Colombia inició un recorrido hacia el terreno de las energías más limpias y ha logrado posicionarse como una nación que encabeza la transición energética. Según un estudio hecho con la herramienta Climatescope por el proveedor de investigación y análisis BloombergNEF, en 2022 el país ocupó el cuarto puesto en el escalafón de procesos de transición energética del mundo entre 107 mercados emergentes y 29 naciones desarrolladas.

Con estos cambios, varias industrias están realizando ajustes para adaptarse a una sociedad más sostenible, entre ellas la automotriz. De hecho, entre enero y septiembre de 2022 se vendieron 2.551 vehículos eléctricos en Colombia, una cifra importante en las metas de electrificación del parque automotor.

Santiago Ángel Urdinola, director de Relaciones de Gobierno, Comunicaciones y ESG de General Motors (GM) para Colombia, Ecuador, Perú y Chile, advierte que el futuro del sector automotor en el país es eléctrico. Por ello, Chevrolet ya desplegó una estrategia completa de electrificación que cobija la producción local, la generación de empleo y el desarrollo tecnológico.

“Hemos pasado de ser un fabricante de autos tradicional a una empresa de plataformas de innovación, que avanza hacia la descarbonización de la industria automotriz, enfocando todos los esfuerzos en nuestro objetivo de cero accidentes, cero emisiones y cero congestión”, detalla Ángel Urdinola.

Pero antes de lograr esta transformación hacia aires más limpios, el país debe tener la capacidad de sostener una flota de vehículos alimentados con energía eléctrica. En línea con este objetivo, General Motors trajo a Colombia, dentro de su estrategia de electrificación, la Chevrolet Bolt EUV, primera SUV eléctrica de la marca en llegar a un país suramericano.

En efecto, no solo se trata de la electrificación del parque automotor. Para la multinacional, el objetivo de movilizar a Colombia hacia un futuro más sostenible implica un compromiso empresarial y la unión entre los sectores público y privado. Bajo esta premisa, decidió liderar estrategias para mostrarle a la región que el país tiene las condiciones para fabricar con los altos estándares que exige el mercado global.

Contar con la planta para ensamblaje del Chevrolet Joy en Colombia ha sido una de las iniciativas más ambiciosas de la empresa. En este proyecto GM ha invertido más de 50 millones de dólares, entre adecuaciones, mejoras de infraestructura y desarrollo de tecnologías. De esta manera, la compañía busca consolidarse y seguir creciendo como un hub de desarrollo para la región en innovación y tecnología, permitiendo así reducir el impacto ambiental de la industria automotriz a nivel global.