Con una asombrosa claridad, argumentando y exponiendo datos de memoria, Luis Carlos Sarmiento Angulo se dirigió al auditorio que participa en el 19 Congreso de Infraestructura que se realiza en Cartagena, donde fue condecorado por la Cámara Colombiana de la Infraestructura, con el reconocimiento ‘Vida y Obra’.

Juan Martín Caicedo, presidente de la Cámara (CCI) fue el encargado de entregar el reconocimiento, luego del cual, Sarmiento Angulo, de 89 años, mostró la razón por la cual lo galardonaron.

Aunque en Colombia se le conoce como banquero y el hombre más rico del país, Sarmiento Angulo es un ingeniero civil, que tiene empresas ligadas a la infraestructura. Empezó por agradecer el reconocimiento, aunque dice que nunca se propuso obtener distinciones, solo “trabajar y entregar resultados”, en particular, en las obras que necesita el país. “Recibo el homenaje con humildad, pero sin creer, por ello, que soy mejor que nadie”.

Durante 20 minutos intervino y expresó múltiples ideas sobre el desarrollo en Colombia. Inició con la primera carretera en la que participó, una vez se graduó como ingeniero, y aunque dijo con sencillez: “no voy a fastidiarlos contándoles todas las obras que he hecho en la vida”, los registros de la infraestructura colombiana lo evidencian.

Vía al Llano. | Foto: Coviandina/Twitter/ @CoviandinaSAS

Mencionó esa obra de sus inicios para referirse a las décadas que han pasado y a la manera en la que han cambiado las vías. “Esta es otra Colombia, pero para mí es muy satisfactorio ver la transformación”.

Se refirió en particular a los avances de la infraestructura del país en las últimas dos décadas, lo que -dijo- coincide con los 18 años que lleva la CCI en el escenario.

Del camino de herradura a la autopista de montaña

Habló en especial de la carretera Bogotá-Villavicencio, en la que la organización que preside ha estado presente; sin embargo, le dio el crédito al ingeniero Alberto Mariño y puso la vía como ejemplo de la evolución.

“Tuve oportunidad de conocer esa carretera cuando era un poquito más que un camino de herradura. Mi padre tenía una tierra en Guayabetal y me llevaban allá. Era toda una aventura: una vía de dos carriles, de 3 metros. Ni un centímetro más. Y en las curvas los buses pasaban despacio para no dañar al que venía en la vía de retorno. El punto era famoso porque había derrumbes y pasaban dos y tres días sin que se pudiera salir de allí”, recordó, y agregó: “hoy tenemos una verdadera autopista de montaña“.

Luis Carlos Sarmiento Angulo. | Foto: Ruby Villarreal / Corresponsal de Cartagena

Reflexiones sobre los peajes

En el contexto de los amplios debates que se dan en el país sobre el alto precio de los peajes, Sarmiento Angulo dijo que las personas que se quejan porque son muy caros, tienen razón. En lo que se mostró en desacuerdo es en las críticas, según las cuales, son los contratistas los que se llenan de dinero. “Lo que sucede es que una carretera de esas especificaciones requiere dinero para poderla construir. No hay otra manera de hacerlo... Honradamente, hay que conseguir el dinero, trabajarlo y llegar a los resultados”.

Otras maneras de financiamiento seguramente serán necesarias, manifestó, al tiempo que enfatizó en que, pese a los críticos, “es un impuesto muy justo, los vecinos de la obra se benefician con ella. En el pasado había empréstitos internacionales, los países se endeudaban y respaldaban la construcción de sus obras. Ahora hay otras formas y lo que hay que tener en claro es que no es posible que el país progrese si no es con vías de comunicación”.

Crítica al atraso de la mitad del país

En la intervención de Sarmiento Angulo, expresó su crítica al atraso que tiene más de la mitad de Colombia. “Al país la podemos dividir, con una línea diagonal, en occidente-norte versus la sección oriente-sur. La primera, donde están todas las cordilleras, es lo que representa el 44 % del área total del país, lo que llamaríamos la zona desarrollada. Al lado derecho está el área de los Llanos Orientales, que es el 56 % y constituye la parte no desarrollada. ¿Cómo puede un país que se olvida del 56 % de su tierra, ser exitoso para producir bienestar para su gente?, es una pregunta que quiero dejarles”.

Para el empresario, hay mucho por hacer, pues es inaudito que en la parte desarrollada del país viva el 94 % de los colombianos, 47 millones de personas, y en la atrasada el 6 %, 3 millones de habitantes. “Se trata de 95 habitantes por kilómetro cuadrado en la parte no desarrollada, y 6 personas por kilómetro en la zona donde está el 8º potencial hídrico más grande del mundo. Casi todos vivimos en la parte montañosa, habría que echarle la culpa a los españoles, pero ya ellos se fueron hace 500 años y nosotros seguimos sin actuar”.