Angie Estupiñán, líder de sostenibilidad de LATAM Airlines Colombia.

LATAM Airlines Colombia - Cumbre de Sostenibilidad - SEMANA Sostenible

¿Cuál es la visión de LATAM frente al uso de combustibles sostenibles de aviación (SAF, por su sigla en inglés)?

ANGIE ESTUPIÑAN: La compañía se ha propuesto alcanzar emisiones netas cero para 2050, impulsando una transición justa con soluciones locales. Para lograrlo, promueve el aprovechamiento del potencial regional para producir SAF u otros combustibles con criterios de sostenibilidad a partir de materias primas disponibles en Sudamérica, siempre que su uso cumpla con criterios de sostenibilidad y no compita con la seguridad alimentaria. Además, fomenta el desarrollo técnico e industrial con marcos regulatorios alineados con estándares internacionales como el Plan de Compensación y Reducción de Carbono de la Aviación Internacional (CORSIA, por su sigla en inglés).

¿Qué avances se han dado en Colombia para incorporar combustibles sostenibles en la operación aérea?

A.E.: En 2024, LATAM Airlines se convirtió en la primera aerolínea del país en utilizar Jet A1 coprocesado en vuelos comerciales, gracias a una alianza con Ecopetrol. Aunque aún no se clasifica como SAF bajo los estándares de CORSIA, este combustible representa un paso inicial hacia la incorporación progresiva de alternativas sostenibles. Fue elaborado en la refinería de Cartagena con una mezcla que incluyó un 1 por ciento de materias primas renovables, como aceite de palma y aceite de cocina usado. En total, se destinaron 32.000 barriles para más de 700 vuelos domésticos en Colombia.

¿Qué papel podría jugar el país en la producción de SAF en América Latina?

A.E.: Colombia es visto como una pieza clave en el futuro del SAF en la región, porque cuenta con una amplia disponibilidad de materias primas renovables, como cultivos de palma, residuos agrícolas y forestales, aceites usados y potencial para cultivos energéticos. Además, dispone de infraestructura petroquímica avanzada, como las refinerías de Cartagena y Barrancabermeja, con capacidad para adaptar sus procesos al coprocesamiento de combustibles sostenibles. Adicionalmente, el país muestra una creciente voluntad política para avanzar hacia una hoja de ruta clara en materia de SAF, respaldada por alianzas entre el sector público y privado.

¿Qué implicaría para Colombia hacer realidad ese potencial y consolidarse como un hub regional de producción y exportación de SAF?

A.E.: El uso de este combustible puede reducir entre un 50 por ciento y 80 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero frente al combustible fósil tradicional, lo que representa un aporte clave en la lucha contra el cambio climático. También puede abrir nuevas oportunidades económicas en el campo, al promover cultivos sostenibles y el aprovechamiento de residuos con mayor valor agregado. Además, la producción de SAF impulsaría el desarrollo tecnológico, al requerir innovación constante y favorecer la inversión en ciencia e ingeniería local.