Ignacio Giraldo, CEO de Lulo Bank, cree en el poder del efecto mariposa. Y cuando habla de sostenibilidad se nota aún más. Para Giraldo, la teoría de que los pequeños cambios en un sistema pueden provocar resultados transformadores ha sido la clave para que las compañías financieras, especialmente los neobancos, revolucionen el ecosistema y generen mayores beneficios para sus usuarios. En el caso de Lulo, los resultados hablan por sí solos.
Para convertirse en un banco digital carbono neutro en Colombia, Lulo Bank está desarrollando varias estrategias ambientales con las que busca compensar su huella de carbono. El Bosque Lulo es uno de los proyectos más sobresalientes: 202.779 metros cuadrados de tierra reforestada, con más de 90.000 árboles nativos sembrados. La reducción de tarjetas físicas, la optimización de los viajes corporativos y la gestión de sus residuos son otras iniciativas que también han demostrado su efectividad.
“La sostenibilidad es una relación ética entre el presente y el futuro. No hay actos pequeños y lo que hagamos día a día en nuestras empresas puede lograr cambios maravillosos. Ahora nosotros queremos apuntarle a medir el impacto de huella de carbono de cada uno de nuestros clientes, para que mañana, a través de la banca, el cliente pueda mitigar ese impacto”, aseguró Giraldo.
Pero no son solo proyectos ambientales. Lulo Bank también le apuesta a la sostenibilidad social, creando y fortaleciendo productos que favorecen el crecimiento de las finanzas de sus usuarios e incentivan el ahorro. Por ejemplo, con Lulo X, una fintech aliada de Lulo Bank, especializada en activos digitales y disponible en la Lulo App, los colombianos pueden tener una vida dolarizada invirtiendo en stablecoin USDC de forma fácil y sencilla, impulsando la accesibilidad.
“La historia se llama el dólar de la buena suerte. Es de un cliente del banco, un señor taxista que empezó a comprar un dólar todos los días en vez de comprar tinto. En 10 años y con una tasa del 3,9 por ciento E.A., el señor tendrá casi 4.500 dólares que le permitirán pagar los estudios de su hija”, añadió el CEO de Lulo.
Hace un tiempo, Lulo Bank encuestó a más de mil personas preguntándoles si estaban viviendo la vida que querían. El 82 por ciento respondió que no y el dinero fue la razón principal. Esto fue motivo suficiente para que Lulo eliminara el ciento por ciento de las comisiones obsoletas que existían en las transacciones interbancarias y ofreciera una de las mejores rentabilidades del mercado, como sucede con Lulo Pro.
“¿Realmente es una locura que una cuenta de ahorros sea de verdad para ahorrar? Es más difícil, pero si queremos transformar la sociedad desde la sostenibilidad social, nos toca pensarlo de manera diferente. Por ejemplo, si usted ahorra 80.000 pesos mensuales al 12 por ciento E.A. durante 60 años tendrá más de 10.000 millones de pesos. Es un efecto enorme que puede cambiar la sociedad. Es el efecto mariposa”, concluyó Giraldo.