Las complejidades alrededor de la cadena de tiendas Justo & Bueno parecen agudizarse. Luego de una fecha clave en el calendario que se adelanta, dentro del proceso de liquidación (la del 28 de agosto de 2022), siguen los líos para la entrega de los locales a sus propietarios y el rescate de los productos y equipos que quedan, como parte de los activos que se pueden utilizar para obtener recursos y sanear algunas de las deudas de la compañía.

Hasta el 28 de agosto, cuando se cumplieron los 20 días establecidos por el juez que ha llevado el caso, se habían devuelto 614 locales de los 1.059 previstos, y dos bodegas, de las seis que había en el inventario de Mercadería S.A.S.

El reporte presentado por el liquidador, Darío Laguado, conocido por SEMANA, indica que las dificultades para avanzar en el proceso no han sido pocas. Por ejemplo, si al 4 de agosto, día definitivo, en el cual se supo que no había un plan de salvamento por parte de quienes lo habían ofrecido, Mercadería S.A.S. tenía 3.257 trabajadores a su servicio, ante la confirmación de la liquidación, todos quedaron cesantes, a excepción de 319 trabajadores, la mayoría aforados por razones de salud. Es decir, no pueden atender los trabajos que exige la entrega de los locales.

Esa situación ha sido una de las mayores trabas para la entrega expedita de los locales, ante la escasez de manos y lo dispendioso de la labor de entrega, en 29 departamentos y 324 municipios.

El equipo de trabajo que adelanta la liquidación destaca que, “aunque muchos propietarios de locales han colaborado con el proceso de restitución, algunos se han negado a abrir los locales; han impedido el retiro de las cajas fuertes y de los bienes que allí se encuentran, y hasta han resuelto regalar todas las cosas olvidando que estos bienes están embargados y por ese camino han tomado los locales a la fuerza y se oponen a la restitución formal”.

Remates

Según voceros del equipo que adelanta la liquidación de Justo & Bueno, “en algunos locales han vendido los bienes a menosprecio (a 1.000 pesos unidad) como si fueran propios y se han apropiado del precio”.

De igual manera, en otros casos, los propietarios “se han negado a recibir los locales mientras Mercadería no se ponga al día con las cuentas de servicios públicos”. Pero en un proceso de liquidación como el de Justo & Bueno, precisamente lo que menos hay es recursos inmediatos.

Adicionalmente, “la mayoría de los proveedores y dueños de equipos, como las neveras, por ejemplo, se han desentendido de lo que les corresponde y no han retirado lo que les pertenece”.

Mercadería Justo y Bueno | Foto: Guillermo Torres Reina

¿Puede haber demandas?

Pese a que la lógica indica que los dueños de locales han sido afectados por demoras en los pagos de cánones de arrendamiento y demoras en restitución de sus propiedades, está de por medio una normativa expedida por la Superintendencia de Sociedades, entidad que a través de una resolución expidió ciertas directrices para este caso, en la que enfatizaba en lo siguiente: ‘…se les advierte (a todas las partes del proceso) que, deberán abstenerse de apropiarse o afectar los bienes que se encuentran en los locales que sean de propiedad de la concursada o de terceros, o tomar vías de hecho para la restitución de los bienes…”.

Por lo tanto, algunos abogados consultados coinciden en que podría haber cabida a demandas.