En los últimos 30 años, Colombia logró superar el rezago de un siglo en infraestructura gracias a la intervención de 10.000 kilómetros de carreteras, decenas de túneles y un poco más de 1.100 viaductos y puentes construidos. Así lo precisó Juan Martín Caicedo Ferrer, presidente de la Cámara Colombiana de Infraestructura (CCI), quien aseguró que este avance tuvo en cuenta el impacto ambiental, y no solo las oportunidades que genera en materia económica, turística y social.
“Cada concesión compensa con creces los efectos que pueda generar el proyecto sobre el entorno, y lo hace con la siembra de miles de árboles, con la protección de especies nativas o endémicas amenazadas, pues, entre otras cosas, las carreteras incluyen pasos de fauna para garantizar la seguridad de los animales que habitan cerca de las vías”, precisó Caicedo Ferrer.
De hecho, de acuerdo con el Ministerio de Transporte, entre 2018 y 2022 se sembraron cerca de 1,8 millones de árboles por todo el país gracias a los proyectos de infraestructura. En alianza con diferentes actores públicos y privados, también se avanzó en la restauración y recuperación de zonas degradadas, en mitigar el calentamiento global y frenar la deforestación.
Buenas prácticas
Juan Camilo Pardo, investigador de Corficolombiana, destacó los diferentes programas que ha venido implementando el país en materia de sostenibilidad por cuenta de este tipo de proyectos, como el Plan Vías Compatibles con el Clima, que busca que el sector implemente medidas de adaptación que le permitan hacerles frente a las amenazas relacionadas con el cambio climático; o los lineamientos definidos en el programa de 5G, que tienen un componente de sostenibilidad ambiental muy fuerte.
Así mismo, en 2020 el Gobierno nacional lanzó los Lineamientos de Infraestructura Verde Vial para Colombia (LIVV), los cuales contribuyen a orientar la estructuración de planes, programas y proyectos de infraestructura carretera. Desde las etapas más tempranas de su planificación, estos deben contemplar consideraciones ambientales y de desarrollo sostenible e incorporar “medidas de ubicación, trazado, diseño, ingeniería y manejo destinadas a garantizar que la ejecución de los mismos genere un beneficio ambiental neto positivo”, detalla el documento.
Por ejemplo, en la Troncal de la Orinoquia, donde el Instituto Nacional de Vías (Invías) ha pavimentado más de diez kilómetros entre los municipios de El Retorno y Calamar, se vienen implementando los lineamientos de Infraestructura Verde Vial a través de la creación de un corredor amigable para peatones y conductores, donde convergen la fauna y flora de la región.
“Colombia, al ser un país tropical, está muy expuesto y es muy vulnerable a los efectos del cambio climático, que cada vez son más fuertes e impredecibles, por lo que es muy importante que el país trabaje este tipo de iniciativas para mitigar y prevenir estos efectos, que causan pérdidas en vidas, trabajos, carreteras y en billones en recursos”, señaló Pardo.
Francisco Romero Ferro, gerente de la concesión Alternativas Viales, a cargo del proyecto IP Cambao-Manizales, explicó que en este proyecto han desarrollado alternativas innovadoras para reducir el impacto ambiental de la obra. Por ejemplo, en una parte de la vía están realizando un proceso de fresado, que consiste en retirar el asfalto de la carretera que se encuentra en mal estado y reutilizarlo; además, usan el grano de caucho que se produce del reciclaje de las llantas para evitar utilizar asfalto en la vía.
“Es un mito que la infraestructura llega y arrasa con la naturaleza. Nosotros hemos demostrado con este proyecto que se pueden hacer obras cuidando la naturaleza, el agua, los ecosistemas, de la mano de los usuarios de las vías, con quienes trabajamos campañas pedagógicas para que también protejan estos territorios”, explicó Ferro.
En el caso de Vía 40 Express, el concesionario viene trabajando para ser el corredor vial más sostenible de Colombia. “Complementamos nuestra expertise en operación y mantenimiento vial con un compromiso ambiental claro que busca reducir para 2030 un 30 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero con respecto a 2021 y a 2050 ser una concesión carbono neutro”, aseguró Laurent Cavrois, CEO de la Concesión Vía 40 Express y director ejecutivo VINCI Highways.
De acuerdo con Cavrois, la concesión está comprometida con la utilización de materiales sostenibles en su operación. Por eso, en el año 2022 reutilizaron una cantidad considerable de residuos de construcción y demolición (316.700 metros cúbicos) para la estructura de la vía y la producción de asfalto, representando el 60 por ciento del material utilizado en la obra para ese mismo año. “Esta medida no solo redujo la explotación de materiales de cantera, también minimizó la disposición de residuos”, concluyó.
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