherford International, según un documento divulgado por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC), dependiente del Departamento del Tesoro de EE. UU.

Están autorizadas las “transacciones y actividades necesarias para garantizar la seguridad del personal o la integridad de las operaciones y activos en Venezuela”, así como la “participación en asambleas de accionistas y directorios” y el pago de facturas de terceros por transacciones y actividades autorizadas, precisa el texto.

A su vez, el dólar en Colombia cerró con un precio de 4.445 pesos, el cual marca un retroceso de más de 56 pesos con 81 con respecto a la Tasa Representativa del Mercado fijada para hoy por la Superintendencia Financiera en 4.501 pesos con 81 centavos.

Este comportamiento del dólar se da en medio de los desplomes que también se vieron el pasado martes, intentando nuevamente romper a la baja, en medio del alto estrés que se mantiene en los mercados por el posible impago de deudas en Estados Unidos.

¿Si no hay acuerdo sobre la deuda entre demócratas y republicanos, qué gastos recortar? Es el dilema que enfrenta el Departamento del Tesoro, y el gasto social, principal ítem del presupuesto federal, podría ser la primera víctima.

En 2022, la seguridad social, de donde provienen las jubilaciones, y el Departamento de Salud, a través de los programas Medicaid y Medicare, representaban conjuntamente unos 2,8 billones de dólares en un presupuesto total de 6,27 billones. Se trata de 45 % de las erogaciones del Estado federal.

Si hay falta de fondos por imposibilidad de emitir deuda, podría haber maniobras contables a las que echar mano: retrasar algunos pagos es uno de los enfoques del Tesoro, informó el diario The Washington Post.

Sería una solución apenas temporal. De persistir el desacuerdo político, el gobierno debería privilegiar el pago de la deuda pública para tratar de evitar un default.

La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, subrayó ya que sin más capacidad de emitir deuda, el dinero no alcanzará para todo.