El aumento del costo de vida en Colombia no da tregua y para el mes de agosto volvió a treparse a máximos históricos que, en este caso, no se veían desde 1999. Para esta ocasión los sectores de alimentos y combustibles fueron los que más presionaron esta alza que sin duda obligará a la gente a apretarse un poco más el bolsillo.

De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane), en agosto la inflación anual en el país marcó un nuevo máximo histórico en 23 años, al llegar a 10,84 %. Además de ser la más alta de los últimos 20 años, es la segunda de doble dígito en lo que va del 2022, después del dato de julio (10,21 %). En términos mensuales, la inflación fue de 1,02 %, cuando en el mismo mes de 2021 era de solo 0,45 %.

Si se pone la lupa en el grupo de alimentos, los productos que están disparados en su precio -en términos anuales- son el arroz, el pan, el trigo y el maíz. Estos dos últimos productos se importan en Colombia y sus elevados precios se deben a la guerra en Ucrania, que ha dificultado el suministro a nivel mundial.

En los datos de la inflación se retrata la realidad económica que están teniendo los hogares colombianos. Los arriendos están subiendo porque indexan la inflación que es con la cual se calculan los cánones mensuales. En consecuencia, cuando los contratos de arrendamiento se vencen y se renegocian, registran los incrementos que están mostrando las estadísticas.

De igual manera, los servicios públicos se están ajustando, debido a que en la época de la pandemia fueron congelados, lo que ha llevado a las empresas prestadores a ponerse al día. Y en el caso de la comida en restaurantes, lo que explica las alzas es el precio de alimentos, el de los servicios y de los combustibles, pues todo se traslada al consumidor.

Precio de la gasolina: ¿una bomba de tiempo?

Además del precio de los alimentos y los ítems ya mencionados, el precio de los combustibles también incidió en el alza tan fuerte que se dio para la inflación en el octavo mes del año, razón por la que muchos ponen su mirada en un tema que asusta a muchos, especialmente en tiempos de petróleo alto, como los que se avecinan.

Si bien gran parte de la culpa de que el ítem de “alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles” apareciera en segundo lugar, mientras que “transporte” es el cuarto; en Colombia se avecina una tormenta por cuenta del Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles (Fepc), el cual está desfinanciado y no podrá seguir subsidiando al país para hacer frente a las alzas internacionales del crudo.

De acuerdo con lo dicho en julio por el ministro de Hacienda a SEMANA, el desfinanciamiento de dicho fondo alcanza el 3 % del PIB, lo cual casi equivale a la mitad del déficit de la Nación en estos momentos, por eso se hace necesario que los precios de los combustibles sean aumentados. Ante esto, según el funcionario, es inminente para el país una nueva alza en los precios de la gasolina.

De acuerdo con el Centro de Estudios Económicos Anif, el Fpec ha llegado a tener un déficit acumulado que supera los 14 billones de pesos y ante esto señala que su hueco fiscal es un tema que se debe tratar con urgencia y si bien hay que saldarlo, se deben tomar medidas para evitar que vuelva a subir.

“El Ministerio de Hacienda estima que el déficit del FEPC en 2021 fue de 11,4 billones de pesos y de seguir con dadas las condiciones actuales de precios internacionales y precios de referencia, 2022 podría cerrar con un déficit de 25,4 billones de pesos. Para cubrir ese pasivo”, dijo la Anif a comienzos de julio.

Ante esto, los transportadores advierten que, si bien por ahora soplan vientos de calma en este tema, todo apunta a que la realidad será bastante dura en los próximos meses si no se hace algo desde ya. Así mismo, recordaron que un aumento de los combustibles, ya sea gasolina o ACPM, sin duda disparará aún más la inflación en el país.

Nidia Hernández Jiménez, presidente de Colfecar, indicó que si bien los combustibles han mostrado un comportamiento estable en los últimos dos meses, no se puede permitir una alza descontrolada en este ítem, ya que constituye el 1,6 % del precio de gran parte de los productos que consumen a diario miles de colombianos.

“Por tal razón, si aumenta el valor del combustible se generará un alza aún mayor en la inflación, en efecto, se estima un alza de 0,65% en la canasta básica por cada mil pesos que suba el precio del galón de combustible, de ahí la importancia de que dicho rubro mantenga su estabilidad”, explicó la vocera gremial.