Durante los primeros años de la infancia la mente es aún un lienzo en blanco por llenar y los niños viven cada día como una oportunidad para explorar. En esta etapa, muchos padres reconocen la necesidad de proporcionar a sus hijos una educación que trascienda el juego. El jardín infantil Santa Bárbara Preschool ha trazado una apuesta singular que busca potenciar el aprendizaje a través de proyectos integrados útiles para la vida de los niños, incluyendo el inglés desde edades tempranas teniendo como hilo conductor de su proyecto educativo la teoría de la elección.

“Sabemos que los niños juegan para aprender, pero la clave de lo que hacemos está en encontrar caminos para potencializar ese aprendizaje”, reflexionó Claudia Patricia Hoyos, directora de la institución. En el corazón de la metodología de este jardín, que recibe diariamente a 150 infantes en sus sedes de Cajicá y el norte de Bogotá, se encuentra la Teoría de la Elección, del psiquiatra estadounidense William Glasser. A través de esta metodología, no solo se abraza el juego como vehículo de aprendizaje útil, se transforma en una herramienta poderosa para el desarrollo integral.

La Teoría de la Elección propone que todos tenemos cinco necesidades básicas que motivan el comportamiento: supervivencia, amor, poder, libertad y diversión. En el Santa Bárbara Preschool los niños aprenden a satisfacerlas anidando sus relaciones interpersonales a través de proyectos enganchadores. Los niños son guiados a conocerse a sí mismos, a autoevaluar su desempeño y a desarrollar habilidades claves como trabajo colaborativo, resolución de conflictos, liderazgo, adaptabilidad, empatía y bilingüismo. “Trabajamos en equipo, queremos que solucionen pequeños conflictos, que aprendan a conocerse a sí mismos, a leer al otro, entiendan cómo se sienten y empiecen a encontrar los caminos que más les funcionen para esto”, explicó Hoyos.

La malla curricular incluye natación, capoeira, danza, música, teatro, gimnasia y proyectos para que aprendan no solo conceptos académicos, sino que puedan desarrollar habilidades sociales, emocionales y motoras.

Hoyos además destacó la importancia de utilizar el juego como excusa para el aprendizaje de un segundo idioma. Desde los 2 años y medio los niños comienzan a sumergirse en un entorno bilingüe, y a partir de los 3 años, entrelazan actividades de inglés, matemáticas y ciencias con actividades lúdicas para empezar a pensar en el segundo idioma e incluir vocabulario diariamente.

Con casi 15 años de experiencia, este jardín infantil ha demostrado que la educación puede ser más que aprender números y letras, lo que genera experiencias enriquecedoras y significativas que preparan a los más pequeños a enfrentar la vida con curiosidad y confianza.

*Contenido elaborado con apoyo del Santa Bárbara Preschool